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ENTREVISTA Coordinadora de Podemos Extremadura

Irene de Miguel: “Yolanda Díaz es el futuro de Podemos y la gran esperanza de este país”

Irene de Miguel

Santiago Manchado

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Irene de Miguel pone nombre y apellidos no solo al futuro de Podemos, partido del que es coordinadora en Extremadura, también al “futuro de España”. Por eso, admite que mira con envidia las políticas desplegadas por otros gobiernos autonómicos en los que participa la formación morada. Aun año de las elecciones ya ve con buenos ojos una coalición con el PSOE de Guillermo Fernández Vara. Mientras tanto, en las últimas semanas se ha enfrentado al resto de partidos en la Asamblea, en la que también están PP y Cs, en asuntos como la urbanización de lujo Isla de Valdecañas y la prórroga de la central nuclear de Almaraz.

¿El futuro de Podemos pasar por Yolanda Díaz?

El futuro de Podemos y el futuro de este país es Yolanda Díaz. Yolanda es la gran esperanza de este país, no solo de mi espacio político. Desde Extremadura vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos, sin dudarlo, para que sea presidenta del Gobierno. Ella sabe y entiende que este momento histórico pasa por ella.

Dice que es la gran esperanza de España, ¿no funciona este Gobierno?

Creo que obviamente es muy mejorable cómo está trabajando el Gobierno España, pero se están consiguiendo grandes cosas y no nos olvidemos en qué contexto se está desarrollando, que es en el peor contexto histórico que ha tocado: cuando parecía que salíamos de la peor crisis a la que nos enfrentamos, y que salíamos haciéndolo de una manera totalmente distinta a como se había gestionado la anterior crisis, recuperando el empleo en 12 meses, garantizando derechos, fortaleciendo servicios públicos, con la llegada de los fondos europeos para realizar inversiones que cambiaran el modelo productivo de este país, planteando también el reto verde para hacer frente a la crisis climática…, después de todo eso viene una crisis, quizá incluso económicamente peor, que pone en riesgo todo lo conseguido. No es un contexto sencillo y aún así el Gobierno se mantiene, y aún así se sube el salario mínimo y se están consiguiendo derechos para las familias más vulnerables, como el Ingreso Mínimo Vital, y estamos avanzando en derechos feministas que favorecen a toda la ciudadanía. Bueno, claro que me hubiera gustado que hubiéramos derogado la ley mordaza, que pudiéramos garantizar la vivienda digna, recuperar Bankia… Pero con los mimbres que tenemos, en este contexto, lo que se ha conseguido es histórico y Podemos ha abanderado los avances sociales.

Cuando critica la política del PSOE de Guillermo Fernández Vara, usted suele mirar a los gobiernos en los que está Podemos con los socialistas, como en la Comunidad Valenciana y Baleares. ¿Tan distinta es la política del PSOE en Extremadura?

A mi me da mucha envidia ver lo que se está haciendo en esos territorios en cuestiones básicas. Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana se está exigiendo que los inmuebles de la Sareb pasen a una gestión pública, y en Baleares tienen un proyecto de potenciación del autoconsumo y de las comunidades energéticas locales, que es verdaderamente el modelo que beneficia a la ciudadanía y no al oligopolio energético, que es el modelo que tenemos en Extremadura. Entonces me dan mucha envidia porque cuando hay proyectos de gobiernos de coalición donde está Podemos las cosas cambian para mejor y más rápidamente, y en esta región veo la misma política que se lleva haciendo 30 años, no hay ninguna novedad. Ser el cuarto productor de energía no está beneficiando Extremadura porque la gestión, como siempre, está atravesada por la dinámica colonial y seguimos así, teniendo un modelo productivo que solo beneficia a unos cuantos, que son las grandes energéticas.

Estamos a poco más de un año de que finalice la legislatura. En 2019 Vox no logró entrar en la Asamblea de Extremadura, pero después de que el PP le haya abierto la puerta del Gobierno de Castilla y León y de lo que pueda suceder en Andalucía, ¿le preocupa la llegada de la extrema derecha?

