Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Sobre este blog

A pesar de que tiendo a quererme me cuesta definirme y decir lo que soy. Periodista, empresario, analista, abogado economista, politólogo, ... Me gustan poco las etiquetas pero me quedo con la de ciudadano activo y firme defensor de la libertad de prensa. He trabajado en la tele y en alguna revista, salgo de vez en cuando en la radio pero lo sitios donde más tiempo he trabajado han sido el Gobierno vasco y el diario El País. Lo que siempre he buscado en el trabajo es divertirme y que me dé para vivir.

Necesitamos empresarios

Pedro Gómez Damborenea

El objeto de este artículo es reivindicar la figura del patrón. ¿Puede un país vivir sin empresarios? Me temo que no. Más bien lo contrario.

1-¿Emprendedor sí y empresario no?

Parece ser que un emprendedor es un tipo extraordinario que pone en marcha un sueño con el que va a generar riqueza, empleo y bienestar. Emprender está muy bien, pero uno deja de ser emprendedor el primer día que se enfrenta al mercado y a las nóminas. Ese día se convierte en un empresario con la responsabilidad de llegar a fin de mes y de no caer en pérdidas y destruir su propio sueño. Las palabras en ocasiones sirven para camuflar la realidad.

2-Arriesgar. Poner en marcha el sueño implica arriesgar.

Coger el mucho o poco dinero que uno tiene ahorrado y apostarlo a un proyecto. Lógicamente cuando uno juega espera ganar dinero. Es un principio lógico. El que apuesta a la bonoloto lo hace con el propósito de ganar. En el camino el empresario contrata a gente e intenta vender un producto competitivo. El paso de emprendedor a empresario es rápido y el salto demagógico a ser llamado por algunas personas “explotador” es casi automático, especialmente si el negocio funciona. Si va mal, no cabe duda de que para muchos se trata de un “peligroso sinvergüenza”. Flaco favor han hecho a los empresarios los Diaz Ferrán de turno, porque haberlos haylos. Pero los hay en todas las facetas de la vida. ¿Recuerde al caradura que siempre se escaquea en su trabajo? El problema estriba en que en el momento en que se detecta un sinvergüenza habría que quitarlo rápido de la circulación y no se hace o se tarda demasiado en hacerlo.

3-Un país de pymes.

En este enlace se muestra el mapa de las pymes en España. Aquí se ve que éste es nuestro tejido empresarial y conviene no olvidarlo. Solo hay 3.801 empresas en España con más de 250 trabajadores. Son las que generan la mayor parte del empleo y nos podemos empeñar en que los empresarios que hay detrás de cada uno de estos proyectos nos roban la plusvalía y son lo peor de lo peor, pero es un argumento fácil, poco reflexivo y de escaso peso. La inmensa mayoría entregan su tiempo y su dinero. El empresario siempre tiene como objetivo que la empresa sea rentable y gane dinero. Cuando lo hace, además, genera riqueza y empleo. Pero cuando pierde, perdemos todos. Él, lo que ha invertido; y el resto, el empleo y el bienestar generado.

4-Responsabilidad y participación en la gestión.

La corresponsabilidad empresario-trabajador es hoy más necesaria que nunca. Alemania nos está asfixiando con una política de austeridad que da la espalda al ciudadano. Sin embargo, hay cuestiones de las que podemos aprender. El empresario debe entender que el trabajador es parte esencial de la empresa y no un mero factor productivo. Es capaz de entender, aportar y participar. Y ahora más que nunca. Y el trabajador no puede desaprovechar esa oportunidad si se le abre y debe pelear porque se genere. Los sindicatos deben cambiar y modernizar estrategias o a la larga perderán la partida y la afección de los trabajadores.

5-Capital español.

Tener empresas de capital local es bueno. Partimos de la premisa de que una empresa local debe ser competitiva globalmente. Los últimos datos de las exportaciones nos muestran que las empresas españolas son competitivas porque son capaces de vender sus productos fuera. La tasa de cobertura (diferencia entre la ventas al exterior y las compras del exterior) es positiva por vez primera desde hace 42 años. Sin exportaciones nuestra economía hubiera caído aún más, aunque parezca imposible. La palanca exterior es clave si queremos salir de la crisis y más cuando en el interior no hay demanda y no hay unas políticas públicas anticíclicas. No hay estímulos públicos, sino recortes.

