A pesar de que tiendo a quererme me cuesta definirme y decir lo que soy. Periodista, empresario, analista, abogado economista, politólogo, ... Me gustan poco las etiquetas pero me quedo con la de ciudadano activo y firme defensor de la libertad de prensa. He trabajado en la tele y en alguna revista, salgo de vez en cuando en la radio pero lo sitios donde más tiempo he trabajado han sido el Gobierno vasco y el diario El País. Lo que siempre he buscado en el trabajo es divertirme y que me dé para vivir.
Urkullu busca ahora el abrazo de Patxi
El único recorrido posible de la reunión de ayer era que el PNV mostrara intención de ceder en las demandas de alguno de sus compañeros de mesa. Está claro que optó por lanzar un guiño a los socialistas y a su ya larga demanda de reforma del entramado fiscal vasco. Aún no hay nada, pero Urkullu, y su cabeza pensante, Andoni Ortuzar, echaron un cabo a la barcaza socialista y descartaron de salida al resto de los partidos. La jugada tiene riesgo, tiene plazo y le da a Urkullu un par de semanas de oxígeno.
El Gobierno ha decidido poner en marcha conversaciones bilaterales con todos los partidos. Probablemente sean todas con fotógrafos. Las bilaterales son un paso imprescindible para cocinar cualquier acuerdo, pero ya ha decidido con quién espera acordar. Ahora entramos en si habrá o no resultados, pero tenía varias opciones. La suma de todos, que era imposible; apostar por EH Bildu, con los que suma mayoría parlamentaria aunque les tiene miedo; o acudir al PSE-EE, con quien también suma mayoría parlamentaria.
Los socialistas recibieron con cierta alegría la disposición nacionalista a entrar en su agenda: reforma del entramado fiscal, lucha contra el fraude y reactivación. La verdad es que poniendo esos temas sobre la mesa no tenían otra opción que decir que se abrían a hablar. Otra cosa muy distinta es lo que pueda pasar de ahora en adelante.
El plazo es junio, es decir, ya, y el acuerdo no es fácil. El lehendakari Urkullu pide sopitas al lehendakari López para tratar los temas que este último quería abordar en su último año en la presidencia del Gobierno vasco. Hasta ahí podría parecer todo bien salvo porque Urkullu anuló entonces cualquier posibilidad de acuerdo y acusó al Gabinete López de endeudar y llevar casi a Euskadi a la ruina. Los datos económicos vascos han mostrado que Urkullu manipulaba y López tenía razón.
Desde que llegara al poder, Urkullu se ha esforzado en mostrar que el parón de su Gobierno y la imposibilidad de sacar los presupuestos eran por culpa de la oposición. El ideólogo Ortuzar se ha esforzado en atacar a los socialistas en entrevistas y comparecencias públicas y el portavoz Erkoreka de avanzar una “pinza” entre EH Bildu y el PSE. Supongo que se trataba de calentar el ambiente para generar buen rollito y obligar a los socialistas a apoyar al Gobierno. Recordemos que este Ejecutivo solo cuenta con 27 parlamentarios de 75 y que ha optado por gobernar en minoría y sin acuerdos.
Cuento todo esto para que nadie se olvide de que este es el marco que precede a la cocina de cualquier acuerdo.
Ya sé que se necesitan acuerdos y que todo el mundo los pide y que la crisis es aplastante y que hay una desesperación y hartazgo ciudadano importante, pero para acordar no basta con esbozar los temas, hay que entrar a fondo. Mucho tienen que cambiar las cosas, pero la brecha la veo enorme.
Erkoreka ya puso límites a la interconexión de los datos fiscales entre las diputaciones y este aspecto es esencial para el plan de lucha común contra el fraude que quieren poner en marcha los socialistas. Además, las diputaciones gobernadas por tres partidos distintos (PNV, Bildu y PP) tendrán algo que decir. Como supongo que deberán opinar en cualquier reforma del entramado impositivo, que, en el poco transparente sistema fiscal vasco, termina en las tres Juntas Generales.
Puede que me equivoque, pero mucho tienen que cambiar las cosas para que las piezas encajen. Puede que volvamos a terminar esta ronda con una llamada del Gobierno a la responsabilidad de la oposición a que le apoye y un desesperante canto a la obsesión de Bildu y PSE de hacer pinza contra el Gobierno.
Sí quiero dejar claro a los lehendakaris Urkullu (principalmente) y López, piezas claves de este diálogo que se abre, que si no hay cesión de verdad no habrá acuerdo y que todos estamos cansados. La foto vacía no sirve par crear empleo, no sirve para apoyar a las empresas, no sirve para calmar angustias, no sirve para nada. Sí sirve para que pensemos que hay más de lo mismo, es decir, nada. Dicho esto, debe quedar claro que quien debe liderar y generar acuerdos es el Gobierno y si no es capaz, pues que piensen en hacer otra cosa que no estamos para perder el tiempo.
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A pesar de que tiendo a quererme me cuesta definirme y decir lo que soy. Periodista, empresario, analista, abogado economista, politólogo, ... Me gustan poco las etiquetas pero me quedo con la de ciudadano activo y firme defensor de la libertad de prensa. He trabajado en la tele y en alguna revista, salgo de vez en cuando en la radio pero lo sitios donde más tiempo he trabajado han sido el Gobierno vasco y el diario El País. Lo que siempre he buscado en el trabajo es divertirme y que me dé para vivir.
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