Me preocupa muchísimo. Por desgracia, el PP de España no es el Partido Popular del resto de Europa. El domingo de las elecciones franceses, Macron hizo unas declaraciones que, a mi juicio, son de una altura política brutal. Dijo que sabía perfectamente que ha habido mucha gente que le había votado para frenar a la extrema derecha en la segunda vuelta y su compromiso en esa legislatura también tenía que estar con ellos. Pero el nuevo PP del señor Feijóo es el mismo viejo PP del señor Rajoy, aparte de robar, que ya lo han demostrado con las comisiones de primos y hermanos, están siendo la puerta de entrada de la extrema derecha y eso es un retroceso y una amenaza para nuestra democracia, que tiene que cambiar muchas cosas porque no es perfecta, pero no podemos ir para atrás. Ya tuvimos 40 años de oscuridad en este país que nos hizo estar por detrás de otras democracias europeas, así que no nos podemos permitir ir para atrás ningún centímetro.

Para evitarlo quizá sea necesario negociar un gobierno de coalición. ¿Sería posible?

Nos falta mucha cultura de la coalición en este país. Por fin se ha desmontado bipartidismo, que era una de los grandes males que teníamos, pero nos falta entender mucho la cultura de la lealtad a una coalición y a unos proyectos compartidos. Por suerte, la verdad que creo que en eso llevamos un poco más adelantado después de esta legislatura en la confluencia de Unidas por Extremadura porque no es sencillo trabajar en un espacio más plural. Pero es el futuro y además es enriquecedor. También sé que el PSOE seguramente mejoraría sus políticas con nuestras propuestas y  yo aprendería mucho del conocimiento de la gestión que ellos tienen y que hay que poner en valor. Nuestras posiciones políticas y propuestas son el futuro para garantizar servicios públicos, para garantizar trabajos dignos y para garantizar medidas que luchen contra el abandono de nuestro medio rural.

“Que alguien me explique los beneficios de Extremadura por ser un paraíso energético”

Uno de los mayores logros que está 'vendiendo' la Junta de Extremadura es la transición energética, donde usted es muy crítica. ¿No es un logro ser una potencia fotovoltaica en España?

Para nada. Que alguien me explique qué beneficios obtenemos de ser un paraíso energético y ser la región que más energía exporta pero que tiene que cerrar las bibliotecas porque la luz está muy cara. Es que le debería dar bastante vergüenza al señor Vara que la Universidad decida cerrar bibliotecas por el precio de la luz, mientras por otro lado hace congreso con Naturgy diciendo que Extremadura es la gran potencia energética. ¿Quién se está beneficiando de esto? Los extremeños y las extremeñas no, las familias más vulnerables tampoco, ni los autónomos y las pymes. Nosotros le hemos puesto encima de la mesa medidas para favorecer a las familias, para favorecer a los autónomos y a las pymes, para que Extremadura tenga una factura de la luz más baja y así poder ser un gran incentivo para la implantación de nuevas industria. Pero por desgracia, aquí somos el cortijo de empresas como Iberdrola y eso no cambia por mucho que cambie la fuente de energía. Pasamos de la hidroeléctrica a la nuclear, a las renovables, y al final el dueño el cortijo sigue siendo el mismo.

Prácticamente hay consenso en que el futuro de la energía pasa por las renovables, pero en la Asamblea PSOE, PP y Cs han apoyado una supuesta prórroga de la central nuclear de Almaraz (Cáceres) mientras que su grupo se ha opuesto. ¿Qué modelo energético defiende?

Los socialistas llevan el pin de los ODS en la solapa y luego en la Asamblea votan por mantener la energía nuclear, que es una energía que depende mayoritariamente del uranio de otros territorios, como por ejemplo, el uranio ruso. Un tercio del uranio español depende de Rusia. Sin embargo, creo que hay que sacar enseñanzas de las crisis que estamos viviendo: del COVID la enseñanza fue que hay que fortalecer la sanidad pública. Pues de esta crisis la enseñanza es que tenemos que reforzar es la soberanía alimentaria y energética de nuestros territorios, y eso pasa por apostar por las energías de las que somos plenamente autónomos como son las renovables. Ahora bien, una renovables ordenadas, armónicas con los usos que ya hay en el territorio y, que sobre todo, favorezcan a las familias y al tejido económico que está en el territorio, no sólo que favorezca al oligopolio. Entonces plantear que apostemos por una energía que está caduca, que no es limpia, que no es segura y que, además, está en manos de otros territorios con los que hay conflictos bastante graves, a mi juicio es un error bastante inmenso.

Esos partidos que dicen que apoyarán la prórroga de Almaraz si los propietarios de la central nuclear la solicitan se escudan en que supone una fuente de riqueza y empleo para la zona de Campo Arañuelo y ahora mismo no hay otra alternativa.

