Es sabido por cualquier persona usuaria de la sanidad pública vasca el buen hacer de sus trabajadores y trabajadoras en todo lo relativo a la atención y la dedicación a las personas. Quienes trabajan en Osakidetza han conseguido durante años que la sanidad pública vasca sea un ejemplo para otros sistemas sanitarios. También es sabido que esto ya no es así, y que el deterioro que sufre Osakidetza es importante en comparación con épocas pasadas. El personal sigue teniendo implicación y buenas competencias profesionales. No obstante, y como cualquier usuario podrá observar, lo que falta es precisamente personal para atender a los colectivos, cada vez más numerosos, que demandan los servicios de Osakidetza. Los recortes están poniendo a nuestra sanidad pública en un serio peligro, y vamos camino de no ser ejemplo de nada, o al menos, de nada bueno.
El ejemplo del PAC (Punto de Atención Continua) de Durango, aparecido en la prensa en determinadas ocasiones debido a las movilizaciones que la plantilla de ese centro ha llevado a cabo, es una buena muestra de lo que está ocurriendo. Estas movilizaciones se han convocado para reivindicar unas condiciones de trabajo dignas, puesto que el actual número de personas que trabajan en él no pueden atender debidamente a todos los usuarios del PAC, lo que ha ocasionado incidentes debidos a esta presión asistencial, incidentes que se han puesto en conocimiento de la dirección de la OSI Barrualde- Galdakao. Quienes deben tener todos los medios humanos y materiales para prestar a la ciudadanía un servicio de diagnósticos y tratamientos adecuados, no pueden trabajar sometidos a esta presión.
Desde el año 2011 hasta hoy las diferentes direcciones de Osakidetza han marcado un planteamiento claro de no incremento de la plantilla, abordando diversas estrategias: contratar a una empresa externa para analizar el conflicto, expedientar a trabajadoras por alarmar a la ciudadanía o hacer un simulacro de evaluación de riesgos psicosociales. Todo esto no ha aportado ninguna solución real, y solo ha crispado más la situación que se vive en el centro de trabajo. La actual dirección sigue sin admitir que este servicio sanitario, por las características de ubicación y distancia al hospital de referencia, debe ser organizado y dotado por Osakidetza con una plantilla que pueda responder sin las excesivas cargas de trabajo que se dan con frecuencia debido a la atención de urgencias simultáneas y a la demora en la atención.
Tras diversas denuncias sindicales, Osalan estableció que había incumplimientos legales y que había que realizar una evaluación de riesgos psicosociales. La Inspección de Trabajo también requirió en mayo del 2013 a Osakidetza que realizase esta evaluación con las garantías que marca la ley. Los representantes sindicales comparecieron en el Parlamento Vasco en nombre de los trabajadores y trabajadoras del PAC, lo que motivó que todos los grupos políticos de la oposición acordasen instar al Gobierno Vasco a que dotara de una enfermera adicional por turno al PAC.
Lejos de cumplir esto, la dirección de Osakidetza, de nuevo, se niega a incrementar la plantilla, alegando y protocolizando, entre otras cosas, que el celador podrá establecer la prioridad del paciente para ser atendido por el médico o la enfermera. Las últimas incidencias acontecidas en el PAC de Durango muestran el resultado de estas actitudes de la dirección: demoras de hasta tres horas en la atención, quince pacientes en sala de espera y un aumento significativo de los pacientes infantiles sin priorización por parte del personal sanitario. Las últimas declaraciones del consejero de Salud, Jon Darpón, en el propio Parlamento, ratifican que no se incrementará la plantilla en el PAC de Durango
Los trabajadores de los centros de atención primaria y de atención especializada que atienden a pacientes urgentes o los representantes sindicales no sólo tienen que demandar mejoras en las condiciones de trabajo en la sanidad pública. Entendemos que es necesario poner todos estos hechos en conocimiento de los usuarios y usuarias de Osakidetza, puesto que están en todo su derecho de demandar un servicio de calidad, que en la actualidad no se está prestando. Sabemos cómo se resuelven las problemáticas que hemos trasladado en repetidas ocasiones a la dirección de la misma: con más personal y menos recortes. La pelota está, definitivamente, en el tejado de Osakidetza. Les toca mover ficha.
*Iñigo Garduño Cuevas es secretario general de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios y Alfonso Ríos Velada es responsable de Salud Laboral de CCOO de Euskadi.Iñigo Garduño CuevasAlfonso Ríos Velada
Sobre este blog
Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
0