
Este es el camino recorrido por Heineken en su hoja de ruta de sostenibilidad

La lucha contra el cambio climático exige actuar en todos los frentes. Estados, gobiernos y clase política cada vez están más comprometidos, como también lo está la población en su conjunto. Los ciudadanos, como usuarios, consumidores y clientes que son, intervienen a través de sus comportamientos, actos y decisiones. Igualmente lo hacen las organizaciones, sean entidades benéficas o empresas.
Así las cosas, cabe preguntarse qué se espera de una gran compañía a la hora de actuar contra el cambio climático. Y la respuesta parece sencilla: la reducción de su impacto medioambiental. Y es que la sostenibilidad es una cuestión tan relevante en la actualidad de las empresas que se ha incorporado a los planes y objetivos de negocio.
Por ejemplo, la agencia de calificación de riesgo estadounidense S&P Global Ratings elabora cada año su anuario de sostenibilidad, en el que evalúa a más de 7.500 compañías para establecer sus rankings de forma periódica. Entre los grupos empresariales que obtienen de forma reiterada puntuaciones positivas se encuentra Heineken NV, cuya filial en nuestro país acaba de hacer balance de los objetivos marcados en su hoja de ruta en materia de sostenibilidad y puede servir como indicador del grado de compromiso que han adquirido las grandes compañías españolas y como ejemplo de las medidas que ya se adoptan.
La compañía, con su estrategia global Brindando un Mundo Mejor, ha puesto la sostenibilidad en el centro de su negocio, y abarca aspectos medioambientales, sociales y relativos a un consumo consciente y responsable. Gracias a ella se ha marcado objetivos cada vez más ambiciosos en sostenibilidad. A su vez, en nuestro país, hace realidad su estrategia a través de su hoja de ruta Decididamente HEINEKEN, con la que ha conseguido avances que la han situado como un referente dentro del grupo al conseguir algunos de ellos cinco años antes que a nivel global.
Para poner en valor el compromiso de la compañía, Etienne Strijp, presidente de Heineken España, aseguró durante la presentación del balance en sostenibilidad que la cervecera “fue pionera en introducir la sostenibilidad en el sector hace más de dos décadas. Y hoy venimos a rendir cuentas de lo que hemos conseguido, con humildad, transparencia, honestidad y la satisfacción de ver que vamos cumpliendo metas, año a año, con vistas a 2025. Sabiendo que este deber requiere de acción y, por supuesto, de colaboración con todos nuestros socios”.
Así, Heineken España ha anunciado que, a finales de este año, el 50% de la energía que utiliza en sus fábricas y oficinas será de origen renovable. Para lograrlo, la compañía ha recurrido a la construcción de plantas termosolares en sus fábricas de Valencia y Sevilla, su central fotovoltaica en El Andévalo (Huelva), la producción de biogás en sus cuatro fábricas y, además, cuenta con una caldera de biomasa en su factoría de Jaén. Con ello consigue que sus emisiones de dióxido de carbono se hayan reducido a la mitad con respecto al año 2018, dejando de emitir 24.200 toneladas.
Por estas y otras medidas, la iniciativa Science Based Targets (en español: Objetivos Basados en la Ciencia) —nacida de la colaboración entre el mencionado Pacto Mundial de las Naciones Unidas, el Proyecto de Divulgación del Carbono, el Instituto de Recursos Mundiales y el Fondo Mundial para la Naturaleza— acaba de aprobar los objetivos mundiales de net zero en producción en toda su cadena de valor.
A final de 2023, la reducción conseguida por Heineken España alcanzará las casi 130.000 toneladas de dióxido de carbono, una cifra equivalente a las emisiones anuales de ciudades como San Sebastián de los Reyes (Madrid). Pero para lograr esta ambición, la compañía necesitará colaborar con todos sus proveedores, socios y colaboradores: desde los agricultores, a los que ayudará a emplear fertilizantes bajos en huella de carbono, hasta los hosteleros, reduciendo su impacto mediante un sistema de logística de última milla con vehículos eléctricos.
Respecto a la huella hídrica, tema que preocupa especialmente al sector, la cervecera ha conseguido reducir el consumo de agua en sus fábricas en 90 millones desde 2008. Así, la media de consumo de sus cuatro fábricas ya está por debajo de los tres litros de agua por cada uno de cerveza (2,91 l/l), superando el objetivo fijado para este año, y la de Sevilla ya ha alcanzado el objetivo de 2025, con 2,6 l/l. Ya en 2022 consiguió el balance de su huella hídrica directa, retornando más de 1.900 millones de litros anuales a los ríos, equivalente a toda el agua que contienen sus cervezas, gracias a los proyectos desarrollados en Doñana, la Albufera valenciana o la ribera del río Jarama.
En materia de economía circular, la compañía destaca que sus fábricas valorizan más del 95% de los residuos generados, es decir, más de 220.000 toneladas que se convierten en nuevos productos, como pienso para animales o vinagre de cerveza. En materia de packaging, a finales de año, la firma habrá reducido casi 5.000 toneladas de plástico virgen y empleará un 70% de plástico reciclado en sus envases secundarios.
Finalmente, en el apartado de contribución social, en 2022, Heineken invirtió en la industria hostelera, uno de los sectores clave en su apuesta social, 236 millones de euros. Igualmente, este año puso en marcha la primera edición del barómetro FuerzaBar y la plataforma de e-commerce B2B Eazle. Al mismo tiempo, Fundación Cruzcampo, la fundación cervecera más longeva de España y que materializa gran parte de la labor social de la cervecera, contribuye con la empleabilidad juvenil con el programa de formación y becas Talento Cruzcampo, que acaba de arrancar su cuarta edición y tiene una inserción laboral del 90% y suma más de 200 beneficiarios.