Es que llevan diciendo eso 40 años. El PSOE se escuda en su inacción porque llevan 40 años sin plantear alternativas a Almaraz. Esta es la política de hechos consumados de ese partido en Extremadura: como no hay otra cosa mantengamos esto que sabemos que no tiene ningún futuro, que además es caro mantenerlo, que además es peligroso porque ya ha caducado para la vida que tenía diseñada y proyectada…  Habría que preguntar al PSOE cuándo piensa poner plantear alternativas en Campo Arañuelo. Al final como siempre les pilla el toro y yo creo que es su responsabilidad, si no hay alternativas en Campo Arañuelo es su responsabilidad directa. Han estado gestionando esta comunidad autónoma y han mirado para otro lado cuando sabían perfectamente desde hace 40 años cuándo acababa la vida útil de la central nuclear.

“La Junta se gasta dinero en defender a los ricachones de Valdecañas”

Parece que suena al caso de Isla de Valdecañas (Cáceres). El discurso oficial pasar porque la urbanización se tiene que quedar porque genera empleo, en la zona no hay otras oportunidades de desarrollo y el coste medioambiental de hacerla desaparecer es mayor que mantenerla.

Quien está legitimado para hablar de ese coste medioambiental no es la Junta de Extremadura ni es cualquiera desde su casa, son los científicos del CSIC, que tardaron más de un año en hacer un informe que decía que el coste ambiental mayor era mantener Valdecañas como está y había que demolerlo. Los científicos han dicho que hay que demoler Valdecañas y los jueces han dicho que hay que demoler Valdecañas, pero el PSOE se niega a ejecutar sentencias porque esto es una piedra que creo que puede llegar a tumbar al señor Vara como próximo candidato. Estamos viendo una deriva esperpéntica, que da vergüenza: solicitar que se cambie la Ley del Suelo estatal para hacer legal lo que ya tiene una sentencia el Tribunal Supremo que dice que es ilegal y pagar con el dinero de la Junta una encuesta absolutamente dirigida y manipulada para dar la sensación de que toda Extremadura está a favor de su política. Sinceramente, es bochornoso y vergonzoso ver que la Junta se está gastando dinero en defender a los ricachones de Valdecañas, cuyo chalé es su tercera residencia, cuando a la vez están desahuciando a familias de su primera de su primera vivienda. Se le debería de caer la cara de vergüenza al señor Vara porque si pusieran el mismo empeño en defender el derecho a una vivienda digna en Extremadura que el que está poniendo en defender a los propietarios de Valdecañas, que como te digo ese chalé será su tercera vivienda, pues a lo mejor las cosas en Extremadura empezaban a cambiar.

La sentencia del Supremo obliga a su demolición pero ya la Junta, los propietarios y los promotores han presentado recursos, hay en marcha una iniciativa legislativa que podría 'salvar' el resort de lujo y ahora no está claro si se formalizó la declaración de la zona ZEPA. ¿Cómo cree que acabará?

Todo esto es una cortina de humo para no ejecutar la sentencia  y, sinceramente, una sentencia que vamos a tener que costear con el dinero de todos extremeños tampoco es nada positiva para Extremadura. Pero lo que pido son responsabilidades de quién decidió construir en Valdecañas cuando se sabía que era una zona protegida. Es increíble que el PSOE diga de que el freno al desarrollo en la comunidad son las zonas protegidas porque hay otras con más zonas protegidas y con mucho más desarrollo económico. El problema en Extremadura no son las zonas protegidas, los problemas son las redes clientelares, la cultura caciquil de que aquí solo se benefician de los recursos cuatro, la alfombra roja a las energéticas… Eso sí que empobrece a Extremadura y no las zonas protegidas donde sí se puede construir, lo que no se puede hacer son barbaridades como Valdecañas.

Donde si se le ve junto al resto de partidos es en las manifestaciones del sector primario, pero defienden un modelo totalmente distinto.

