Hinchazón, picor y ronchas: cuando el cuerpo responde de forma incontrolada al frío
La antipatía que muchas personas tienen a las bajas temperaturas puede hacer que se declaren, de manera metafórica, alérgicas al frío. Sin embargo, para otras personas, este problema es real ya que experimentan lo que se conoce, de forma común pero desacertada, como alergia al frío, una reacción cutánea al frío que aparece poco después de la exposición –si bien no es un problema exclusivo del invierno.
Pese a los pocos datos registrados, se estima que tiene una incidencia anual del 0,05% y se sitúa en la segunda urticaria inducible en frecuencia. Para estas personas, siempre que se topan con el frío —incluido el viento, la nieve o el agua fría incluso de la bebida— sufren algún tipo de reacción en su cuerpo. ¿Cuáles son sus síntomas y cómo se puede tratar y prevenir de manera eficaz?
¿Qué es la urticaria por frío? ¿Cuáles son sus síntomas?
¿Por qué no se puede hablar de una alergia en el sentido clásico? Fundamentalmente porque el frío no contiene ningún alérgeno y, por tanto, el cuerpo no puede desarrollar anticuerpos contra él. El término médico para la alergia al frío se denomina urticaria al frío o urticaria a frigore ya que los síntomas de esta afección se deben a mecanismos inmunológicos.
En otras palabras, se desencadena la liberación de sustancias químicas en el cuerpo que provocan la inflamación de la piel y la formación de ronchas. Como aclara la Doctora Mar Fernández-Nieto, especialista del Servicio de Alergología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, “la alergia al frío en realidad es una urticaria física que sucede al exponerse al agua o ambientes fríos”.
Cuando la piel entra en contacto con aire frío, agua u objetos, el cuerpo lo percibe como una amenaza y libera sustancias químicas inflamatorias. Esta reacción puede provocar varios síntomas, “como urticaria, habones pruriginosos, que pican, habitualmente distribuidos en las zonas de la piel que más frío han recibido”, afirma la Dra. Fernández-Nieto.
La razón por la que algunas personas desarrollan urticaria al frío no se conoce bien, si bien “padecer otro tipo de urticaria física o crónica espontánea” podría ser una de ellas, explica la Dra. Fernández-Nieto. En este sentido, cualquier persona de cualquier edad puede padecer urticaria al frío, puede debutar tanto en la infancia como en la adolescencia o, directamente, en la edad adulta. No hay un solo patrón.
“En la mayoría de los casos los síntomas suelen ser leves y transitorios y, cuando la parte de la piel afectada vuelve a la temperatura fisiológica, los síntomas van cediendo progresivamente y no suele implicar mayor riesgos”, reconoce la Doctora. Pero, en ocasiones, algunas personas “pueden tener anafilaxia con mareo, hipotensión, etc.”, advierte la especialista. La temperatura a la que aparecen los problemas varía en función de la persona, es decir, tampoco hay un único umbral de temperatura.
Cómo saber si se trata de una urticaria por frío
Ante la sospecha de una urticaria al frío, que vendrá de la mano de los síntomas descritos, la visita al alergólogo es obligada. “Existe una prueba en los servicios de Alergia con un dispositivo específico para ello”, explica la facultativa. Se puede confirmar con el denominado test del cubito de hielo, una prueba sencilla que consiste en colocar un cubito de hielo sobre la piel del antebrazo durante aproximadamente cinco minutos y observar si aparecen reacciones cutáneas como enrojecimiento, ronchas o hinchazón.
Tratamiento: qué hacer cuando aparece urticaria
El médico es quien indicará cuáles son las pautas que deben seguirse y qué tratamiento llevar a cabo, que dependerá del nivel de gravedad de los síntomas. En general, en los casos más leves y moderados, “la toma de antihistamínicos preventivos a la exposición es suficiente”, afirma la Doctora Fernández-Nieto.
En cambio, “en los casos más graves, se pueden probar otros fármacos como la antiglobulina”, admite la Dra. Fernández-Nieto. Es imprescindible, además, llevar encima adrenalina autoinyectable –previa explicación del alergólogo. Aunque las reacciones severas son poco habituales, es importante “tomar antihistamínicos tanto antes de exponerse a una situación de frío como llevarlos encima por si ocurriera de forma imprevista una urticaria a frigore”, reconoce la especialista.
Prevención: mantener el cuerpo caliente
En cualquier caso, la prevención es una medida esencial para evitar los síntomas. Aunque parezca una obviedad, la manera más eficaz de controlar y prevenir la urticaria por frío es mantenerse caliente y evitar el frío. “Dado que se trata de una urticaria inducible, y que el factor que lo desencadena es conocido, la idea es evitar el frío”, reconoce la Dra. Fernández-Nieto.
Por tanto, durante los meses de invierno, cuando hace más frío, es imprescindible “seguir las recomendaciones de vestimenta y mantener el cuerpo caliente”, aconseja la Dra. Fernández-Nieto. Vestirse bien cuando hace frío y no olvidarse de cubrir la cara y las manos, medidas que tendrían que ser suficientes para prevenir los síntomas.
