La ganadería extremeña gastará este año 30% más en alimentación complementaria
El sector ganadero extremeño invertirá este año en torno a un 30 por ciento más en alimentación complementaria con respecto a un año normal debido a la ausencia de lluvias y al calor de esta primavera.
El presidente de la Asociación Ganaderos del Reino, Enrique de Muslera, ha explicado a Efe que la hierba se ha secado un mes antes de lo habitual, lo que “obliga” a comprar o a recurrir a los almacenes de heno, pienso o paja.
Ha recordado que tanto el invierno como la primavera extremeños han sido “secos”, propiciando un crecimiento corto de la hierba que ha hecho que se agotara en mayo, aproximadamente un mes antes de lo habitual.
Las fincas extremeñas suelen tener producción de hierba hasta finales de junio, una situación que no ha acontecido este año a causa de la escasez de precipitaciones, lo que ha obligado a comprar antes paja, pienso o heno.
La falta de hierba se ha producido por tanto por la escasez de lluvia primaveral y por el “golpe de calor” del pasado mayo, con unas días muy calurosos que secaron el campo.
En definitiva, aunque la pasada semana se produjeron algunas precipitaciones y las temperaturas fueron más suaves, la hierba ya se había secado en la mayoría de las fincas ganaderas de la comunidad.
Ha recordado que una situación parecida se ha producido en el cultivo del cereal, donde las últimas lluvias no han servido ya al agricultor, aunque la cosecha finalmente “no ha sido de tragedia, más bien media-baja”.
La repercusión de esta situación es para el ganadero “básicamente económica” pues hay que “adelantar” la alimentación conservada, “tirando” de los almacenes de pienso, heno o paja al menos hasta octubre.
Por poner un ejemplo, una oveja se come aproximadamente entre 300 y 500 gramos de pienso diarios, unos 0,18 euros cada jornada.
Ha lamentado que ante circunstancias climatológicas como ésta “Agroseguro” no refleje “la realidad de la situación”, pues en algunas comarcas dio en mayo “sequía leve” cuando se estaba produciendo “sequía extrema”.
En su opinión, la “queja” de los últimos años siempre es la misma: el sistema del seguro de sequía en pastos no refleja con claridad y fiabilidad “lo que está ocurriendo”.
Si se tiene en cuenta el periodo comprendido entre septiembre y mayo pasados, el 80 por ciento de las precipitaciones se concentró durante los 2 primeros meses.