Las empresas de capital local tienen apego a su tierra, aunque tengan que salir fuera a producir y multilocalizarse. El grupo cooperativo Mondragón tiene bien cuantificado cómo sus implantaciones en el exterior han generado empleo en casa. Solamente requiere compromiso con tu entorno. Lógicamente, un grupo cooperativo en el que sus trabajadores son los dueños del negocio, tiene mayor apego. Pero se me ocurre también que muchos empresarios vascos se quedaron en su tierra, pegados a su taller, a pesar de las amenazas e invitaciones de ETA a abandonar. Las administraciones deben implicarse activamente en fortalecer el tejido empresarial y en que las empresas españolas sigan siendo españolas. Piensen por un momento lo barata que resulta ahora Gamesa en bolsa y lo que ha costado de esfuerzos públicos y privados españoles. No creo que nos debamos permitir que se convierta, por ejemplo, en una empresa británica.

Ni la banca beneficiada por el rescate, ni los gobernantes, pese a manifestarlo reiteradamente, están apoyando realmente al tejido empresarial, más allá de las palabras. Rebajan los estímulos y las ayudas en I+D que son tan importantes para ser competitivos, generar empleo y bienestar colectivo. Olviden las campañas de comunicación de las clases dirigentes y comparen los presupuestos autonómicos o del Estado de este ejercicio con los del pasado año. Los estímulos a las empresas representan un escaso porcentaje sobre el global del gasto, pero son cantidades muy importantes para salir de la crisis y que arrastran un efecto multiplicador. Por cada euro público destinado a un programa de I+D empresarial se movilizan entre dos y tres euros del sector privado.

6-El absurdo miedo al capital extranjero.

Necesitamos que venga y permanezca. Hay que cuidar al inversor de fuera. Abandonemos la teoría de que las multinacionales son malas por definición. No sé que sería de Vitoria sin Mercedes y Michelin. Probablemente, son dos de los sitios más deseados para trabajar en Vitoria, tanto por sueldos como por su marco laboral. Las administraciones públicas y los agentes sociales están obligados a proteger la inversión extranjera y a hacer atractivo el país a nuevas inversiones. No se trata de habilitar una barra libre sino un entorno estable. Hablo de jugar con reglas claras. Nada de trampas porque nadie las acepta. Las grandes empresas que utilizan su fuerza para violar principios éticos y empresariales lo acaban pagando porque antes o después se descubre y los ciudadanos ya no lo perdonan. Sirva de ejemplo Bangladés. La llamada responsabilidad social corporativa (RSC) que llena la boca de los grandes ejecutivos debe ser algo más que unas líneas en una memoria anual. En este momento, me atrevo a asegurar, que no hay mayor RSC que el compromiso real con el empleo.

7- La industria y su peso en el PIB.

Cuanto mayor es el peso industrial menor es la tasa de paro. Revisen los datos de cada comunidad autónoma. El mayor peso industrial va acompañado también del mayor gasto público en I+D empresarial. Recortar en esta materia tiene una incidencia directa en el empleo. A modo de ejemplo, Euskadi. El peso de la industria vasca en el PIB industrial de España ronda el 10% cuando la población en el País Vasco no llega al 4,6% del conjunto de España y el PIB total es el 6,2 del español. Euskadi representa el 9,3% de las exportaciones. La industria es el 27% del PIB vasco y tan solo el 17% del de España. En el País Vasco se gastaba hasta el año pasado un 2,03% de su PIB en I+D+i, por encima de la media europea. Ahora con el nuevo Gobierno vasco se prevé una bajada porque ha optado por recortar en esta materia, como ha venido haciendo el Gobierno central. Conclusión: Euskadi tiene un 16,28% de paro, según la EPA, (una barbaridad), pero el conjunto de España un escalofriante 27,16%.

Necesitamos buenos empresarios e industria competitiva y tecnológicamente avanzada.

Sobre este blog

A pesar de que tiendo a quererme me cuesta definirme y decir lo que soy. Periodista, empresario, analista, abogado economista, politólogo, ... Me gustan poco las etiquetas pero me quedo con la de ciudadano activo y firme defensor de la libertad de prensa. He trabajado en la tele y en alguna revista, salgo de vez en cuando en la radio pero lo sitios donde más tiempo he trabajado han sido el Gobierno vasco y el diario El País. Lo que siempre he buscado en el trabajo es divertirme y que me dé para vivir.

Etiquetas
stats