Administración y agricultores rechazan la inviabilidad apuntada por los competidores de la azucarera
La consejera de agricultura, Begoña García, ha enmarcado en “el miedo” a la competencia las palabras del consejero delegado del grupo Azucarera Iberia, Juan Luis Rivero, quien calificó de “inviable” el proyecto del grupo árabe Al-Khaleej Sugar de abrir una planta productora de azúcar en Mérida.
“Es un competidor y tiene mucho miedo”, pues llega una competencia con una planta con tecnología de primer nivel, ha manifestado García al ser preguntada en rueda de prensa por las declaraciones de Rivero.
“Yo no le doy credibilidad. Cualquiera que sepa de agronomía sabe que se necesitan muchos años para el desarrollo sostenible del cultivo de remolacha, y hablamos de una zona (Extremadura) donde no se cultiva desde hace veinte años”, afirmaba el martes Rivero durante un acto en Madrid.
No obstante, el consejero delegado de Azucarera precisó que sí ve factible la construcción de unas instalaciones dedicadas al refinado de azúcar -procedente de otras zonas-, pero no de una “industria remolachera” como tal.
Intentaron impedirlo
El alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, ha indicado que la citada empresa “hace esa afirmación falsa porque es la competencia directa de la industria Sugar Ibérica de Mérida”, impulsora del proyecto azucarero emeritense.
“Se trata de la industria -en referencia a Azucarera- que presentó alegación al acuerdo del pleno del 15 de noviembre de 2017, intentando impedir la libre competencia, y la instalación de la industria en Mérida, contando esta con las mismas ayudas que ellos han tenido en Castilla y León”, ha dicho Rodríguez Osuna.
Asimismo, las organizaciones agrarias UPA-UCE Extremadura, ASAJA Cáceres y Cooperativas Agro-alimentarias han manifestado su desacuerdo con el consejero delegado de Azucarera.
“Las organizaciones agrarias extremeñas y Cooperativas Agro-alimentarias nos unimos para rechazar lo que consideramos como unas declaraciones interesadas”, con las que la empresa Azucarera pretende poner en duda el proyecto y evitar así más competencia, han manifestado a través de un comunicado de prensa.
“Persiguen ponerle trabas al proyecto para no perder su hegemonía en el conjunto del sector remolachero español, ya que están acostumbrados a funcionar como un oligopolio y marcar las reglas, tanto a los productores como a los consumidores”.
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