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Tabaqueros protestan ante Cetarsa por bajos precios y no entregarán 1,1 millón de kilos

Cultivadores protestando este lunes en Talayuela, Cáceres

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Las organizaciones agrarias Asaja Extremadura y UPA-UCE Extremadura, junto a la  federación cooperativa Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura, han paralizado este lunes la entrega de tabaco a las industrias como medida de protesta por los precios que reciben los productores por parte de la industria pública Cetarsa. 

Los tabaqueros extremeños, que se han concentrado frente a las  instalaciones de Cetarsa, en Talayuela (Cáceres), no entregarán su producción a lo  largo de toda la semana, lo que supone alrededor de 1,1 millones de kilos. De esta  forma, quieren simbolizar el paro definitivo que se produciría en caso de que  desapareciera este cultivo por la inviabilidad de las explotaciones ante esos bajos  precios. 

Los tabaqueros extremeños han reclamado medidas que garanticen el  futuro de este cultivo, que “es sostenible medioambientalmente, fija población rural,  genera empleo y aporta 139 millones de euros a la economía regional”,  concentrándose fundamentalmente en el norte de Cáceres, donde se produce el 97%  del tabaco de España. 

Entre esas medidas se encuentran el establecimiento de contratos entre productores  e industria tabaquera y de unos precios justos para los productores que garanticen el  futuro de este cultivo. Y es que, según recordaron Asaja Extremadura, UPA-UCE  Extremadura y Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura, Cetarsa pagará 2,30  euros por cada kilo de tabaco a los productores, que tienen que asumir unos costes  de 2,75 euros para producirlo.  

La paralización de entrega de producción a la industria tabaquera se prolongará  durante toda la semana y se llevarán a cabo más acciones que las organizaciones irán anunciando. De momento, ya han solicitado una reunión con el presidente de la  Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y con la presidenta de la Sociedad  Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Belén Gualda González, con el objetivo  de exponerles la situación que atraviesa el sector productor de tabaco. 

Respaldo de los partidos

Todos los grupos con representación en la Asamblea de Extremadura han mostrado su apoyo a las reivindicaciones  del sector, por ejemplo la portavoz del Grupo Socialista, Lara Garlitos, ha apelado a alcanzar acuerdos con CETARSA desde el diálogo, además de recordar que tanto su grupo como el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, siempre han estado del lado del sector. 

Ha remarcado como se luchó para que en la nueva negociación de la PAC se reflejase “la singularidad” de la zona tabaquera del norte de Cáceres o como se aprobó en la Asamblea de Extremadura el observatorio de precios, y ha reiterado su apuesta por la búsqueda de soluciones desde el trabajo y diálogo entre las partes.

La portavoz del Grupo Popular, Cristina Teniente, afirma que esos profesionales y otros “están en la calle porque no pueden permitirse vender por debajo de costes”, con una electricidad y un gasóleo “con precios disparados”. 

La nueva Política Agraria Común (PAC), con un presupuesto “cada vez más mermado” no ayudará, por lo que ha defendido que es el momento de “estar con ellos, con los productores”, porque Extremadura es campo, pero un campo del siglo XXI, que no se puede construir con “la ruina de los agricultores”. 

Para el portavoz de Ciudadanos, José María Casares, el tabaco, como en otros cultivos como la aceituna de verdeo, las subida de los precios de la energía, entre otros, está ocasionando que la actividad agraria sea “poco viable”, ya que es una cuestión que no se planteó en los contractos que se realizaron pensando que esta subida de costes sería algo coyuntural. 

Por su parte, la portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, ha asegurado que el incremento de los costes no debe eximir a las grandes empresas de pagar a los agricultores un precio por sus productos que les permita cubrir costes, y ha defendido la necesidad de que se articulen medidas de apoyo a la agricultura social y familiar porque sin ella “Extremadura está muerta” y por eso es necesario hacer que esta actividad sea rentable y atractiva, ya que así es más fácil que haya relevo en el campo. 

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