El PSOE extremeño pide a la alcaldesa de Alburquerque que dimita y la expulsa del partido
La situación económica y política de la localidad pacense de Alburquerque (5.300 habitantes) es insostenible y el ambiente está cada vez más crispado. Por ello, el PSOE provincial de Badajoz ha pedido este viernes a la alcaldesa, la socialista Marisa Murillo, que dimita de todos sus cargos públicos y orgánicos, y ha iniciado un expediente disciplinar para proceder a su expulsión del partido con carácter inmediato.
Esta situación se traduce en impagos a los trabajadores municipales, el cierre de la guardería municipal y las deudas económicas con proveedores. Una deuda superior a los 10 millones de euros que ha llevado al vecindario a la movilización y la dimisión de concejales.
En concreto, en las últimas semanas han presentado su dimisión dos ediles socialistas, Ignacia de la Cruz Rollano y Josefa Alejo, mientras que también presentaba su cese como primera teniente de alcalde Magdalena Carrasco.
Todo esto, unido a que la alcaldesa no ha contestado al Plan de Viabilidad exigido por el PSOE para revertir los problemas económicos, ha provocado que el secretario provincial de los socialistas, Rafael Lemus, haya anunciado la decisión de expulsar a Murillo y reclamarle que abandone la alcaldía.
En este sentido, Lemus ha asegurado que se pondrán en contacto con los concejales del grupo socialista para estudiar la situación y proponer una nueva candidatura a la alcaldía y ha reiterado que “por encima del bienestar de la ciudadanía no hay nadie, y en el PSOE no hay sitio para quienes alteran el equilibrio social de un pueblo”.
Pleno tenso y abucheos
La alcaldesa de Alburquerque, Marisa Murillo, fue abucheada anoche al abandonar el edificio consistorial, tras la celebración de un tenso pleno ordinario a la vez que se pedía su dimisión.
La sesión se tensó aún más al debatirse la aprobación de la cuenta general del año 2019, cuando el portavoz del grupo Independientes por Alburquerque (IPAL), Manuel Gutiérrez, no pudo terminar su intervención al quitarle la palabra la alcaldesa.
A la salida del pleno , Gutiérrez señaló que no le dejó terminar porque la realidad de esas cuentas se traduce en una deuda cercana a los once millones de euros, “por eso ahora no hay dinero, porque se lo gastaron antes, y ahora el poco dinero que llega es para los bancos.
Ya a principios de este año, el presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo, revocaba la delegación especial en materia de Bienestar Social a Marisa Murillo por la situación de impagos a los trabajadores municipales que arrastraba el Ayuntamiento de Alburquerque, y solicitó la renuncia a su acta de diputada.
Gallardo explicaba en aquel momento que “una alcaldesa que no paga a los funcionarios y a los trabajadores de su Ayuntamiento, no puede estar al frente de la Delegación de Bienestar Social”.
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