Pandemia, cambio de generación y baja natalidad: ¿hacia dónde va el estado del bienestar?
Desde que la covid irrumpió en la cotidianeidad, las condiciones de vida de toda la población se han visto alteradas en mayor o menor medida. En determinadas capas de la población ha derivado en situaciones de mayor precariedad económica y, para otras, la aparición de problemas de salud mental que, a estas alturas de la crisis sanitaria, comienzan a tener una importante visibilidad. Un reciente estudio del Observatorio Social de la Fundación “la Caixa” confirma que los efectos de la pandemia se traducen en “un empeoramiento significativo para realizar actividades diarias, un incremento de la depresión, la ansiedad y los pensamientos relacionados con la muerte, así como síntomas de estrés postraumático. Todo ello acompañado de una mayor precariedad e inestabilidad laboral”.
El informe detalla que casi el 21% de los encuestados reconoce estar “algo peor” que antes de marzo de 2020, mientras que el 2,1% afirma que está “mucho peor”. Al mismo tiempo, el 8,4% presentan una peor salud física y el 5,5%, peor salud mental. Respecto a estos últimos problemas, la depresión ha aumentado del 5,75% al 8,84% entre la población general; la ansiedad, del 11,6% al 17,8%; y los pensamientos de muerte, del 22,9% al 28,5%. En cambio, la ideación y la conducta suicida han disminuido casi a la mitad.
En materia económica y laboral, más del 18,4% de las personas que perciben ingresos han visto como disminuían desde el inicio del estado de alarma y casi la mitad no han podido acceder a una baja laboral por enfermedad cuando lo han necesitado. Del mismo modo, el 10,2% apuntan que han tenido que ir a trabajar a pesar de tener síntomas compatibles con la covid-19. El coste económico medio por persona adulta en términos de uso de los servicios sanitarios públicos o privados y de gasto individual —sin tener en cuenta los costes de medicamentos y vacunas— ha sido de más de cien euros al mes, concretamente 106,10 euros.
Por otra parte, continuando con esta línea de análisis sobre el estado del bienestar, el Observatorio Social de la Fundación “la Caixa” ha presentado recientemente un dossier completo. En el documento se detalla, entre otros aspectos, cómo afecta el envejecimiento de la población al conjunto de la sociedad y se analizan las políticas que se deben aplicar en todo el ciclo vital para garantizar la justicia intergeneracional. Entre las conclusiones del estudio —que tiene por título Estado del bienestar, ciclo vital y demografía— destaca que el modo en el que se organizan y tienen lugar las transferencias intergeneracionales condiciona, en muchos sentidos, el bienestar global de una sociedad, ya que estas ayudan a la población a afrontar el futuro con garantías.
El documento también incluye un artículo firmado por las profesoras Alícia Adserà (Universidad de Princeton) y Mariona Lozano (Centro de Estudios Demográficos, Universitat Autònoma de Barcelona) que lleva por título ¿Por qué las mujeres no tienen todos los hijos que dicen querer tener? y aborda datos tan relevantes como el hecho de que España, con una de las tasas de fecundidad más bajas del mundo (1,3 hijos por mujer en el 2019), es uno de los países de Europa con la proporción más elevada de mujeres sin hijos. En este caso, las conclusiones son igualmente claras: en nuestro país el retraso de la fecundidad va de la mano de la demora en transiciones vitales claves, tales como el abandono del hogar paterno, la formación de una pareja estable y la conquista de la estabilidad laboral. Todo ello tiene consecuencias directas para la sostenibilidad del estado del bienestar.
Una mirada en profundidad a los cambios que vienen
Sin embargo, más allá de la covid-19, son numerosos los condicionantes que están alterando en España el concepto de estado del bienestar en los últimos años, modificándolo transversalmente o marcando las líneas de lo que será en el futuro. Factores como el envejecimiento de la población, la equidad entre generaciones, los movimientos migratorios, la lucha por la igualdad de géneros o las brechas sociales serán capitales en un futuro inmediato. El Observatorio Social de la Fundación “la Caixa” ha desarrollado estudios sobre cada una de estas materias que se pueden consultar en la página web del Observatorio, donde se ofrecen con libre acceso.
Esta área de actividad está enfocada al debate sobre temas de actualidad, así como al análisis y reflexión sobre los retos que tiene la sociedad española ante sí. De esta forma, El Observatorio Social de la Fundación “la Caixa” busca divulgar el conocimiento de las ciencias sociales, con especial interés en las áreas de educación, ciencia y cultura. Asimismo, el Observatorio Social apoya la investigación mediante el lanzamiento de convocatorias orientadas a investigadores de España y Portugal.