Granjas de agua para pescar truchas sin contraindicaciones sanitarias
Entre Guadalajara y Madrid, unas granjas de agua están empeñadas en producir peces ecológicos. Si el pescado no es ecológico ¿qué es? La etiqueta se refiere a los ejemplares que, no siendo capturados en libertad, no provienen de explotaciones más preocupadas en sacar peces gordos rápidamente más que peces sabrosos. Una trucha, una lubina o una dorada de anzuelo puro y duro no es ni fácil ni barato de comer. Pero es que, además, las capturas necesarias para cubrir la demanda española serían una sentencia de muerte para las especies. Así que la acuicultura es una industria capaz de salvarlas al tiempo que las lleva a la mesa. Naturix es una empresa que trata de conseguir que las granjas de peces sean verdes o mejor dicho en este caso: transparentes (como el agua que las alimenta).
Naturix nació en 2006 en Guadalajara. Antes, Curro Villarreal (socio) se dio cuenta en la Bahía de Cádiz de las posibilidades de acuicultura “tan respetuosa” que venía produciendo al trabajar en una explotación para el lenguado. Ya en La Alcarria, Villarreal cuenta que trataron de incorporar a la producción de trucha ecológica “la pesca deportiva, las visitas escolares, el turismo rural”. Una manera de aunar la venta y el envasado de peces con el mundo rural mediante la fijación de población al crear empleos que necesariamente están ubicados en las zonas de campo.
Las granjas de dedican a “cultivo sostenible y comercialización de especies piscícolas tanto continentales como marinas de origen ecológico”. Si , una vez venidos desde la provincia gaditana, eligieron Castilla La Mancha, luego traspasaron la frontera al poder expandirse (el negocio va creciendo, se va afianzando como proyecto viable y sostenible por si mismo). Actualmente se tienen dos instalaciones en funcionamiento, una para el cultivo de trucha ecológica destinada a repoblación de ríos, embalses y la industria agroalimentaria en Guadalajara (La Alcarria) y otra en Madrid (Manzanares el Real) para la reproducción y cría de esa y otras especies. Ambas instalaciones también están dedicadas también al ocio (pesca recreativa) y a la restauración.
La empresa (impulsada por Momentum Project de BBVA y Esade) tiene 20 empleados. Si en un primer momento la idea más directa al ver sus instalaciones es la de granja acuática, las aguas del río Tajuña son también un reclamo para que los pescadores lancen sus sedales. Según recuenta la propia Naturix “10.000 pescadores han pasado por estas aguas”. También más de una veintena de colegios han podido ver cómo se cultivan peces. La granja alcarreña de Valderrobollo funciona de manera que las truchas nadan libremente y reciben pienso ecológico “no se les administra ningún producto químico a lo largo de su cría, garantizando con ello un producto libre de toxicidad y altamente saludable. Una garantía que no siempre existe en el pescado que forma parte de nuestra dieta, ya sea capturado o proveniente de acuicultura convencional” cuentan orgullosamente en Naturix.
La otra vertiente del proyecto es más puramente social. Acercar el entorno a los ciudadanos. La empresa recibe excursiones de personas mayores y escolares que se acercan a Valderrebollo a pescar, en un lago adaptado a tal fin, y disfrutar del entorno. “Así vuelven a sus casas sabiendo que un alevín es algo más que una categoría de fútbol o qué nombre tiene ese pájaro grande que sobrevuela amenazante los estanques de truchas”, resumen de forma gráfica y clara desde este proyecto de agua, peces y conciencia.