La economía extremeña mira con preocupación al conflicto de Ucrania
La economía extremeña tiene las miras puestas en el conflicto de Ucrania, no solo por lo que se puede dejar de vender a este país, sino también ante el posible freno de las transacciones comerciales con Rusia tras una hipotética invasión.
El presidente de la Cámara de Comercio de Badajoz, Mariano García Sardiña, ha explicado que la situación “preocupa” al empresariado pacense y extremeño tanto por la incidencia en los contactos comerciales con ambos países, como por las repercusiones “en un mundo tan global como el actual”.
En su opinión, y a nivel genérico, la empresa extremeña, así como la del resto del país y de la Unión Europea (UE), se juega más en la relación con Rusia que con Ucrania, país este último donde por ejemplo llevan a cabo intercambios comerciales “un grupo reducido de empresas” de la provincia, aunque “para las cuales la situación supone obviamente un problema muy importante”.
En el caso de Rusia, este país es “un buen cliente de los productos extremeños”, principalmente en lo relativo al vino, aceite, miel o fruta. “Tras la invasión de Crimea se impusieron sanciones económicas a Rusia, quien respondió con la suspensión de las importaciones de muchos productos europeos, lo cual tuvo un impacto muy directo en distintas empresas extremeñas”, ha recordado.
A todo ello se une que muchos de los distribuidores de los productos enviados a Ucrania son rusos. Además, ha indicado, en un mundo tan globalizado como el actual, el mantenimiento de esta crisis “no beneficia a la economía”, debido por ejemplo al aumento de los precios (combustible, gas), los cuales inciden en el encarecimiento de todos los productos.
El presidente de Asaja Extremadura, Ángel García Blanco, ha manifestado por su parte que la región exporta a Ucrania principalmente tabaco y tomate, aunque también aceitunas, vino y aceite, unas transacciones que engloban unos 21 millones de euros anuales. Cualquier cierre de estas transacciones afectaría a productos como el tabaco, donde la búsqueda de mercados alternativos no es fácil.
Ángel García Blanco ha coincidido en que Rusia por su parte “suele castigar a los países europeos en materia agraria” cuando sufre represalias internacionales, lo que “preocupa” al sector extremeño. De la misma forma ha mostrado la trascendencia de que la crisis se resuelva “cuanto antes”, pues “la incertidumbre nunca es buena para el campo y la economía”.
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