Viaje al fin del mundo: Ushuaia, donde la tierra se acaba

La Isla de los Lobos, en el Canal Beagle junto a Ushuaia, puede dejar imágenes como esta.

Roberto Ruiz

Uno no llega hasta 'el fin del mundo' todos los días, pero sí, en Ushuaia todos tenemos esa posibilidad si así se nos antoja. Allí la tierra se acaba, no hay más, y un poco más al sur, a unos 1.000 km, ya se encuentra la Antártida.

Ushuaia marca el final del continente americano en su extremo sur y es capital de la provincia de Tierra de Fuego, Antártida y Atlántico Sur. Es, además, la única ciudad argentina ubicada en el lado occidental de los Andes, aunque sea por los pelos. A pesar de todo el romanticismo que conlleva llegar hasta semejante latitud, la ciudad de Ushuaia como tal se fundó el 12 de octubre de 1884 como hito para marcar el territorio y la soberanía argentina, por lo que su origen es puramente estratégico.

Hoy llegar hasta Ushuaia por tierra supone recorrer la inmensa Patagonia argentina, donde el asfalto deja lugar a las carreteras de tierra y las llanuras parecen no tener fin, para seguidamente cruzar el Estrecho de Magallanes y unir la América continental con el archipiélago de Tierra de Fuego. Aunque eso sí, si lo quieres hacer rápido, nada como optar por volar directamente hasta allí.

Ushuaia está repleta de atractivos para los más curiosos, su turismo invernal llega para sacarle todo el partido a su abundante nieve, pero incluso en verano sus temperaturas pueden ser bajas. No en vano su temperatura media anual es de 5,7 °C.

El Museo Marítimo y la cárcel del fin del mundo

Ushuaia, por su ubicación, siempre ha sido un punto de intensa actividad marítima. Hoy, lo que fue el Presidio y Cárcel de reincidentes de Ushuaia acoge el Museo Marítimo de la ciudad así como el del propio presidio. La cárcel surgió a comienzos del s. XX como una manera de poblar un lugar donde nadie quería vivir y fueron los presos con sus trabajos los que fueron dando forma a la ciudad. El presidio contaba con la línea de ferrocarril más austral de mundo para trasladar a los penados hasta sus campos de trabajo. Hoy este tren, conocido como el tren del Fin del Mundo, es un atractivo turístico que se adentra en el Parque Nacional Tierra de Fuego.

Para conocer bien el origen de la ciudad y las aventuras de quienes surcaban estos fríos mares australes es fundamental visitar el Museo Marítimo y del Presidio de Ushuaia. Sólo allí conoceremos la valentía y las penurias de los primeros habitantes de la ciudad. Esto se completa a la perfección con el Museo del Fin del Mundo, un testimonio sobre la vida de las primeras expediciones y los pobladores argentinos que llegaron para ocupar estas tierras.

Mucho antes que todos ellos, sin embargo, no olvidemos que el pueblo indígena de los yámanas ya habitaba estas hostiles tierras fueguinas. Para conocerlos tenemos también el Museo Yámana de Ushuaia.

Parque Nacional Tierra de Fuego

Pero Ushuaia no es famosa por sus museos, ni mucho menos, sino por los encantos naturales que guarda su entorno. El Parque Nacional Tierra de Fuego es un perfecto ejemplo de ello, está a unos 12 km de la ciudad y cuenta con diversos senderos que lo recorren de un lado a otro. Merece la pena llegar hasta la Bahía Lapataia, rodeada de bosques magallánicos, para disfrutar de sus caminos y su escurridiza fauna.

La Laguna Esmeralda y el glaciar Martial

Desde la propia ciudad se pueden emprender varias excursiones con las que los senderistas podrán saciar su sed de montañas. La laguna esmeralda es un buen ejemplo de ello. Su intenso color atrapa, en ella los picos nevados se reflejan como si de un espejo se tratara y podríamos pasar horas contemplándola.

Otra opción cercana para los amantes del trekking es la subida hasta el glaciar Martial, un pequeño cubito de hielo si lo comparamos con el también argentino glaciar Perito Moreno, pero muy recomendable también por las vistas que se obtienen desde arriba de la ciudad y de todo el canal Beagle.

Navegación por el Canal Beagle

El Canal Beagle es el brazo de mar en el que se mira Ushuaia, el que la separa de la isla Navarino, un poco más al sur. Realizar un pequeño crucero por él es fundamental si visitamos Ushuaia y, ya que hemos llegado hasta el fin del mundo, sería imperdonable perdérnoslo.

En el muelle de la ciudad encontrarás multitud de excursiones en barco, de diferente duración dependiendo de su recorrido. La isla de los lobos marinos, la isla de los pájaros, el faro del fin del mundo, la pingüinera de isla Martillo… Una ocasión perfecta para ver bien de cerca lobos marinos de uno y dos pelos, cormoranes y otras aves marinas, así como una enorme población de pingüinos de Magallanes. Y, si cruzas mucho los dedos y tienes mucha mucha suerte, quizá hasta te topes con alguna ballena jorobada o alguna orca que ande de paso ¡nunca se sabe!

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