Tres de los seis diputados de Ciudadanos se rebelan contra la dirección nacional

Tres de los seis diputados autonómicos que tiene en este momento Ciudadanos se han rebelado contra la dirección nacional y no reconocen a David Salazar como nuevo portavoz parlamentario, intención que han recogido en un escrito presentado ante la Mesa de la Asamblea de Extremadura.

El escrito es algo insólito porque presenta como presidente del grupo a alguien que todavía no es formalmente diputado, Fernando Rodríguez Enríquez, que será el sustituto de Cayetano Polo una vez que éste ha formalizado su renuncia al acta; sin embargo aún no se ha celebrado un pleno en el que Rodríguez pueda tomar posesión.

Los rebeldes contra la dirección que encarna ahora en Madrid Inés Arrimadas, además del propio Polo, son José María Casares Sánchez, Marta Pérez Guillén y Joaquín Prieto Tobalo.

En el escrito enviado este miércoles a la Mesa del Parlamento regional, afirman que ellos tres y el próximo parlamentario, Fernando Rodríguez, han elegido una nueva dirección del grupo con este último como presidente, Marta Pérez portavoz, Joaquín Prieto portavoz adjunto y José Casares como secretario general.

Ajenos a esta maniobra, y fieles a la dirección nacional tras la anunciada marcha de Polo antes de ser sustituido, están David Salazar, que además de portavoz ha sido designado nuevo líder en Extremadura (coordinador autonómico), Fernando Baselga (miembro de la Mesa de la Asamblea) y Encarnación Martín.

Aunque éstos últimos tengan el apoyo de Madrid, perderían la mayoría -tres frente a cuatro- en cuanto Fernando Rodríguez tome posesión de acta y si todos se mantienen en sus actuales posiciones,

Aflora la guerra

Con este escrito se eleva a pública la guerra interna que mantienen dos grandes sectores de Ciudadanos Extremadura, el que tenía hasta ahora el poder (siempre delegado por Madrid en un partido tan centralizado) y lideraba Cayetano Polo, y el representado por David Salazar en el que figura también el portavoz municipal en Badajoz Ignacio Gragera, además de otras personas que han dejado ver de nuevo su influencia en el partido.

Ahora será la Mesa de la Asamblea la que tendrá que interpretar un escrito firmado solo por tres de los siete diputados actuales, y que contiene la extrañeza de incluir a una persona que aún no lo es.