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La aseguradora de Atrio se personará como acusación particular en la causa por el robo millonario de los vinos

Fotografía de archivo de la bodega del restaurante Atrio.

Inmaculada Franco

Cáceres —

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Letrados de la compañía aseguradora del hotel restaurante Atrio, perteneciente a la exclusiva cadena hotelera Relais&Chateaux asistirán a la toma de declaración que se les hará mañana, en el Palacio de Justicia de Cáceres, los dos detenidos como presuntos autores de haber sustraído 45 botellas que suman un valor en el mercado de 1,7 millones de euros. Está previsto que tenga lugar mañana, en torno a las 12 horas del mediodía, en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 de Cáceres, que será el que esté de guardia, ya que la titular del Juzgado número 4, que es el que instruye la causa está de vacaciones.

A los cinco meses de perpetrarse el robo, en el mes de marzo de este años, los propietarios de Atrio, José Polo y Toño Pérez ya fueron indemnizados por su compañía aseguradora con una cantidad que nunca ha sido desvelada, ya que existe un pacto de confidencialidad. La cifra sería superior a los 1,7 millones de euros, en los que se estima el valor de los vinos, ya que el precio en carta de todos ellos habría ascendido a 3 millones de euros.

Se ha llegado a un “justiprecio”, así lo ha puesto de manifiesto al elDiario.es Extremadura, el gerente de la correduría de seguros Sánchez Castañón, Jorge Sánchez Castañón, que no quiso desvelar tampoco el nombre de la compañía aseguradora que cubre los bienes de Atrio.

Ambas partes quedaron conforme con la indemnización pactada, aunque, según afirma Sánchez Castañón, Toño y José lo que quieren es recuperar sus vinos, “les importa más el valor sentimental que el económico, darían lo que fuera porque las botellas robadas volvieran a casa”.

Si se recuperan una, dos o las que sean, los propietarios de Atrio quieren que vuelvan a sus bodegas, devolviendo la indemnización recibida por ellas, ya que la compañía aseguradora no pagó un dinero por el global de las botellas, sino que se valoró una a una de manera referenciada, es decir, cada unidad tiene su propio valor.

A este acuerdo, al hecho de poder recuperar las botellas devolviendo el valor de su indemnización, se llegó 48 horas después de conocerse la noticia de la detención de los presuntos autores. “Hemos conseguido que la compañía no aumente el precio de las botellas, a pesar de que todo el mundo sabe que su valor ha aumentado por la historia que ahora les acompaña”. Y es que no todos los días, unas botellas son protagonistas de un robo y de una huida de película, que ha traído de cabeza a la policía nacional, a la Europol, a la Interpol, y a investigadores privados, durante 10 meses. Tiempo en el que han estado rastreando su pista por toda Europa.

Tan sólo en ponerles nombre y apellidos, tardaron 3 meses, él es Constantín Golubic, de 47 años de edad y de doble nacionalidad, rumana y neerlandesa, y ella es Priscila Lara Guevara, de 29 años de edad, mexicana, y cuenta en su currículum que fue Miss Earth Estado de México, en 2016,

La correduría de seguros Sánchez Castañón trabajan en todo el ámbito nacional y en multitud de sectores. A veces han tenido que hacer frente a tramitar indemnizaciones mucho más elevadas, pero nunca se habían encontrado con un caso como éste, tan mediático y misterioso al mismo tiempo.

Nadie se explica como dos personas, pudieron llevarse el Hotel Atrio, a las 5 de la madrugada de un 25 a un 26 de octubre, 45 botellas envueltas en toallas del hotel, dentro de unas mochilas, sin hacer ruido y sin ser descubiertos.

La compañía aseguradora puso a trabajar a investigadores privados, de forma paralela a las investigaciones que llevaban a cabo las distintas policías.

Rápidamente descartaron la hipótesis que estaba en la boca de muchos de que el robo pudiera haber si encargado por los mismos propietarios de Atrio para hacer frente a las dificultades económicas sobrevenidas por la pandemia por Covid y por las fuertes inversiones que estaban acometiendo con la construcción de un nuevo hotel.

Sánchez Castañón asegura que conoce personal y profesionalmente a los propietarios de Atrio desde hace 30 años y, desde hace 11, su correduría es mediadora del hotel que se encuentra en la Plaza de San Mateo de Cáceres. Tenían claro que no habían sido ellos desde el primer momento, de no haber sido así “no hubiéramos podido negociar con la compañía aseguradora una indemnización, y menos en el plazo de 5 meses desde el robo”.

Las investigaciones que se han estado llevando a cabo de manera privada y de forma paralela a la policial, siempre se ha llevado “de forma muy prudente”, sin entorpecer, y “han llegado a la misma conclusión que la policía, y es que creemos que las botellas han ido a parar a coleccionistas de países emergentes de Asia, Latinoamérica o países árabes, y dado el alto nivel gastronómico de las mismas, es posible que hayan sido separadas para ser vendidas a distintos destinatarios”.

Esperan recuperarlos, si no todos porque va a ser imposible, al menos, algunos. Son conscientes de que las peripecias que han tenido que sufrir las botellas han podido perjudicar la calidad de sus caldos, en el caso de que no se hayan podido mantener las condiciones de temperatura, humedad, y todos los factores necesarios para su correcta conservación, pero “lo que les importa es que vuelvan a estar en las vitrinas de la bodega, que vuelvan a casa”

Toño y José quieren pasar página, dice su amigo y corredor Jorge Sánchez, y “la única forma de que pasen página es que aparezcan las botellas o, al menos, algunas”.

Los hechos sucedieron en la madrugada del 26 al 27 de octubre de 2021. Primero se alojó la mujer, avisó que iría a cenar con un acompañante, y después de la cena, pidieron visitar la bodega, como hacen muchos de los comensales de Atrio. Una vez que cenaron subieron a la habitación, pero sobre la 1,30 hora de la madrugada pidieron al servicio de habitaciones que les subieran comida. Les dijeron que la cocina estaba cerrada, insistieron y entonces les subieron una ensalada.

Aprovecharon la distracción del personal del hotel en esos momentos para abrir la bodega con una llave maestra y sustraer las botellas que, cuidadosamente, debieron envolver para que no se rompieran ni hicieran ruido con unas toallas del hotel, que después se percataron de que habían desaparecido. La huida del hotel con el botín se produjo en torno a las 5 de la mañana y a pie. Se cree que la ejecución del robo corrió a cargo del hombre, mientras que la mujer hizo de vigilante en todo momento.

La declaración de los dos presuntos detenidos, que tendrá lugar mañana, ha levantado una gran expectación por si de ella pudieran darse pasos adelante en la investigación y en la averiguación del paradero de las 45 botellas sustraídas de Atrio.

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