Felipe Trigo, fundador del PSOE en Extremadura
Se ha inaugurado en Villanueva de la Serena la exposición “Principio de incertidumbre. Felipe Trigo y nuestro tiempo”, dedicada por la Diputación de Badajoz al novelista extremeño (Villanueva de la Serena, 1864-Madrid, 1916) con motivo del centenario de su muerte. Uno de los aspectos más desconocidos del escritor −a menudo tomado, injustamente, sólo por un sicalíptico y pornógrafo− es su participación en la fundación de la primera agrupación del Partido Socialista en Extremadura, la de Cabeza del Buey, en 1887, siguiendo indicaciones directas de Pablo Iglesias.
Hay una parte de la historia que es conocida, aunque poco, y otra que no lo es en absoluto. Trigo contactó con los socialistas en Madrid alrededor de 1886. Era por entonces un joven de 22 años, recién casado, estudiante de Medicina, que visitaba la sede de la calle Jardines de la Asociación del Arte de Imprimir, núcleo del PSOE madrileño. No tuvo ocasión de conocer allí al dirigente socialista, pero sí trabó con él relación epistolar, intercambiándose varias cartas en 1887. Ese año Trigo escribía ya desde Cabeza del Buey, el pueblo de su mujer, Consuelo Seco de Herrera y Fabre, prima del teófoso Mario Roso de Luna y sobrina nieta del gran liberal extremeño Julián de Luna. Allí se había avecindado tras finalizar sus estudios y antes de obtener la licenciatura. Le debió contar al líder socialista que había hecho gestiones para conseguir en el pueblo suscriptores para “El Socialista”, el semanario creado un año antes en Madrid, porque Iglesias se las agradeció en una carta de mayo de 1887, en la que le llamaba correligionario. En ella, Iglesias se alegraba de que Trigo estuviera “dispuesto a cooperar al triunfo de las ideas del Partido Socialista Obrero”.
Trigo debió proponerle a Iglesias enviar artículos a “El Socialista” y éste aceptó el ofrecimiento, y le pidió que creara la agrupación socialista en Cabeza del Buey:
“Aspirando a organizar las fuerzas de nuestro partido, esto es, los individuos que estén conformes con el programa que le sirve de bandera, en el mayor número de localidades, no extraña que me permita a excitarle a que lo organice en esa, si su posición o sus ocupaciones no le impiden hacerlo. Por el momento podría constituirse la Agrupación socialista de Cabeza del Buey con 18 o 20 individuos, que más adelante, según nuestras ideas fuesen apoderándose del ánimo de todos, podría ser más numeroso”.
La carta de Iglesias la reprodujo Fernando García Lara, en uno de los primeros libros dedicados a la novelística del extremeño, “El lugar de la novela erótica española” (1986). Sabemos que Trigo siguió las indicaciones del líder socialista. Lo comentaron autores de principios del siglo, que nos decían, sin más concreción, que Trigo se había dedicado a propagar las ideas socialistas en su provincia. Pero nunca se profundizó en el asunto, explicando en qué quedó todo. Eso es lo que intentaré aclarar a continuación.
Pues bien, tras sus primeras cartas, el joven Trigo siguió enviando información a Pablo Iglesias y al semanario “El Socialista”. A comienzos de junio de 1887, mandó al periódico siete pesetas para pagar la suscripción de un grupo de socialistas del pueblo. Durante ese mes ultimó las gestiones para constituir la agrupación local socialista y de eso dio cuenta el primero de julio el periódico madrileño.
El 28 de julio de 1887, apenas tres meses después del encargo de Iglesias, los empeños de Felipe Trigo se vieron cumplidos y se constituyó la agrupación socialista de Cabeza del Buey, primera de las extremeñas. Cabeza del Buey tenía a mediados de los años ochenta del siglo XIX 7.600 habitantes y era la séptima localidad de la provincia en número de habitantes. Casi la mitad de su población activa, 1.100 trabajadores, se dedicaban a la ganadería lanar y de cerda, 300 estaban empleados en la industria textil y 400 en las dos estaciones de ferrocarril, la de Cabeza del Buey y la de Almorchón, con conexiones a Madrid, Badajoz y Córdoba.
El acta de la constitución de la agrupación socialista se reproduce en “El Socialista” del 5 de agosto de 1887:
“Cabeza del Buey: Los esfuerzos de nuestros correligionarios de este punto no han sido estériles, como lo revelan las siguientes líneas, en que nos anuncian haber constituido la Agrupación Socialista y elegido el Comité de ella:
Compañero director de El Socialista:
Reunidos hoy 28 de julio los individuos de esta localidad que están conformes con el programa del Partido Socialista Obrero, han acordado formar la Agrupación de Cabeza del Buey, nombrando para componer el Comité a los compañeros siguientes:
Antonio Quintana, presidente.− José Delgado, vicepresidente.− Galo Caballero, secretario.− Juan Bautista González, tesorero.− Pablo Moreno, Manuel Caballero, Emeterio García Izquierdo y Francisco Ruiz, vocales. Saludamos cordialmente a todas las Agrupaciones del Partido Obrero.
