Un vecino de Piedras Albas investigado por tener perro en extrema desnutrición
La Guardia Civil investiga a un vecino de la localidad cacereña de Piedras Albas por un presunto delito de maltrato animal, después de que los agentes hallaran en un recinto de su propiedad a un perro con extrema desnutrición, atrofia muscular y parasitosis.
El perro, una hembra que carecía de identificador electrónico, ha sido intervenido de forma cautelar a su propietario y entregado a la asociación protectora “El Refugio”, han informado fuentes del instituto armado.
Tras tener conocimiento de la existencia de un perro en “pésimas condiciones de salubridad” en un recinto de la localidad de Piedras Albas, la Guardia Civil se desplazó hasta este lugar donde localizó al animal en un pequeño patio de unos veinte metros cuadrados, con multitud de excrementos.
Los agentes comprobaron que el animal presentaba evidentes signos externos de un pésimo estado de salud y cuidado, con un gran número de garrapatas adheridas a su cuerpo.
Cartilla veterinaria
Identificado quien dijo ser su dueño, aportó a los agentes una cartilla sanitaria que no recogía más tratamiento veterinario que el realizado al animal cuando tenía apenas dos meses de edad, y ya han pasado varios años.
Con el objeto de velar por la salud del animal, se requirió un dictamen veterinario que diagnosticó parasitosis externa y desnutrición.
Dos días después, y ante la sospecha de un posible agravamiento del estado de salud del perro, la Guardia Civil volvió a realizar un nuevo reconocimiento del animal junto a veterinarios oficiales de la Junta de Extremadura que diagnosticaron “caquexia”, es decir, un estado de extrema desnutrición, atrofia muscular, debilidad y anorexia.
El delito de maltrato animal está previsto en el artículo 337 del Código Penal y sancionado con una pena de tres meses y un día a un año de prisión e inhabilitación especial de un año y un día a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales, sin perjuicio de que la condena pueda ser mayor si el animal fallece.