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Impagos, salarios inferiores a 1.000 euros y problemas para conciliar: la realidad de la atención a la discapacidad

Se debatirá sobre la figura del asistente personal

Jesús Conde

Es un trabajo vocacional. Donde la pasión y el amor terminan por suplir las situaciones de precariedad o el impago de sus nóminas. Los trabajadores que atienden a personas con diversidad funcional exigen condiciones dignas en sus empleos.

No todos los 2.000 empleados del sector en Extemadura se ven sometidos a estas condiciones. Pero los sindicatos denuncian sueldos inferiores a los 1.000 euros, e incluso por debajo del salario mínimo interprofesional.

También problemas para conciliar la vida laboral y familiar. Trabajan en más de 200 asociaciones, que atienden la diversidad y que resultan ser un elemento esencial para la sociedad.

Movilizaciones en las calles

Ante estas situaciones, demasiado frecuentes, un centenar de trabajadores venidos de toda la región se concentró esta semana en Mérida, a las puertas de la sede del Comité de Entidades de Representantes de Minusválidos de Extremadura (CERMI). Reclaman un convenio digno para los trabajadores y trabajadoras. Exigen acabar con el 'negocio' de la precariedad.

Piden la recuperación de los derechos laborales, la conciliación laboral y familiar y las mejoras salariales, explica el sindicato CCOO en Extremadura.

Francisco Jiménez, CCOO Extremadura, lamenta que los trabajadores no reciben todo el reconocimiento que deben. Denuncia poca flexibilidad en los contratos, sueldos bajos y situaciones donde se les exige tareas que escapan de sus funciones.

Profesionalización del sector

UGT y CCOO solicitan que el salario de los trabajadores de la discapacidad no dependa de las subvenciones y que se utilice la modalidad del concierto. El objetivo es que se cobre puntualmente y se garantice una “retribución básica mínima y digna” para el trabajo que desarrollan.

Hay casos en que las asociaciones están poco profesionalizadas, no tienen capacidad para realizar la tarea de la gestión. Puede que no cuenten con expertos en finanzas en la gerencia. Ante el complejo entramado de pagos y facturas, quien termina pagando el ‘pato’ es el trabajador, explica CCOO.

La culpa no es achacable por completo a estas entidades, que suplen el trabajo que correspondería a las administraciones en la atención a la discapacidad. Pero tampoco se puede permitir que sea el empleado quien se vea afectado, señala Francisco Jiménez.

Semanas atrás por ejemplo los trabajadores de la Asociación Feafes-Salud Mental en Cáceres salieron a las calles a protestar tras encadenar una ‘ristra’ de impagos en sus nóminas. Esto no les ha impedido atender con profesionalidad y rigor a las personas usuarias.

¿Cláusulas sociales?

CCOO explica que resulta complicado exigir a estas organizaciones cláusulas sociales, una fórmula que marca la Junta con las empresas subcontratadas con las que trabaja. Son asociaciones sin ánimo de lucro y la financiación es diferente.

Exige que los sindicatos mayoritarios puedan “intervenir, participar y aportar” en la negociación del Marco de Atención a la Discapacidad de Extremadura (Madex), ya que ha considerado “fundamental” que las organizaciones sindicales puedan estar presentes y “aportar un granito de arena” en estas negociaciones.

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