Cabeza del Buey, 28 de julio de 1887. Galo Caballero, secretario.“
Pero hay algo raro en la información. Extraña la ausencia de Felipe Trigo, que había sido el responsable de la organización del partido, según deducimos de la carta de Pablo Iglesias. Y extraña que Antonio Quintana fuera elegido el presidente, pues el año anterior había sido secretario en Cabeza del Buey del Partido Republicano Progresista que lideraban Ruiz Zorrilla y Salmerón.
Pero, unos días después, el 19 de agosto, “El Socialista” volvió a publicar una noticia del partido en Cabeza del Buey:
“Habiendo sufrido alguna variación el Comité de esta Agrupación, publicamos de nuevo los nombres de los compañeros que le forman:
Felipe Trigo, presidente.− Manuel Caballero, vicepresidente.− Galo Caballero, secretario.− Juan Bautista González, tesorero.- Pablo Moreno, Manuel Caballero, Francisco Ruiz, Pantaleón Seco, y Emeterio García vocales“
El republicano Quintana y el vicepresidente fueron removidos. Y la presidencia pasó a ejercerla el propio Felipe Trigo. Por tanto, apenas medio mes después de haber sido creado, el socialismo extremeño tuvo su primera crisis. Todo apunta a que la agrupación socialista de Cabeza del Buey había sido infiltrada por algunos republicanos y que los socialistas reaccionaron a los pocos días y los destituyeron. De hecho, años después, en febrero de 1890, Antonio Quintana volvía a aparecer como dirigente republicano local.
Por tanto, Felipe Trigo estuvo afiliado al partido socialista y, siguiendo las indicaciones de Pablo Iglesias, fue fundador de la primera agrupación socialista de Extremadura y el presidente del comité local, tras desplazar a un republicano que apenas estuvo unos días encabezándolo.
Tras el verano de 1887 Felipe Trigo cambió de domicilio y se trasladó con su esposa a Trujillanos, donde ejerció de médico titular. Desde allí siguió apoyando económicamente al Partido Socialista. Pero, su ausencia de Cabeza del Buey hizo decaer la actividad del partido hasta desaparecer la agrupación que, a pesar de haber sido una de las primeras de España, ya no existía un año después, y no asistió al I Congreso del PSOE celebrado en agosto de 1888.
La trayectoria socialista de Trigo tuvo aún momentos notables, como la publicación de la serie de artículos “Las Plagas sociales” aparecida en “El Socialista” de agosto de 1888 a febrero de 1889, y calificada por Manuel Pecellín como “lecciones populares de marxismo”. Por uno de esos artículos, publicados sólo con las iniciales del autor, sufrió el periódico su primera denuncia, cuya responsabilidad asumió Iglesias como director.
Con los años, la vida de Trigo cambió mucho. Dejó de ser el médico rural de Trujillanos y, después, de Valverde de Mérida, se convirtió en médico militar y marchó a Filipinas con su familia, fue herido en un motín en 1896, regresó como héroe nacional a España, fue declarado inválido, se prodigó como colaborador de varios periódicos madrileños y comenzó, cuando tenía ya 37 años, su carrera como novelista, que le llevó a ser un autor de éxito en los últimos quince años de su vida.
El marxismo de Trigo fue convirtiéndose en un socialismo evolucionista o individualista, como alguna vez él mismo lo denominó. Pero, aunque coqueteó con varios dirigentes políticos, de izquierdas y de derechas, nunca abandonó sus simpatías por el socialismo militante que había profesado en los años ochenta del siglo. Aunque es evidente que su vida no fue la de un obrero y que se alejó ideológicamente del socialismo, no lo hizo del partido socialista. La historiadora Marta Bizcarrondo detectó a un médico apellidado Trigo cotizando al partido socialista en 1910. En los primeros años de la segunda década del siglo colaboró con la revista “Vida socialista”, que en 1912 llegó a decir de él: “Es de los nuestros”. En 1914 publicó la que los críticos han denominado como su “novela socialista”: “Jarrapellejos”, en la que aún se declaraba votante de Pablo Iglesias, y el mismo día de su muerte, 2 de septiembre de 1916, “El Socialista” le dedicó un sentido obituario. Pablo Iglesias nunca olvidó que el novelista español más popular y leído de los tres primeros lustros del siglo XX, había sido el fundador del PSOE en Extremadura.
[Este texto es una versión resumida del artículo «Felipe Trigo, socialista. Algunos datos sobre su compromiso político y social», de José María Lama, que se publicará en el catálogo de la exposición “Principio de incertidumbre. Felipe Trigo y nuestro tiempo” comisariada por Luis Sáez]