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La renuncia de Iberdrola al carbón empuja a Asturias a acelerar una transición energética tabú en la región

Imagen de archivo de la central térmica de Lada, en la cuenca minera del Nalón, en 2008. EFE

Maica Méndez

Oviedo —

La fuerza industrial asturiana se apaga poco a poco. El cierre anunciado por Iberdrola de sus dos últimas centrales de carbón en el mundo, las de Lada (Asturias) y Velilla (Palencia), supone otro golpe para la su cuenca minera asturiana, que se asoma a la desindustrialización sin proyectos claros para recuperar empuje empresarial y fijar población. La descarbonización llega sin un plan claro de futuro para la región y con la izquierda dividida entre el discurso que se hace en Madrid, a favor de la transición energética, y el que se oye en Asturias, de apoyo al sector minero.

El anuncio de Iberdrola se suma a la crítica situación de una de las mayores empresas asturianas, la centenaria Duro Felguera, y al cierre, el año pasado, del último pozo minero activo de la cuenca del Nalón. Y ha cogido por sorpresa a trabajadores y grupos políticos asturianos, que han salido rápidamente en defensa de la continuidad de la térmica de Lada.

Los grupos parlamentarios ocupados estos días en el debate sobre el Estado de la Región han aprovechado la noticia para lanzarse reproches mutuos, en especial entre PSOE y Podemos, sobre el fin del plan del carbón y las exigencias de la Unión Europea de “descarbonizar” la producción eléctrica en favor de energías limpias.

Mientras, los sindicatos advierten que el cierre de Lada afectará a “200 empleos en la comarca del Nalón”, según el secretario general de la Industria de CCOO en Asturias, Damián Manzano. Asimismo, supondría la pérdida de hasta un 20% de los tráficos del puerto gijonés de El Musel. Las uniones comarcales de UGT y CCOO han convocado una asamblea informativa el viernes para abordar el tema.

Los representantes de los trabajadores se quejan de la “ambigüedad” de las formaciones políticas, apoyando la descarbonización en favor de las energías renovables y en defensa ahora de la continuidad de las térmicas de carbón. 

Por su parte, Iberdrola ha asegurado que el cierre no afectará al “firme y demostrado compromiso de la compañía con el empleo”. Prevé recolocar al 100% de la plantilla (90 empleados en Lada y 80 en Velilla), en las labores de desmantelamiento de ambas plantas como en otras instalaciones de la empresa. Las zonas ocupadas por Lada y Velilla serán objeto de una restauración paisajística.

Los trabajos de desmantelamiento de las plantas se extenderán durante cuatro años desde la fecha de aprobación de cierre por parte del Ministerio de Energía y supondrán una inversión cercana a los 35 millones de euros. Eso, siempre que el Gobierno central autorice la clausura.

El ministro de Energía, Álvaro Nadal, es partidario de mantener las plantas de carbón porque, asegura, su desaparición encarecerá la luz. El ministerio ha reaccionado al anuncio acelerando la tramitación de un decreto en el que endurece los requisitos para la clausura de estas centrales e incluso contempla la posibilidad de subastarlas a un tercero si se considera que son necesarias para garantizar el suministro o no encarecer los precios de la electricidad. 

Nadal, que el viernes llevaba al Consejo de Ministros la aprobación de ayudas de hasta 25 millones de euros para la restauración medioambiental de antiguas explotaciones mineras, ha advertido esta semana, de visita en Asturias, que será el Ejecutivo central quien tenga la última palabra sobre el cierre de estas centrales.

El ministro ha visitado el Principado para la firma de un nuevo convenio marco de colaboración para el impulso económico de las comarcas mineras del carbón, por valor de 158 millones. La tercera edición del Plan de la minería del carbón 2013-2018 tiene una lista de 127 proyectos pendientes de aprobación.

“Decadencia total”

Entretanto, los daños colaterales que puede tener el cierre de la planta de Lada en Asturias ya son visibles. Las empresas auxiliares que prestan servicio de mantenimiento a la térmica ya han advertido de que si el cierre se materializa tendrán que prescindir de su personal.

La Asociación de Comerciantes e Industriales del Valle del Nalón ha recibido la noticia con pesar. Según su presidente, Marcelino Tamargo “esta zona ha vivido de ilusiones –vinculadas a las subvenciones–, los últimos 40 años y después de muchas promesas estamos al borde del abismo”, dice. Con polígonos vacíos, sin planes de reindustrialización ni fomento del tejido empresarial y sin un modelo de ciudad lineal. Mientras, el sector servicios “se está viendo muy perjudicado” y la crisis ha fomentado el trabajo autónomo y constantes cambios de titularidad en los negocios.

“El futuro es muy negro y la zona está en decadencia total”, añade Tamargo, que se queja de que el Gobierno autonómico no defina un plan industrial para la zona que genere ilusión y termine con el éxodo masivo de población. En los últimos 10 años, Langreo por ejemplo ha pasado de 50.000 a 40.000 habitantes.

Entretanto, el anuncio también supone la puntilla para el polémico proyecto de tendido eléctrico de alta tensión Lada-Velilla, pensado para evacuar la energía que producía. Esta línea, cuyo trazado atravesaba la Cordillera Cantábrica y que está pendiente de terminar, suscitó un importante movimiento vecinal en su contra, desde su publicación y exposición pública en 2007. 

Térmicas en Asturias

Además de la planta de Iberdrola de Lada existen tres térmicas más en Asturias, las plantas de Aboño y Soto de Ribera (EdP) y Soto de la Barca (Gas Natural Fenosa), que generan más de 600 empleos entre directos e indirectos.  Sobre ellas también pende la amenaza de cierre, después de que recientemente saliera adelante una iniciativa de Unidos Podemos aprobada en el Congreso con el apoyo del PSOE y Ciudadanos para adelantar la clausura de las centrales de carbón en 2020.

Un asunto que de seguro abrirá una nueva brecha entre el PSOE regional y nacional. El nuevo secretario general de la Federación Socialista Asturiana, Adrián Barbón, fue uno de los grandes valedores, junto al sindicato minero, de la candidatura de Pedro Sánchez en su reelección a la ejecutiva nacional.

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