La agonía de Montehermoso

La desaparición de espacios culturales está en la misma línea que la burbuja inmobiliaria. En concreto en Vitoria-Gasteiz, hemos ido viendo cómo el tejido artístico, expositivo, se ha ido limitando cada vez más. Todavía podemos recordar el faraónico edificio del KREA el cual se encuentra en estos momentos solo, triste, atrapando polvo, sin estrenar a la espera de un futuro mejor.

Montehermoso ha sido un referente en la cultura vitoriana. Un espacio gestionado por el Ayuntamiento que ha pasado por diversas épocas y que ha tenido siempre una gran actividad expositiva. Sus posibilidades son muchas pudiendo acoger varias muestras diferentes a la vez. Desde grandes montajes en la zona del depósito, hasta exposiciones de diferentes tamaños en las otras plantas, dada su capacidad modular. Además cuenta con un bar-restaurante que tiene una terraza con amplias posibilidades.

Ahora mismo en el Centro Cultural Montehermoso de Vitoria-Gasteiz hay una exposición titulada: 'Mujeres bajo sospecha'. Una exposición en la que Montehermoso solo colabora, organizada por el Servicio de Igualdad del Ayuntamiento. La temática de esta muestra está dentro de la política, lo social, 'Mujeres Bajo Sospecha' (Memoria y sexualidad 1930-1980).

“Nos habla de la sexualidad de las mujeres, es el tema que guía la exposición a través de los objetos y documentos que estuvieron cerca de la vida de las personas, se marca un recorrido temático y no lineal entre lo íntimo y lo público, lo popular y las élites, lo anónimo y los personajes con nombre y apellidos. Un mosaico inacabado con unas protagonistas: Las mujeres puestas bajo sospecha durante la dictadura franquista, que a pesar de estar duramente reprimidas o aburridamente conformadas, en ocasiones encontraron espacios en los que expresarse con voz propia”.

La exposición en sí misma no está dentro de la temática artística, no busca el objeto artístico, pero al ubicarse en un lugar en el que se han realizado tantas muestras artísticas uno no puede dejar de tener la sensación de que está en una de ellas y el comportamiento ritual de observación aparece de forma casi instintiva. Posiblemente ello se deba a que el montaje está realizado con un gusto exquisito, ubicando los diferentes apartados al estilo puro de una muestra casi pictórica. Combinando zona de visión vertical y directa, con otras de observación de objetos tridimensionales colocados en mesas acristaladas. El vídeo también aparece en un par de zonas aportando todavía más documentación. Destaca un uniforme femenino infantil de gala con el yugo y las flechas, realmente impresiona. Por otro lado, hay un artículo de la Revista Interviú, año III, núm. 85, del 29 de Diciembre – 4 de Enero de 1978. Titulado: “Mastúrbate y sé feliz”, una auténtica bomba para esos tiempos.

Aún así, con una exposición tan bien realizada como esta no se puede dejar de pensar en la agónica situación por la que pasa el Centro Cultural Montehermoso, vacío, perdido y solitario. Ya sabemos que no hay 'pasta', ya sabemos que hay otras necesidades más importantes, ya sabemos todo eso pero también sabemos los artistas que lo que nos mueve a expresarnos en el arte es más importante que esas otras cosas. Que la sociedad necesita del arte más de lo que cree, un espacio como Montehermoso con un poco de esfuerzo por parte de la instituciones, que sirviera para que los artistas locales o foráneos pudiesen exponer. Dotarlo de actividad sería bueno para la ciudad. Se pueden buscar alternativas organizadas de bajo coste. Estoy convencido de que el tejido artístico local vería con muy buenos ojos la posibilidad de activar este espacio. Seguro que se pueden buscar algunos recursos por parte del Ayuntamiento para que recupere una actividad perdida. Para que vuelva a ser un referente artístico más en Vitoria-Gasteiz.