La organización agraria UPA-UCE Extremadura se ha quejado de que los productores de ciruela no pueden entregar su cosecha a las centrales hortofrutícolas debido a la inexistencia de contratos, por lo que ha pedido a las administraciones que actúen para evitar esta práctica.
El secretario general de la organización agraria, Ignacio Huertas, ha reprochado la “gravísima” situación que atraviesan los agricultores de un sector que constituye el principal cultivo de fruta de hueso en la región y que sólo en la provincia de Badajoz acapara el 80 % de la producción nacional.
Pese a que la campaña se inició con una previsión de producción “normal a la baja”, el agolpamiento de algunas variedades por las cálidas temperaturas ha provocado una maduración más temprana de la fruta y un estancamiento del mercado en las últimas semanas, que ha llevado a las centrales a dejar de recoger una parte de la producción a los agricultores.
En lugar de adoptar otras fórmulas para una situación que a juicio de Huertas será “transitoria”, como aumentar el almacenamiento y llevar parte de la producción a la transformación de zumos, las centrales han optado por la solución “más fácil” aprovechándose de que no firman contratos con los agricultores.
Cupos de entrada
Según ha detallado, están poniendo cupos de entrada de fruta, fijando un calibre de más de 55 para recogerla en otros casos y rechazando determinadas variedades, y todo ello con “total impunidad” pese a que están realizando una práctica “prohibida por ley”, la recogida a resultas.
“Como no hay un compromiso de compra por escrito, los agricultores no tienen nada”, ha insistido el dirigente agrario, que ha exigido a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) que intensifique sus controles para evitar este proceder.
Ha pedido además una reunión con la consejera de Agricultura, Begoña García, para abordar este asunto y estudiar posibles medidas, como por ejemplo el plan de arranque aprobado en Cataluña.
Huertas ha lamentado además que los agricultores se sienten “impotentes”, una sensación agravada por los precios “ruinosos” que este cultivo viene sufriendo en los últimos años y que está llevando a muchos de ellos a plantearse arrancar sus árboles.
Ha instado además a la Asociación de Fruticultores de Extremadura (Afruex) “a dejar de mentir” y no presentar un panorama “idílico” cuando la situación es “catastrófica” y los “principales provocadores” son ellos.
Si en las próximas semanas no se produce un cambio en esta situación, UPA-UCE convocará movilizaciones.
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