Redes civiles que pescan la convivencia
A lo largo de cualquier día, uno se topa con un montón de situaciones en las que llega a preguntarse “¿costaría tanto arreglar esto sólo con un poco de diálogo?” Desde disputas con inicio trivial entre vecinos a discusiones en la calle por una plaza de aparcamiento para el coche. Ponerse en el lugar del otro, entenderle un porquito...y ¡clic! Lo que parecía un problema irresoluble, se diluye.
El emprendimiento social, bien entendido, se centra en el beneficio para las personas y, por tanto -y como hemos visto en Inspira un buen puñado de ocasiones- su horizonte en mejorar la sociedad como comunidad. Ese bien común que redunda en lo colectivo es el objetivo de proyectos com las redes de conviviencia. Las Xaxas de Convivència de Roses (Girona) y Tortosa (Tarragona).
Por la red gerundense habla Mohamed el Amrani. Desde hace cuatro años, este espacio para la convivencia trata de poner mantener una vía de resolución de conflictos basada en el “nadie pierde, todos ganamos”. La mediación que propone la red es tan simple como aceptar por las partes la intervención “no obligatoria de una tercera persona para la resolución de conflictos”, dice. “Todo eso lo hacemos mediante un equipo de personas comprometidas
con su entorno y que motivan a toda una red de jóvenes para llevar a cabo todo tipo de proyectos de forma innovadora y que permita la integración de todos en las distintas acciones que se realicen“. La idea generadora de la red es la de proponer una solución a los problemas de convivencia ”desde la sociedad civil“.
La dinámica se desarrolla mediante cualquier evento que sirva para moldear esa conviviencia respetuosa que trata de conseguir el proyecto: reuniones con asociaciones juveniles, ferias de entidades locales...“están implicada más de 100 personas de todas las edades, dispuestas a colaborar en cualquier acción. Estas mismas son las que después participaran mediante sus ideas y propuestas en futuros proyectos”, explica el coordinador que fue distinguido con el V Premio Jóvenes Emprendedores de la Universidad Europea de Madrid.
Un plan similar nació en la provincia de Tarragona en Tortosa en marzo de 2010. “Un espacio abierto en el que, con la voz de todos, se hallen caminos conjuntos para conseguir una mejor conivivencia en la diversidad de la ciudad”, explican. Abierta, insisten, a “vecinos, instituciones, asociaciones, entidades o profesionales”. Su trabajo consiste en analizar, dialogar y proponer soluciones comunes, “partiendo de la realida de los barrios, las escuelas o los centros de salud”. Un laboratorio de ideas para la vecindad.
Acciones que esta red lleva a cabo, son por ejemplo, los Diálogos -“reflexiones compartidas entre profesionales, administración, políticos y ciudadanía”- con la idea de impulsar la cohesión social; la redacción de un monógrafico sobre la convivencia en la ciudad, documento que puede servir de guía al modo de los conocidos libros blancos.O los artxibarri: una “acción colectiva para disfrutar las relaciones de conviviencia intercultural”, una feria de arte con ayuda técnica pública y privada en colaboración.