Avisan de la presencia de comida con clavos y cebos envenenados para mascotas en las calles de Mérida
Pedazos de alimentos con chinchetas y clavos en su interior. Gominolas con matarratas y pedazos de carne inflados con antidepresivos y medicamentos para epilépticos. Estos son algunos de los restos que han aparecido en los últimos meses espartidos por las calles de Mérida.
Como consecuencia de estos actos incívicos, algunos perros han permanecido en coma con evidentes síntomas de intoxicación. Otros no han podido superar los síntomasy han fallecido.
Los amantes de los animales y los dueños de mascotas vuelven a estar ‘ojo avizor’ después de que la semana pasada apareciera un nuevo caso en la calle Maquesa de Pinares. Se trata de cáscaras de queso rodeadas de un alfiler de grandes dimensiones, parecido a un pincho moruno.
Según explica Rubén Manteca, veterinario de la Clínica Veterinaria Marquesa de Pinares, estos elementos punzantes pueden provocar perforaciones en el esófago o el estómago de las mascotas.
Sacar a la mascota a pasear resulta algo peligroso cuando los dueños son conscientes de que sigue habiendo casos malintencionados. Los perros acuden por instinto a oler estos cebos y una vez que se lo han metido en la boca es muy difícil evitar una tragedia.
Pero no solo se han registrado situaciones de este tipo en Marquesa Pinares. Meses atrás se encontraron en la Zona Sur, junto a los Salesianos, trozos de carne cubiertos con chinchetas. Allí les tocó a varios dueños de mascotas hacer una batida y retirar todos los restos.
Comida bañada en medicamento para epilépticos
Por su parte, en la Zona Norte de la capital autonómica se han registrado casos de envenamientos con pastillas para personas epilépticas y narcóticos. Unas pastillas que paralizan los órganos de los animales y que en grandes cantidades provocan la muerte.
Este ha sido el caso de Yadi, una perrita de dos años y medio que falleció el año pasado con pastillas para epilépticos después de ser envenenada en dos ocasiones. Esta perra pudo superar el primer envenamiento tras un tiempo de recuperación, pero no el segundo. Según ha podido confirmar eldiario.es no se trata del único envenamiento de este tipo en la zona.
“En tres semanas la envenenaron dos veces. Nos sorpende, porque en la segunda ocasión la perra estaba en el patio, dentro de casa. Se quedó sola cinco minutos, y cuando volvimos cayó fulminante”, lamenta la dueña. Según explica, era un animal amigable, que no se había enfrentado a otras mascotas y que le gustaba jugar con los niños. “Volvieron a por ella, y ya está”.