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200 trabajadores municipales de Alburquerque llevan seis meses sin cobrar

Alburquerque ha pasado en pocos días de 0 a 24 positivos debido a un brote de Covid-19

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La situación de unos doscientos trabajadores municipales de Alburquerque (Badajoz) se agrava tras seis meses sin cobrar sus nóminas, por lo que han pedido una solución “inmediata” a las diferentes administraciones.

Un grupo formado por más de 40 trabajadores convoca cada día laborable un acto de protesta de 15 minutos a las puertas del Ayuntamiento, y cada viernes, a las 21 horas, una concentración en la Plaza de España, donde los portavoces leen un manifiesto y ceden el micrófono a los vecinos asistentes para que muestren sus reflexiones, iniciativas y protestas.

Este grupo de trabajadores se ha reunido con dirigentes políticos regionales, entre ellos el presidente del PP extremeño, José Antonio Monago; el secretario provincial del PSOE de Badajoz, Rafael Lemus, y la portavoz de Unidas por Extremadura en la Asamblea, Irene de Miguel. A ellos les han transmitido la “desazón” que viven y les han pedido que intermedien ante las autoridades regionales, a las que también han solicitado reuniones, como es el caso del presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, de quien esperan su respuesta.

10 millones de deuda

La deuda del Ayuntamiento de Alburquerque asciende a más de 10 millones de euros, situación financiera que están sufriendo directamente los trabajadores, agravada aún más por la crisis política que vive el Consistorio, con la alcaldesa Marisa Murillo expulsada del PSOE, y formando junto a cuatro de sus concejales el grupo de no adscritos, mientras que otras tres concejalas socialistas han dimitido y uno más sigue fiel al PSOE.

Ante esta situación, los trabajadores piden una pronta solución que según afirman en su último manifiesto podría pasar por la intervención del ayuntamiento a manos del Ministerio de Hacienda, “toda vez que desde diferentes administraciones se propusieron y ofrecieron diversas soluciones a cambio de algunas concesiones, que no han sido aceptadas por el equipo de gobierno municipal”.

Denuncian además los motivos por los que se ha llegado a esta situación al señalar que “era imposible, es imposible, sostener en pie una administración gestionada pensando más en la cantidad de contratos que en la calidad de los mismos”. Ello, añaden, ha derivado en la ausencia de estabilidad laboral, “estabilidad que en nuestro caso se ha convertido en una quimera”.

“Esa estabilidad la tendremos que pelear muchos de nosotros/as en los tribunales, porque a pesar de llevar años diciéndonos que nos solucionarían la situación en fraude de ley en la que muchos de nosotros se encuentran, no han movido un dedo al respecto”, indican los trabajadores exigiendo que se ponga fin a su situación.

Preguntan además a las autoridades regionales “hasta cuándo van a seguir viendo impasibles el deplorable espectáculo que está ofreciendo este pueblo” y “por qué toleran y dan la espalda a esta situación límite que estamos sufriendo”.

En el escrito enviado a los distintos cargos políticos provinciales, regionales y nacionales les hacen llegar su desesperación, “nuestro grito de petición de auxilio porque, no solo este colectivo, sino el pueblo de Alburquerque agoniza”.

En la respuesta de la Presidencia de la Junta de Extremadura, ésta muestra su preocupación y afirma que dentro las competencias que le conceden las leyes, ha hecho “lo posible” para reducir los efectos de esta situación en el municipio, no descartando adoptar el acuerdo para solicitud a la Administración General del Estado la disolución de los órganos de gobierno de la Corporación local.

Ello sería así “siempre que se considere que es el único medio para garantizar el bienestar de los vecinos, y que concurre el supuesto básico de gestión gravemente dañosa para los intereses generales que supongan incumplimiento de sus obligaciones constitucionales, como exige la normativa”.

Ante esta respuesta los trabajadores le preguntan: “¿Acaso no se están dañando los intereses generales de un pueblo tan extraordinario como es el nuestro, con su relevante pasado histórico, con un patrimonio natural y monumental apabullantes, con un ambiente urbano tan acogedor, con unos vecinos emprendedores, con ganas, a pesar de todo de ganar la batalla al futuro?”.

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