Se cazan 90.000 tórtolas más de lo que se creía, y la especie no se recupera
La tórtola europea sigue retrocediendo por una presión cinegética excesiva ya que entre otras cosas se ha descubierto que entre muertos y heridos, cada año desaparecen 90.000 ejemplares más de los que se creía.
Las medidas usadas por la Administración para regular la caza de la especie (streptopelia turtur) no son suficientes para evitar el declive, según determina un estudio desarrollado por investigadores pertenecientes a distintos centros de investigación.
En el estudio han participado investigadores del Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña (CTFC), del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), con sede en Ciudad Real, de la Universidad de Extremadura y de la Royal Society for the Protection of Birds (RSPB/Birdlife, Reino Unido).
De acuerdo con este estudio, entre 1966 y 2018 la población de la tórtola europea ha disminuido un 37 % en España, que es el país de Europa occidental donde más tórtolas se cazan, con una media de 950.000 al año entre 2006 y 2017, según da a conocer el IREC en sus redes sociales, consultadas por EFE.
Con la colaboración de asociaciones de cazadores y el equipo de investigadores se ha hecho el seguimiento de cacerías de tórtola en cotos de Cataluña, Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, para recoger datos que permitan mejorar la gestión cinegética de la especie.
Se cazaban más
Entre 2015 y 2019, antes de la moratoria de caza emitida por la Unión Europea, los investigadores recopilaron datos en el ámbito de cotos, para estimar la proporción de las tórtolas abatidas o heridas, pero no recogidas, un dato desconocido para la tórtola y por tanto no contabilizado en las estadísticas oficiales de caza.
El estudio mostró que la mortalidad derivada de la caza está infraestimada en al menos un 9,6 %, lo que supone para los últimos años con caza una media de 90.000 ejemplares al año no contabilizados, apunta el IREC.
En este sentido, la investigadora Lara Moreno-Zárate, primera autora de la publicación científica derivada del estudio, advierte que la proporción de individuos heridos pero no recuperados es un dato muy importante, que no se recoge en los registros oficiales de caza, y entiende que “evidentemente debería de ser computado a efectos poblacionales de la especie”.
Los datos recogidos muestran que el número de tórtolas abatidas aumenta cuantos más cazadores hay presentes durante la tirada, un aspecto que puede parecer intuitivo pero que hasta ahora no se había contabilizado.
Al respecto, Moreno-Zárate ha destacado: “Gracias a este estudio sabemos que el número de cazadores es un factor crucial para poder controlar el número de tórtolas que se cazan”, pero aclara que “esta variable no está regulada por la administración, que sí regula otros parámetros”.
Los investigadores también ha observado que se caza una mayor proporción de juveniles que adultos, sobre todo al principio de la temporada, momento en el que se concentra el mayor número de tórtolas cazadas.
Las jóvenes
De hecho, la proporción de jóvenes cazados es mayor de la esperada al azar, lo que indica una mayor presión y vulnerabilidad de este grupo de edad respecto a los adultos a la mortalidad por caza.
Por este motivo, mantienen que este desequilibrio entre las bolsas de caza y la estructura poblacional de tórtola deben ser considerados en los modelos demográficos futuros de la especie.
En otros estudios se ha visto que la supervivencia de juveniles es un parámetro crítico para la viabilidad poblacional de la especie, por lo que estos resultados ayudarán a mejorar y reducir la incertidumbre de los modelos demográficos, claves para la toma de decisiones en relación con la gestión de la caza adaptativa.
Desde esta perspectiva, el estudio aporta información con el potencial de ayudar a mejorar la gestión cinegética de la tórtola a través del plan europeo de gestión de caza adaptativa, que una herramienta eficiente para la gestión de especies cinegéticas basado en un proceso científico de toma de decisiones.
Los nuevos datos permitirán tomar mejores decisiones y ayudar a planificar un aprovechamiento cinegético que no comprometa la recuperación de la especie, indica la investigadora del IREC y coordinadora científica del Plan Europeo de Gestión de Caza adaptativa de la Tórtola, Beatriz Arroyo.
Recomendaciones
El estudio concluye que, para permitir un aprovechamiento sostenible de la especie, convendría que las administraciones regularan más parámetros, como el número de cazadores por coto o el método de caza, más allá de regular los días y la duración de la temporada cinegética.
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