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Galicia es agua: balnearios y talasos para relajarse y despejar cuerpo y mente

Un balneario

Ricardo Arnaiz

Hay que irse muy atrás en el tiempo para conocer los orígenes del uso del agua con fines terapéuticos. Al menos hasta el Imperio Romano, cuando las termas se popularizaron y además de funcionar como baños públicos en muchos lugares se aprovechaban las propiedades curativas del agua. Dolores y enfermedades desaparecían incluso sin necesidad de beberla, y tan solo limitándose a reposar en ella. Desde entonces los balnearios han cuidado de nuestra salud y hoy, cuando el estrés nos entumece cada día un poco más, se han vuelto los mejores aliados para relajarnos y dejarnos como nuevos.

Balnearios hay muchos, pero si hay un lugar que históricamente ha destacado por las beneficiosas propiedades de sus aguas, ese es Galicia. No en vano, es el principal destino termal de España. Sus manantiales son numerosos, podemos contar más de 300, y eso la convierte en una de las regiones europeas con mayor riqueza en aguas naturales y termales. Algo que los romanos ya sabían, aprovechaban y disfrutaban, y a lo que hoy se suman además un gran número de tratamientos complementarios con los que darle a nuestro cuerpo un merecido descanso.

De este modo el agua gallega, además de proporcionar algunos de los pescados y mariscos más selectos del mundo y de conformar paisajes de singular belleza, se vuelve la protagonista de un gran número de experiencias turísticas termales ideales para despejar cuerpo y mente. 

Un agua llena de beneficios, tanto dulce como salada

A Galicia la tradición termal le viene de lejos. Su cultura está llena de leyendas, literatura y canciones dedicadas al agua, y sus beneficios están bien arraigados en su saber popular. De mediados del siglo XIX a principios del XX el termalismo gallego vivió su época dorada, cuando los balnearios de más solera se convirtieron en grandes centros sociales que congregaban a la flor y nata de la sociedad. El agua, ya fuera dulce o salada, contaba con unas propiedades que no se podían desaprovechar.

Para aprovechar los beneficios de los diferentes tipos de agua nacieron los talasos y los balnearios. Los balnearios basan sus tratamientos en las propiedades preventivas y curativas de sus aguas mineromedicinales. Con la ayuda de un médico se administran los tiempos adecuados y están entre las vertientes más lúdicas y terapéuticas del termalismo, combinando en muchos casos ambas posibilidades. Muchos de estos balnearios tienen además asociados un hotel, y los hay tanto de una estrella como de cinco, por lo que hay opciones para todos. Programas de estética, bienestar y relax se suman a los baños para prevenir o tratar infinidad de afecciones y así potenciar el poder curativo del agua.

Los talasos, como su propio nombre indica, están dedicados a la talasoterapia. Un término proveniente del griego thálassa, que significa ‘mar’, y therapeia, ‘curación’. Y Galicia, de mar, sabe mucho. En los talasos no se usan aguas mineromedicinales, sino que se centran en los fines preventivos y terapéuticos del agua marina. Y como están cerca de la costa, además de ofrecer unos de los paisajes más bonitos de Galicia, se sirven también de algas, limos, lodos e incluso del aire marino para nutrir sus tratamientos. 

El agua de los talasos tienen asegurada su pureza y su constante reciclado, y además es calentada a 37ºC para facilitar la absorción de oligoelementos y minerales a través de la piel. De modo que la talasoterapia es muy recomendada para recuperarnos de traumatismos e intervenciones del aparato locomotor, así como del reuma, las afecciones respiratorias, cutáneas, ginecológicas y articulares.

Agua, salud y relax para todos

Cuando descubres el agua de los balnearios y los talasos de Galicia comprendes una importante premisa: no hay que estar enfermo para disfrutar de ellos. Basta con querer relajarse y encontrar unos días de sosiego dejándonos mecer por el agua. Aunque la cultura termal gallega tiene una larga tradición, desde hace unos años los balnearios y los talasos de Galicia están viviendo una segunda juventud. Algunos de los de mayor renombre han recuperado sus momentos de mayor gloria al incorporar instalaciones de vanguardia y adoptando nuevos tratamientos, lo que ha llamado la atención de un público más joven que huye de las prisas del día a día. Mientras que otros de nueva construcción han florecido ligados a hoteles de alta gama.

Galicia cuenta con una amplísima oferta de balnearios y talasos, la variedad está asegurada y así es fácil que todos podamos dar con el lugar que mejor se ajusta a nuestros gustos, necesidades o presupuestos. Si prefieres agua dulce, aquí tienes todos los balnearios que encontrarás en Galicia, desde los más modestos y tradicionales a los más modernos y equipados. Pero si lo que te apetece es agua salada, tienes tres talasos gallegos que no debes perder de vista: el Gran Talaso Hotel Sanxenxo, el Talaso Atlántico y el Talaso Hotel Louxo La Toja. Todos ellos rodeados de naturaleza, gastronomía y actividades al aire libre para disfrutar de Galicia con todos los sentidos.

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