La agricultura y la ganadería tiene que ser con agricultores y ganaderos, y tenemos que favorecer la agricultura familiar, la agricultura social, la que gestiona nuestro territorio, la que abre los colegios rurales y mantiene abiertos los comercios en esas zonas. Dudo mucho que partidos que se arrogan ser los defensores del mundo rural y de la agricultura, pero están contra la Ley de Cadena Alimentaria, que precisamente viene a defender a los pequeños de los abusos de los grandes, realmente defiendan la agricultura social y familiar. Defenderán la agricultura, pero no a los agricultores y ganaderos. Ellos están defendiendo otros intereses, que es el agronegocio, que son los fondos de inversión que ahora mismo están acaparando el mercado agrícola. Voy a todas las concentraciones de agricultores que considero que están reclamando cosas que son justas, independientemente de los compañeros de viaje que me encuentre allí. Ellos saben, y lo hemos demostrado en numerosas ocasiones, que quien realmente está defendiendo a los agricultores, a los ganaderos y a sus familias es Unidas por Extremadura. Nos estamos dejando la piel porque en el Congreso se aprueben leyes, porque en Extremadura se planteen propuestas razonables para la sequía, porque no engañe a la gente con nuevos regadíos como el de Tierra de Barros. A mí los agricultores, me reconocen, incluso los que sé que no me van a votar, que somos los únicos que les está defendiendo en Extremadura.

¿Se apuesta todo a las energías renovables y a la llegada del tren de alta velocidad en Extremadura?

Bueno, tren de alta velocidad o lo que sea que llegue. Me parece que aún nos queda mucho para tener un tren digno porque no es solo tenerlo electrificado, sino tenerlo también con frecuencias útiles, con precios asequibles… Que este fin de semana haya gente que un trayecto de AVE le cueste 15 euros y a nosotros nos cueste 31 euros ir a Madrid en un tren del siglo XIX no es justo. Y  creo que es más por saldar una deuda moral que se tiene con Extremadura. Hemos tenido hasta hace nada traviesas del siglo XIX y necesitamos unas infraestructuras del siglo XXI. El tren es el medio de transporte del futuro, pero no solo para conectar a las grandes capitales, sino para vertebrar los territorios y al PSOE le cuesta mucho entender esto. Pero como digo, no solo necesitamos un tren: necesitamos frecuencias, necesitamos precios, necesitamos que realmente sea una opción. Yo no puedo ir a Madrid a una reunión de trabajo, el primer tren no llega hasta las 12:30, o sea no puedes hacer ninguna reunión, y el último sale a las 4 de la tarde, ¿qué frecuencia es esa para poder trabajar? Y ya no te digo si te quieres ir a Córdoba, es que no hay ni transporte público para poder trasladarte, ni a Sevilla, o la interconexión entre ciudades en Extremadura. Y la intermodalidad, por el autobús, también brilla por su ausencia. Son décadas de abandono y va a costar mucho revertir esto, pero o se soluciona o estamos condenados.

“Las plataformas regionalistas 'sin ideología' son peligrosas”

Las plataformas y partidos regionalistas, junto con algunas locales y provinciales han comenzado contactos para concurrir de forma conjunta a las elecciones de 2023. Podemos ya quiso aglutinar en 2019 ese sentimiento regionalista y de la Extremadura vaciada. ¿Se trabaja ya en una confluencia de izquierdas?

Unidas por Extremadura quiso en 2019 crear un espacio amplio donde se viera reflejado un proyecto político desde Extremadura para Extremadura. Seguimos con la idea de seguir ampliando este espacio político. La unión de plataformas regionalistas que están surgiendo al calor de cierto éxito en otros territorios nos parece lógica porque es verdad que Extremadura es una tierra muy maltratada,. Pero también creemos que además de exigir infraestructuras, igualdad de oportunidades respecto a otros territorios, tenemos que tener muy clara la defensa de los derechos humanos y la ideología. La ideología es la base de la política y ciertas plataformas que se construyen desde posicionamientos de ‘sin ideología’ son a mi juicio peligrosas porque podemos ver cómo el día de mañana acaban apoyando proyectos que van en contra de los derechos humanos, niegan la violencia machista… Nosotros estamos abiertos a seguir profundizando en una un espacio plural, muy enraizado a la región y trabajando por la Extremadura más desfavorecida.

¿Es posible entonces renovar ese espacio con Extremeños?

Aún no nos hemos sentado con la nueva dirección de Extremeños. Hasta ahora hemos trabajado muy bien. La confluencia aquí en Extremadura es casi un ejemplo a nivel nacional. No hay ninguna experiencia a nivel nacional de un espacio con tres fuerzas políticas que lleve tres años trabajando de esta manera, y creo que con bastante acierto. Las decisiones que vaya a tomar la nueva dirección de Extremeños las desconocemos porque aún no se ha sentado con el espacio político en el que lleva trabajando la legislatura. Pero nosotros seguimos abiertos a trabajar conjuntamente porque creemos realmente en que cuanto más amplio sea el espacio Unidas por Extremadura, más capacidad tendremos de transformar las cosas y, en definitiva, de mejorar la vida la gente, que es nuestro objetivo.

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