A pesar de que tiendo a quererme me cuesta definirme y decir lo que soy. Periodista, empresario, analista, abogado economista, politólogo, ... Me gustan poco las etiquetas pero me quedo con la de ciudadano activo y firme defensor de la libertad de prensa. He trabajado en la tele y en alguna revista, salgo de vez en cuando en la radio pero lo sitios donde más tiempo he trabajado han sido el Gobierno vasco y el diario El País. Lo que siempre he buscado en el trabajo es divertirme y que me dé para vivir.
El oscuro túnel de la prensa
La igualdad y la vida e integridad son probablemente los pilares de cualquier declaración de derechos fundamentales. Casi me atrevería a decir que de ellos se derivan el resto, o mejor, que sin ellos no pueden darse el resto. La lista luego es amplia (habeas corpus, libertad de enseñanza, derecho de asociación, libertad de cátedra, tutela efectiva, libertad de expresión…). El periodismo tiende a pensar que la libertad de expresión es patrimonio exclusivo de la prensa y confunde libertad de expresión con libertad de prensa. Existe una conexión directa entre ambos conceptos pero son diferentes.
Cuando hablo de libertad de prensa siempre pienso en el Shinbone Star y en su fundador, editor, director, redactor… Dutton Peabody, un borrachín entrañable. Los personajes creados por John Ford cautivaban y a la par reflejan principios esenciales. En 1962 en ‘El hombre que mató a Liberty Balance’, donde se aborda la expansión hacia el oeste, la frontera, Ford defiende como nadie la Primera Enmienda a la Constitución de los EE UU: “El Congreso no hará ley alguna con respecto a la adopción de una religión o prohibiendo el libre ejercicio de dichas actividades; o que coarte la libertad de expresión o de la prensa, o el derecho del pueblo para reunirse pacíficamente, y para solicitar al gobierno la reparación de agravios”.
Qué sencillo parece en el cine y qué complejo en la realidad. Hoy la prensa está en demolición. ¿Matamos definitivamente el papel? No seré yo el que me atreva. La prensa está sumergida en un proceso de transformación brutal en el que se cruzan la crisis de los medios con la crisis económica que nos asola. El riesgo de esta deriva está en adivinar dónde está el futuro o saber si hay futuro. No me cabe duda de que el periodismo de verdad encontrará su hueco porque existirán demandantes de información rigurosa. Pero, ¿mientras?
Mientras, los periodistas que hacen información opinan de todo y el lector puede llegar a confundirse y mezclar ambos conceptos. Mientras, los periodistas creen que la libertad de expresión es potestad exclusiva de ellos, sin pensar que es un derecho de cada ciudadano. Mientras, la pérdida de ingresos de los medios mina la independencia a la hora de hacer información. Mientras, la libertad de prensa, como elemento clave del equilibrio de poder en las democracias, se resquebraja. Mientras, fluye la idea de que cualquiera es un periodista y que no se necesita a los profesionales cualificados. Mientras, amparados en el anonimato, exaltados varios vilipendian y niegan sistemáticamente la discrepancia y la libertad de pensamiento. Mientras, qué miedo dan esos ‘mientras’ y qué frío hace.
Recuerdo que cuando me inicié en el periodismo, un señor llamado Juan Luis Cebrián, ahora presidente de El País, defendía dos elementos esenciales para mantener la independencia de la prensa: la viabilidad económica y pagar bien a los periodistas. Hoy no sé muy bien lo que defiende, pero estoy muy de acuerdo con lo que decía entonces. El problema es saber de dónde salen esos ingresos en este periodo negro que atravesamos. ¿Es la prensa más dependiente que hace diez años? Me temo que la respuesta es sí, aunque es imposible generalizar.
Me gustaría saber cuál es el modelo. Me gustaría mucho. Mi vida ha sido el periodismo de papel y ahora estoy inmerso en muchas cosas, pero entre ellas la puesta en marcha de www.eldiarionorte.es, una aventura digital. Sigo defendiendo la separación de opinión e información. No comparto la idea de que el periodista que informa en el día a día haga opinión. No creo en los anónimos para opinar. Me preocupa la caída de sueldos de los periodistas porque puede volver el tiempo de los ‘sobrecogedores’, cuando muchos se iban de las ruedas de prensa con un sobre sin sello ni remite porque sus salarios miserables no les daban. Me preocupa que la prensa no equilibre los poderes y con sus informaciones veraces sirva de regenerador del sistema. Me preocupa que se pierda el saber acumulado en las redacciones porque el periodismo no es una carrera, es un oficio que se aprende en las redacciones. Encontrarse en un accidente y tuitearlo no hace de nadie un periodista.
Me preocupan muchas cosas y desconozco el futuro. Sí conozco a muchos periodistas honrados, a los que se llama ‘canallesca’, que trabajan como pueden, que han sido despedidos o que tienen miedo a serlo. Conozco muchas aventuras donde el periodista se convierte en empresario para poder ser periodista. www.eldiarionorte.es es una de estas aventuras. Y lo quiero decir. Es un diario gratuito en internet que nace con el esfuerzo personal y económico de sus socios y sus trabajadores. Todos hacen una apuesta de futuro. Ha tenido muy buena acogida entre los lectores y aspira a ser una empresa rentable de la mano de los anunciantes y de los lectores que estén dispuestos a apoyar el proyecto.
Sobre este blog
A pesar de que tiendo a quererme me cuesta definirme y decir lo que soy. Periodista, empresario, analista, abogado economista, politólogo, ... Me gustan poco las etiquetas pero me quedo con la de ciudadano activo y firme defensor de la libertad de prensa. He trabajado en la tele y en alguna revista, salgo de vez en cuando en la radio pero lo sitios donde más tiempo he trabajado han sido el Gobierno vasco y el diario El País. Lo que siempre he buscado en el trabajo es divertirme y que me dé para vivir.