El lince sigue recuperándose tras dejar hace cuatro años la etiqueta de ‘en peligro crítico de extinción’
Tras 20 años de trabajo, el lince ibérico, el felino más amenazado del mundo, incluido como especie ‘en peligro crítico de extinción’ en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), con una población que en el año 2002 apenas alcanzaba los 100 individuos en España, fue reclasificado en 2015 ‘en peligro’.
El director general de Sostenibilidad de la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad, Jesús Moreno, ha expuesto en Madrid los resultados de la labor que desarrolla la Junta de Extremadura para la reintroducción del lince ibérico en la región, constatándose actualmente la presencia en territorio extremeño de 92 linces en libertad.
Según ha manifestado, el programa ha alcanzado ya su principal objetivo con 17 hembras territoriales, de las que 13 son reproductoras, y 36 cachorros nacidos en libertad en el año 2019, que se distribuyen en cinco zonas: Valle de Matachel, Hornachos-Alange, Valdecigüeñas, Ortiga y Valdecañas-Ibores.
Para los próximos años el principal objetivo es conseguir un incremento cuantificable de la población y de la conectividad entre los diferentes núcleos. En este sentido, el director general ha destacado a Extremadura como territorio esencial en dicha conectividad, ya que “además de ser lugar histórico de presencia de lince, es un espacio de interconexión crucial entre los ejemplares de Portugal, Andalucía y Castilla la Mancha, lo que garantizará el adecuado intercambio genético en estos territorios”.
Durante su intervención en las Jornadas Técnicas El Lince Ibérico, mirando hacia el futuro, organizadas por la organización WWF España, en colaboración con la fundación biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica, Jesús Moreno ha explicado que al éxito reproductor del lince en Extremadura hay que sumar la acogida que ha tenido la especie entre los pobladores de las distintas áreas de reintroducción, así como el apoyo de los ayuntamientos y otras entidades.
Desde el Programa de Reintroducción que lidera la actual Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad y el Ministerio para la Transición Ecológica, se realizan periódicamente campañas de información a distintos colectivos en el ámbito rural: pobladores, propietarios de fincas y de explotaciones agrarias, pastores, cazadores, educadores y alumnos, grupos de Acción Local y otros: “Se trata de que vean al lince como parte de su patrimonio natural, como un ciudadano más, y conozcan las ventajas de su presencia en el territorio”, ha señalado.
Estas campañas de concienciación son fundamentales para evitar las dos mayores causas de mortalidad: los atropellos y el furtivismo.
Resultados
El primer objetivo del trabajo conjunto que desarrollan desde el año 2000 el Ministerio para la Transición Ecológica y las comunidades autónomas de Andalucía, Castilla La Mancha, Extremadura y Portugal, con la participación de otras entidades y organismos ambientales, fue estabilizar las poblaciones existentes evitando el riesgo de extinción, para a continuación revertir la tendencia de las mismas.
El siguiente paso fue la reintroducción de individuos. En una primera fase se puso a punto la técnica en las poblaciones andaluzas de Guarrizas y Guadalmellato, para a continuación abordar las reintroducciones en una escala mayor, trabajando en Sierra Morena Oriental y Montes de Toledo (Castilla-La Mancha), el Valle de Matachel (Extremadura) y en el Vale do Guadiana (Portugal).
Hoy la población es de 686 individuos, localizados en 9 territorios, con 160 hembras reproductoras en Portugal y España.
En Extremadura, las primeras liberaciones se iniciaron en 2014 en el Valle del Matachel, donde actualmente se encuentra el mayor núcleo de población de lince, ya que presenta un hábitat mediterráneo idóneo y una alta población de conejo, principal alimento del felino.
No obstante, “queda mucho trabajo por hacer”, según ha expresado el director general, para quien es importante informar y desmitificar los temores que pudieran existir en torno a la figura del lince. “Debemos intensificar los esfuerzos para explicar a los propietarios de las explotaciones agroganaderas y cinegéticas y a la ciudadanía, en general, la importancia de tener al lince en su territorio; por ejemplo, se han reducido más del 80% la población de zorro y meloncillo donde hay presencia de lince”.
El objetivo ahora es lograr un incremento cuantificable de la población e impulsar la conectividad entre los núcleos de población de todas las áreas de reintroducción.
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