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Los tres grandes bancos gastan 7.000 millones en recomprar acciones a sus inversores

Oficina de CaixaBank.

Diego Larrouy

9 de junio de 2022 14:11 h

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Los bancos tuvieron, no sin protestas, que acotar la retribución que daban a sus accionistas durante la pandemia por recomendación del Banco Central Europeo. Tras un levantamiento parcial a comienzos de 2021, en otoño se dio el pistoletazo de salida a la vuelta a la normalidad. La banca fía buena parte de su evolución en Bolsa a la rentabilidad que dan a sus inversores y, desde que se levantaran las limitaciones, han ido anunciando sucesivos planes de dividendos que acumulan hasta la mitad del beneficio. A ello se han sumado las importantes apuestas que han hecho los tres principales grupos españoles Santander, BBVA y CaixaBank, por las recompras de acciones. Desde el otoño pasado, esta terna habrá gastado 7.000 millones de euros a esta política.

La recompra de acciones es un método para aumentar los pagos a los accionistas que, aunque no es nuevo, ha ganado protagonismo en los últimos meses. Por este sistema, las compañías, en este caso los bancos, compran acciones propias a sus inversores. Tras ello, se produce una reducción en el número de acciones por parte de la empresa, retirando las que han sido adquiridas. De este modo, al mantenerse el valor global de la compañía en el mercado, aumenta el valor nominal de cada título. Además, a la hora de repartir el dividendo, se realiza entre menos acciones, por lo que el retorno que tiene cada título es mayor. Esta es la teoría de esta operación.

Así, los tres grandes bancos españoles han optado por compaginar un pago en efectivo a cada acción que cotiza en Bolsa con el programa de recompras, con el objetivo de intentar ser más atractivos para los accionistas. Durante la pandemia, los bancos fueron especialmente castigados en su valor de mercado y lo achacaron a que no podían retribuir a los accionistas mientras que en otros sectores no existían limitaciones. Es por ello que, desde que se levantara el veto, los bancos han ido actualizando sus estrategias de remuneración a sus inversiones.

Para ello se servirán de los excesos de capital que tienen en sus balances tras haber congelado los pagos durante un año y medio y de los beneficios cosechados en 2021. Los seis grandes bancos ganaron 21.000 millones el pasado ejercicio —marcado por el torrente de recortes de plantilla— de los que 17.000 millones correspondían precisamente a estas tres entidades más grandes del país.

Estos programas suelen hacerse en varios pasos. Por ejemplo, Banco Santander ha destinado desde otoño unos 1.700 millones de euros a la recompra de acciones y lo hizo en dos fases. Entre octubre y noviembre del año pasado, dedicó 841 millones de euros a esta operaciones. En mayo culminó la segunda parte de este proceso, al invertir más de 860 millones de euros a recomprar algo más de 286 millones de títulos en propiedad de sus inversores. En total, entre las dos operaciones han sido 545 millones de acciones las que han sido recompradas por Santander, algo más del 3% de los títulos que estaban en circulación.

“Más allá de 2022, aspiramos a aumentar la remuneración al accionista por encima del 40% de nuestro beneficio ordinario”, aseguró Ana Botín, presidenta de la entidad, en la junta de accionistas del banco de esta primavera, abriendo la puerta a realizar nuevas operaciones de este tipo en los próximos años. En su discurso, defendió que el objetivo era tras la recompra amortizar las acciones. “Estamos convencidos de que invertir en acciones de Santander a los precios actuales es una de las mejores oportunidades de inversión que tenemos”, defendió. Aspira así a que la mitad del pago a los accionistas se realice mediante recompras.

BBVA también lo está haciendo en dos fases. El grupo había anunciado a finales de octubre su intención de realizar una recompra de acciones valorada en 3.500 millones de euros, valorada en el mercado como una de las más importantes que se ha producido recientemente en Europa. La primera fase fue anunciada en octubre y terminó el pasado mes de marzo. Fueron 1.500 millones dedicados a comprar más de 218 millones de acciones. Tras ello, se abrió un segundo tramo de 1.000 millones de euros, a lo que sucederá un tercer programa de 1.000 millones de euros. Con ello, se espera que el año termine con una inversión de 3.500 millones. El presidente del banco, Carlos Torres, aseguró que el objetivo era amortizar el 10% de los títulos del banco.

La última entidad en apuntarse a esta política es CaixaBank, un grupo participado en un 30% por la Fundación La Caixa y en un 16% por el Estado. Este banco anunció, cuando presentó sus resultados de 2021, su política de dividendos que incluía esta vez un programa de recompra de acciones que después detalló que equivaldría a una inversión de 1.800 millones de euros. La entidad con participación pública inició este proceso a finales del mes pasado. Esta semana informó a la CNMV que había destinado ya más de 240 millones en comprar 73 millones de títulos del banco en el mercado. La entidad se puso como límite que esta operación no llegue al 10% de las acciones que hay en circulación y que se realice en un plazo máximo de 12 meses.

Más recompras en el futuro

El banco que dirige Gonzalo Gortázar incluyó estos 1.800 millones de euros en recompras en el plan estratégico para este ejercicio y los dos siguientes presentado el mes pasado. Esta línea de actuación contemplaba 9.000 millones de euros de retribución al accionista, entre compras de acciones y dividendos durante los tres años del plan. El propio consejero delegado de la entidad dejó la puerta abierta durante la presentación de dicha estrategia a realizar nuevas recompras de acciones en el futuro.

Los banqueros han defendido en los últimos años que sus compañías están infravaloradas en Bolsa y este tipo de operaciones suelen ir encaminadas a mejorar el valor y la demanda de los títulos que se encuentran con precios bajos en el mercado. Los analistas suelen señalan que el mensaje que pueden lanzar este tipo de decisiones puede tener un resultado mixto. Por un lado, dar la idea positiva de que la empresa en cuestión tiene capital suficiente como para seguir remunerando a sus accionistas. Sin embargo, también dar una impresión de que la entidad no confía en un crecimiento potencial potente.

La evolución en Bolsa de estos tres bancos en lo que va de año ha sido un tanto dispar. Aunque todo el sector arrancó el año el año con fuertes subidas ante las esperadas noticias sobre subidas de tipos, la evolución de cada entidad se ha separado en los últimos meses. CaixaBank es la mejor posicionada este ejercicio al ser el segundo valor del Ibex 35 que más crece en 2022, solo por detrás de Repsol, al subir más de un 51%. La revalorización en Santander es más modesta en este mismo periodo, ya que apenas sube en casi seis meses un 3,8%. BBVA, sin embargo, cotiza en negativo respecto al arranque del curso y se ha dejado un 0,22%, casi empatando con el valor que tenía el 1 de enero.

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