El Ayuntamiento de Andoain, gobernado por EH Bildu, ha aprobado acometer la reparación del canal que lleva el agua hasta la central hidróelectrica de Bertxin, de propiedad del consistorio, que suministra energía al municipio, y que está inutilizada desde la pasada primavera por unos desprendimientos ocasionados por las fuertes lluvias. La reparación se llevará cabo por la vía de emergencia después de que se haya aprobado por unanimidad una moción presentada por el PNV para que se iniciaran de forma “urgente” los trabajos por la pérdida que supone desde el punto de vista económico tener parada la central, y, por otro lado, por la importancia que tiene dentro de la apuesta por energía sostenible. EH Bildu, PSE-EE y Elkarrekin han apoyado en el pleno de este jueves acometer la reforma.
Según la moción, defendida por el portavoz del PNV y dirigente del GBB, Imanol Goenaga, un informe geotécnico encargado por el propio Ayuntamiento confirma que la zona presenta “inestabilidad y riesgo de nuevos desprendimientos” si no se actúa de forma inmediata. En total, dicho informe cifra el coste de los trabajos en 450.000 euros (IVA incluido) y propone una ejecución de entre tres y cinco meses, dada la complejidad del terreno y la necesidad de trasladar materiales mediante helicóptero“. ”Los estudios técnicos son claros y la urgencia está justificada: hay riesgo real de nuevos deslizamientos y el canal sigue roto. EH Bildu tiene la obligación de actuar ya. Cada día que pasa sin obras, la central sigue parada y Andoain pierde ingresos y capacidad de autoabastecimiento energético“, ha señalado Goenaga.
El PNV ha defendido en el pleno que, según la Ley de Contratos del Sector Público, este tipo de intervenciones pueden tramitarse por vía de emergencia, permitiendo ejecutar las obras de inmediato para evitar daños mayores o riesgos ambientales. El propio departamento de Servicios Municipales ha avalado la necesidad de esta tramitación excepcional ante el peligro de nuevos desprendimientos y la paralización de la central.
La central hidroeléctrica de Bertxin está en funcionamiento 1924, y suministra electricidad a varios edificios municipales. Según ha defendido el PN,V “el Consistorio gasta anualmente alrededor de 400.000 euros en electricidad cuando la central de Bertxin ha llegado a dar beneficios de 8.000 euros al día”. “De media, estamos vendiendo esa electricidad a 10 céntimos el kW para luego comprarla a 25 céntimos el kW”, ha dicho Goenaga, que ha considerado evidente que “Bertxin ofrece una oportunidad real de mejorar la capacidad de generación de energía renovable local”.
En este sentido, asegura que “podría garantizar el suministro eléctrico de la totalidad de las instalaciones municipales”. Su actual paralización supone, por ello, “no solo una pérdida económica, sino también un retroceso en los objetivos locales de autonomía energética y transición ecológica”. “La reparación del canal de Bertxin no puede esperar. EH Bildu debe dejar de mirar hacia otro lado y poner los medios necesarios para garantizar la seguridad, el medio ambiente y el futuro energético de Andoain”, ha concluido la moción presentada por el PNV.
Desde el equipo de Gobierno de EH Bildu se ha señalado que no es fácil acometer la reforma y el coste que supondrá, pero el concejal del PNV le ha recordado que los presupuestos municipales de 2025, antes de que sucediera el desprendimiento, ya se acordó con el PNV incluir una partida de 100.000 euros para labores de mantenimiento y actualización de la central, “de los cuales solo se han ejecutado alrededor de 20.000 euros, correspondientes a la reparación de la cubierta del edificio”. Mientras tanto, los trabajos de mejora de seguridad (implantación de una línea de vida) o la reparación de las grietas y daños en el resto del canal -que suministra el agua necesaria para el funcionamiento de la central- “siguen sin abordarse, agravando el deterioro”, ha señalado.
“Cuesta reparar, pero también no repararlo”, ha defendido el concejal del PNV, porque a mayor deterioro será más complicado la recuperación de esta infraestructura. En este sentido, ha recordado que si se abandona la central desmantelar las instalaciones supondrá un coste de 2,5 millones de euros. El PSE-EE ha defendido su voto favorable porque se trata de una central hidroeléctrica necesaria para impulsar el autoconsumo del pueblo. Por la misma razón el concejal de Elkarrekin se ha mostrado a favor de “poner la central en marcha lo más rápido posible”, aunque ha dudado de que suponga tantos ingresos para el municipio como defiende el PNV. La central estuvo anteriormente un año parada y sin generar electricidad, por los graves daños que, a causa de varios desprendimientos, sufrió el canal. Retomó la actividad en octubre del año pasado.