El Gobierno trata de corregir su mala comunicación con la segunda dosis, y esto es lo que dice
El Gobierno central ha admitido lo mal que está comunicando su decisión de revacunar con Pfizer a los menores de 60 años que recibieron una primera dosis de AstraZéneca, y trata de recuperar lo perdido ante la opinión pública.
En un 'off the record' con periodistas, un tipo de encuentros en los que sin cámaras ni micrófonos se trata de facilitarles información amplia y consultar dudas de manera más ágil e informal, celebrado este jueves en Madrid y recogido por la agencia Efe, el Ministerio de Sanidad ha reconocido que el momento actual del proceso de vacunación, centrado cada vez en grupos más jóvenes, es crítico, por lo que ha llamado a las comunidades a dar un mensaje único sobre las vacunas porque, según avisa, lo contrario genera una incertidumbre que pone en peligro la campaña.
Fuentes del departamento que dirige Carolina Darias admiten que en las últimas semanas se ha producido un “gravísimo problema” de comunicación en torno a la segunda dosis de la vacuna de AstraZeneca al dar a entender que era una cuestión de elección o preferencia para los menores de 60 años.
Pero no: lo decidido por la Comisión de Salud Pública la semana pasada es que a los que ya han recibido un primer pinchazo del suero anglosueco se les administre un segundo de Pfizer; un día después, el Consejo Interterritorial abrió la opción a que solo aquellos que lo rechacen, se les dé Vaxzevria (nombre comercial de AstraZeneca) bajo firma de un consentimiento informado.
La razón de completar la pauta a las personas de menos de 60 años con Pfizer es una: evitar los poco frecuentes, pero graves, casos de trombos con trombocitopenia (bajada de plaquetas) asociados a este fármaco y que en Europa se han saldado con una letalidad del 20 por ciento.
En España hay 20 casos confirmados o sugerentes (de los que hay sospechas), que supone el 0,5 % por cada 100.000 dosis; de ellos, han fallecido 4 y hay un quinto en estudio.
La frecuencia de estos casos aumenta según desciende la edad: 14 episodios por millón de personas de 30 a 39 años, 12 en el tramo 40-49 años y a solo 2 en el de mayores de 60.
Dando Pfizer, argumentan las fuentes del Gobierno que prefieren la confidencialidad del anonimato, se garantizan los beneficios sin exponer a riesgos en un momento en el que hay disponibilidad de vacunas y se evitaría una muerte por cada millón de vacunados; por supuesto que AstraZeneca es segura y eficaz, pero en este contexto en el que hay otras opciones había que poner en la balanza si se daba a personas jóvenes.
Además, “no es la primera ni será la última vez en que se apuesta por pautas heterólogas combinando distintas marcas, ya que se hace para enfermedades como el ébola, el neumococo, el papiloma o el herpes zoster”.
Y, además, la apuesta en Europa por las vacunas de ARNm, como Pfizer o Moderna, y las de proteína como será Novavax, es obvia por su mayor capacidad de adaptación y efectividad ante las variantes, con lo que Sanidad apunta a que, con toda probabilidad, muchas de las personas vacunadas con adenovirus como son AstraZeneca y Janssen acabarán recibiendo una dosis de las otras.
El estudio CombiVacs impulsado por el Instituto de Salud Carlos III que demostró la eficacia y seguridad de mezclar AstraZeneca con Pfizer fue una ayuda más en la toma de decisión; en Sanidad lamentan las críticas que ha recibido este ensayo, realizado en más de 600 voluntarios vacunados con AstraZeneca, 400 de los cuales recibieron la inyección de Pfizer.
Sí reconocen que le faltaba el brazo de comparar los resultados con una pauta completada con AstraZeneca, algo que no descartan que el ensayo haga en el futuro, que ha suscitado gran interés en la EMA (Agencia Europea del Medicamento, por sus siglas en inglés) y que ayer fue presentado en Canadá.
También censuran que, pese al acuerdo alcanzado en el Consejo Interterritorial de la semana pasada, desde varias comunidades se esté instando a los menores de 60, casi dos millones de trabajadores esenciales que recibieron su primera dosis entre febrero y abril, a completar su inmunización con Vaxzevria.
El Ministerio no puede aún confirmar si la mayoría de esas personas que ya han empezado a recibir su segunda dosis han preferido repetir con este preparado, ya que todavía se han administrado muy pocas, en algunas comunidades de manera “casi testimonial” con apenas 10 pinchazos el pasado lunes.
De lo que sí están convencidos en Sanidad es que el acuerdo alcanzado por el Ministerio y las comunidades hay que cumplirlo, porque lo contrario demuestra una falta de madurez que pone en riesgo el futuro del proceso.
Porque lo contrario solo hace trasladar incertidumbre a la población, que al final es la gran perjudicada, poniendo así en peligro la campaña de vacunación en un momento en el que está bajando la edad de la población a inmunizar -que tiene una percepción del riesgo menor-, y que se une con una mejora de los indicadores epidemiológicos que invitan a bajar la guardia.
De hecho, las fuentes recuerdan que los casos están descendiendo en mayores de 50 pero aumentando en los menores de esas edad, por lo que, insisten, ahora es momento de centrarse en un mensaje único que no genere más confusión.
1