Este año ha venido marcado por la conmemoración y recuerdo del primer Gobierno vasco del lehendakari José Antonio Agirre. Un Gobierno plural que se asentó en el acuerdo, en el compromiso con la legitimidad democrática y la libertad. Un proyecto centrado en los valores humanistas y en la persona, atento a las necesidades del momento y orientado a construir un mejor futuro para el País. Un Gobierno que puso en marcha la institucionalización de Euskadi y supo mantener viva la llama del Pueblo Vasco en los duros tiempos de exilio y dictadura.
Aquel primer Gobierno del lehendakari Agirre nació con un programa y una visión de futuro para nuestro País. Gracias a su determinación, Euskadi cuenta hoy con un sistema de Autogobierno propio y singular, tanto en sus relaciones con el Estado como en el marco del proyecto de construcción europeo.
De hecho, en estos momentos de transición, el proyecto que defendemos para Europa enlaza con el ideario de aquel primer Gobierno vasco. Un proyecto que recupere los valores fundacionales de la Europa social y centre su atención en la persona. Un proyecto que se asiente en el reconocimiento de la diversidad cultural, política e institucional de una Europa consciente de la riqueza de la pluralidad. Capaz de reorganizarse desde la base de los Pueblos–Naciones que la conforman. Un proyecto político que recupere el principio de subsidiaridad y se construya desde la soberanía compartida, una idea de Europa que defendemos como Federación de Naciones.
Euskadi vive un nuevo tiempo e inicia una nueva etapa. En el marco de esta Europa, miramos al futuro político con el objetivo de alcanzar el reconocimiento de la singularidad del Autogobierno y de nuestra realidad nacional. La visión de futuro que estamos planteando tiene hondas raíces y enlaza con los Derechos Históricos del Pueblo Vasco, expresión de la tradición foral que encontró acomodo en la primera experiencia estatutaria de 1936 y que cuenta con el amparo y respeto de la Constitución de 1978.
Avanzamos en la segunda década del siglo XXI y, recuperando este mismo espíritu, planteamos un nuevo marco jurídico de convivencia política, proponemos la actualización de la naturaleza pactada del Autogobierno, sobre la base de un acuerdo integrador en el seno de nuestra Comunidad, que sea pactado con el Estado y cuente con la ratificación expresa de la sociedad vasca.
Esta convivencia se debe fundamentar en valores sólidos. Debemos dejar atrás años de terrorismo y violencia, asentar la memoria y construir un nuevo futuro. La sociedad vasca apuesta firmemente por la convivencia y los derechos humanos. En este objetivo, el desarme y disolución definitiva de ETA, el final ordenado de la violencia, es una tarea pendiente que, en tanto no se complete, estorba a esta sociedad.
El Gobierno vasco hizo una propuesta en este sentido hace dos años. La responsabilidad principal de dar respuesta a esta propuesta está en manos de ETA. No sirven procesos con efectos virtuales. El Gobierno vasco está dispuesto a apoyar un proceso de desarme y disolución de ETA con efectos reales y con pasos serios.
Iniciamos un nuevo año y una nueva legislatura. Debemos perseverar en construir una sociedad asentada en valores firmes. Euskadi ha avanzado desde el diálogo, el acuerdo y la colaboración. Esta debe seguir siendo la cultura política de un País dispuesto a avanzar con un proyecto compartido.
Sobre este blog
Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
