La Comunidad reclama un cupo especial para la biomasa y la termosolar en la subasta de las renovables
La próxima subasta de energías renovables que hará el Gobierno central antes de que finalice el primer trimestre del año supone una puja en la que obtendrán licencia aquellos proyectos que ofrezcan unas condiciones más ventajosas a la Hacienda estatal. A modo de licitación.
Eso sí, hay condiciones en una subasta con hasta 3.000 megavatios, que introduce parámetros y estándares y que establece tres grupos: eólica, fotovoltaica y otras energías.
Tanto la eólica como la fotovoltaica son tecnologías muy avanzadas, que llevan décadas mejorando sus sistemas y que pueden ofrecer condiciones más competitivas en la subasta.
Extremadura reclama al Ministerio de Energía que incluya cupos reservados en la subasta para fuentes renovables emergentes. Energías que no han tenido la oportunidad de tener el mismo desarrollo tecnológico, y que no parten en igualdad de condiciones para hacer ofertas. En concreto para la biomasa y la termosolar.
El consejero de Economía e Infraestructuras, José Luis Navarro, explica a este diario que Extremadura aboga porque la subasta incorpore cupos especiales, de manera controlada y asumiendo los sobrecostes. Sería un modo de favorecer el crecimiento de las nuevas renovables, algo que por otro lado se hizo décadas atrás con tecnologías como la eólica.
La medida favorecería a un territorio como Extremadura, que tiene especial capacidad de crecimiento en la biomasa. Destaca el representante de la Junta las grandes repercusiones económicas para el monte, por su potencial forestal, pero también en el sector ganadero e incluso desde los cultivos agrícolas.
Permitiría generar empleo y riqueza con beneficios no solo para Extremadura, sino para el conjunto del medio rural español. Añade más argumentos, como el hecho de que se trata de una tecnología muy eficiente, teniendo en cuenta que la biomasa puede funcionar como fuente energética las 24 horas, mientras que la termosolar dispone de sistemas de almacenamiento nocturno, cuando no hay sol.
La subasta de las renovables
La Junta no comparte del todo el sistema de subastas marcado por el Gobierno de Rajoy. Se incorpora un 'complejo' sistema de parámetros y estándares que bien, a la hora de la verdad, pueden beneficiar en la puja a la eólica frente a la fotovoltaica, o viceversa.
Frente a este modelo, José Luis Navarro defiende el de otros países, donde las subastas han marcado simplemente una oferta de kilovatio/hora y el precio en las licitaciones. Pero en España el sistema no será así, entrando en juego otros parámetros.
“Queremos neutralidad”
José Luis Navarro piensa que las subastas son una herramienta óptima para introducir en el sistema eléctrico nacional energías renovables, muy extendida en otros países (aunque con sus diferencias de fondo), y que permite controlar por parte de los gestores la potencia y el coste.
Uno de los problemas que se generó hace un año es que el Ministerio de Industria, con el entonces ministro Soria, adjudicó una subasta 'a la baja' que ha resultado ser negativa. Los adjudicatarios siguen sin ejecutar los proyectos que se les asignaron. Ahora parece que el Gobierno establecerá sus cautelas y marcará avales y fechas, aunque eso no debe romper el principio de neutralidad, según defiende la Junta.
Días atrás el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, mantuvo una reunión con el ministro de Energía, Álvaro Nadal, en la que pidió la ‘neutralidad’ del Gobierno en las subastas de energías renovables para que los proyectos extremeños, especialmente en fotovoltaica, puedan competir en igualdad de condiciones y conseguir un cupo de megavatios para poder realizarse.
Lo que reclama Extremadura, que sean los proyectos buenos y el precio al que compitan lo que defina su viabilidad. Instan al Ejecutivo de Rajoy a que no toque las bases de la subasta ante presiones, por ejemplo del sector de las eólicas o de las comunidades donde la energía del viento está más extendida.
Hay que tener en cuenta en este sentido que el potencial de Extremadura está en la fovoltaica, y por tanto sus intereses van en defensa de una neutralidad real. La comunidad dispone de un gran potencial en el sol, y puede multiplicarse de manera directa con otros tres proyectos, los de Usagre, Talaván, y la prevista entre Calzadilla y Bienvenida. Motivo por el consejero advierte que estarán “vigilantes” para que el principio de neutralidad sea una realidad.