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Oriol Alfambra, repartidor: “Si yo fuera presidente aplicaría la legislación laboral, nuestra lacra es que no se aplica”

Oriol Alfambra, repatidor en Mensakas.

Rodrigo Ponce de León

Ante los abusos laborales de las empresas de reparto, Oriol Alfambra (Barcelona 1987) montó con otro grupo de repartidores la plataforma Ridersxderechos para denunciar que empresas como Deliveroo o Glovo los trataban como falsos autónomos. Tras este primer paso, hartos de las situaciones de precariedad, Alfambra y un grupo de riders decidieron, con Mensakas, mostrar con hechos que es posible montar una cooperativa de reparto rentable que contrate a los repartidores.

Oriol Alfambra no le pide a los políticos que cambien leyes o que se enfrenten a situaciones imposibles en la serie de eldiario.es 'Si yo fuera presidente', tan solo “aplicar de inmediato la legislación laboral vigente”. A este repartidor le cuesta entender que “la Inspección de Trabajo no tenga capacidad de imponer con inmediatez sus dictámenes a empresas como Glovo y Deliveroo” o “la lentitud del sistema judicial”.

Desde las plataformas digitales se promociona el trabajo de mensajero (o 'rider') como una forma complementaria de trabajo y una manera fácil de conseguir ingresos. ¿Qué le llevó a ser repartidor de plataformas digitales?

Empecé a trabajar para Take eat easy y luego, en Deliveroo, porque estaba en situación de desempleo. Estas plataformas se aprovechan de la situación de necesidad de una parte muy importante de la población del Estado y de otros lugares del mundo. Esta situación de necesidad de empleo obliga a mucha gente a aceptar unas condiciones que probablemente están por debajo de lo que marca la ley porque todos tenemos la necesidad de tener unos ingresos para sustentar nuestra vida.

En RidersxDerechos denunciáis que los repartidores deberían estar contratados por las plataformas digitales de reparto. También lo ha estimado así la Inspección de Trabajo en varias actas referidas a Glovo y Deliveroo, pero estas empresas siguen operando con mensajeros autónomos. ¿Qué cree que sería necesario para que estas empresas modificaran su modelo laboral?

En primer lugar lo que hace falta es la movilización de los repartidores. Esto es lo que acelera la transformación de las situaciones injustas. Hemos llegado a esta situación de denuncia y de información de la actividad de estas empresas porque la desarrollan de una forma irregular. No solo lo entendemos así en RidersxDerechos, sino que así lo avalan las Inspecciones de Trabajo. Gracias al trabajo de Ridersxderechos en Barcelona y a la Intersindical Alternativa de Catalunya que han sacado toda la documentación y todas las pruebas que han facilitado esta investigación de la autoridad laboral.

En segundo lugar, la necesaria implicación de las instituciones, que deben contar con recursos suficientes. Me cuesta entender por qué la Inspección de Trabajo no tiene la capacidad de imponer con inmediatez sus dictámenes a empresas como Glovo y Deliveroo, a pesar de que son la autoridad laboral. También me cuesta entender la lentitud del sistema judicial del Reino de España. Tenemos denuncias por despidos puestas desde 2017, hay dictámenes de la Inspección de Trabajo desde 2017, en 2019 y en 2020 tenemos varios juicios programados.

Estamos ante un problema sistémico que facilita enormemente las irregularidades que cometen estas empresas. Son compañías que han empezado su actividad preparadas para los problemas judiciales, con un plan de contingencia para el momento en el que empezará este conflicto laboral, que ya sabían que se iban a encontrar.

Hace unos días el BOE recogía que los trabajadores de reparto quedarían bajo el  convenio de hostelería. ¿Cree que va a servir para para solucionar el problema de precariedad de los 'rider'?

El BOE dice que los trabajadores con contrato laboral del sector del reparto de adscriben al convenio de hostelería. Trabajadores de reparto con contrato laboral en Glovo y en Deliveroo no hay ninguno. Por tanto, no afecta a nadie.

Si fuera presidente, ¿modificaría la actual normativa laboral para regular el trabajo en estas plataformas digitales o cree que la actual legislación es suficiente?

Si fuera presidente, es decir con el poder ejecutivo, lo que haría es aplicar de inmediato la legislación laboral vigente. La lacra que estamos sufriendo los repartidores es que no se aplica la legislación laboral, ¿para qué la tenemos si no se aplica?

En cuanto a un cambio legislativo, esto es algo muy peligroso y susceptible de ser mal utilizado. No es necesario ningún cambio de legislación, se trata de relaciones laborales que ya están suficientemente reguladas. Un posible cambio legislativo me huele a dar un giro de 360 grados, es decir, el posible intento de legalizar la situación irregular en la que nos encontramos.

Algunos responsables de estas plataformas, como el de Uber Eats en España, han afirmado que si tuvieran que contratar a sus mensajeros no podrían funcionar. ¿Qué opina al respecto?

Desde Ridersxderechos se ha gestado un proyecto, Mensakas, que es una cooperativa de repartidores para la que hemos desarrollando una aplicación. Mensakas ya no pierde dinero y paga los sueldos de todos sus trabajadores y sus repartidores llevando a cabo un servicio o una actividad como la de Stuart, que lo hace empleando a falsos autónomos. Por lo tanto, es radicalmente falso que esta actividad no se pueda llevar a cabo con contratos.

Lo que se interpreta de las palabras del responsable de Uber Eats es que quizás esta actividad no es suficientemente rentable para ellos y para que alcance la rentabilidad que buscan la tienen que desempeñar de forma ilegal. Si para existir tienen que vulnerar los derechos de los trabajadores, si solo le salen los números explotando a los trabajadores y saltándose la legislación laboral vigente, entonces no debería llevar a cabo esa actividad.

En los debates académicos se habla mucho del futuro del trabajo, ¿cree que el tema está siendo abordado suficientemente por los partidos políticos?

Hay empresas que se están aprovechando de la situación de necesidad de la gente y de la inacción de nuestras instituciones. Las instituciones deberían proteger a los ciudadanos frente a las empresas depredadoras, que asumen las sanciones laborales simplemente como parte del riesgo del negocio.

Hay que centrarse en la ejecución de las decisiones políticas, en la aplicación de la norma. Los trabajadores nos tenemos que someter a la ley desde el primer momento, si dejamos de pagar los impuestos o nuestra cuota de autónomos viene Hacienda y se te tira encima. No entiendo por qué es tan exigente con la gente que trabaja, que es la más desprotegida y la más vulnerable, pero hay tantísima manga ancha con los fondos de inversión o las empresas para maniobrar en todos los sentidos, para salir indemnes de las atrocidades en términos laborales y en términos impositivos que están cometiendo. Me parece que lo que está fallando aquí es el sistema y si lo que falla el sistema lo que tendríamos que hacer es cambiarlo.

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