No necesitamos el parking Primo de Rivera en Cáceres
Podemos esbozar una lista contundente de los conflictos que ocasiona el parking. En cambio, ¿cuáles son sus beneficios reales? Si indagamos un poco -no es necesario inspeccionar a 15 metros de profundidad- descubrimos que los argumentos a favor se caen por su propio peso.
Los principales beneficios que los partidarios e implicados prevén que aportará son: beneficios económicos y cobertura de una demanda de aparcamiento, debido a la afluencia de tráfico y a la alta actividad administrativa y comercial de la zona.
1. El beneficio económico que pudiera generar el parking es muy dudoso. La empresa tardaría en empezar a obtener beneficios 22 años si estuviese lleno 365 días al año (habiéndose vendido, por ejemplo, 50 plazas). En caso de paralización de la obra se generarían unos sobrecostes que tendría que asumir el Ayuntamiento y que los 9.000 € que la empresa debe pagar anualmente cubrirían a duras penas. Hay una probabilidad acuciante de que esto suceda, por problemas técnicos (terreno frágil, posible afloramiento de agua subterránea, demasiada cercanía a los edificios, etc.) o administrativos, como en caso de rescindir el contrato a la empresa constructora.
2. La clave de la necesidad del parking reside en la demanda de plazas de aparcamiento. En esa misma zona, Cáceres cuenta con hasta 5 parkings, uno de ellos gratuito (aparcamientos del Parque del Príncipe), en total 1.400 plazas. De los cuatro parkings privados, dos de ellos nunca han colgado el cartel de completo y los otros dos afirman haberlo hecho solo en ocasiones especiales como Semana Santa o WOMAD. Atendiendo a las plazas disponibles por horas, el rendimiento aproximado el resto del año es del 60% en el caso del Parking Cánovas, 40% Obispo Galarza, 20% el aparcamiento del Parque del Príncipe y aproximadamente del 15% en el restante. El parking situado en Avenida Virgen de la Montaña es un caso especial; afirma llenar el 90% ya que tiene una clientela fija afianzada por su trato cercano. Como podemos comprobar, sobran plazas suficientes para cubrir la demanda de aparcamientos. Y por si aún fueran pocos, ahora se abren al público dos obras terminadas de aparcamientos en superficie (con un coste de 152.000 euros) en espacios junto a los juzgados y el Nuevo Cáceres, que proporcionarán en total 273 plazas para los conductores.
Algunos empresarios afectados por la obra de Primo de Rivera, en especial dueños de parkings, han manifestado su disconformidad y oposición, alegando un trato de favor que ellos no recibieron y el aumento de la competencia en un mercado con más oferentes que demandantes.
Existen otras cuestiones que también ponen en entredicho los intereses que mueven la puesta en marcha del proyecto: La empresa a la que se le ha adjudicado por concurso la concesión del terreno público, Riosa-Herce, se vio involucrada en una denuncia judicial que interpuso Izquierda Unida contra el Ayuntamiento de Soria por otro parking construido en dicha ciudad. IU consideraba que se habían producido irregularidades y posible prevaricación en la adjudicación del terreno; Antonio Ibarra, concejal de Ciudadanos del Ayuntamiento cacereño, firmó un contrato con la empresa promotora para vender plazas de aparcamiento a comisión; y la alcaldesa, Elena Nevado, que ahora respalda la construcción, en 2009 afirmaba que su grupo no la apoyaría porque “asfixiaría el tráfico y crearía un embotellamiento de la zona”.
Los datos apuntan a que la obra responde a intereses y motivaciones políticas y empresariales inmersas en un proceso de privatización de servicios y el provecho de una minoría. Demuestran que la construcción del parking Primo de Rivera no sólo no reporta un beneficio público, sino que repercute en detrimento de los ciudadanos de Cáceres.