Habrá confinamientos territoriales y toques de queda pero por períodos cortos

Se avecina en España una sucesión de confinamientos territoriales, no domiciliarios como hubo en primavera, y de toques de queda oficialmente denominados ‘reducción de la movilidad nocturna’, pero no están claras las vías legales, que se están buscando con urgencia, y mientras tanto algunas comunidades empezarán a realizar experiencias.

Precisamente por esas dudas legales no hubo acuerdo este jueves en el consejo interterritorial de Salud (Gobierno y comunidades) ya que algunos de los gobiernos regionales plantearon sus incertidumbres.

Diversos grupos jurídicos de las administraciones central y autonómicas están realizando ahora informes para encontrar el encaje legal y una ágil autorización judicial, ya que si bien los confinamientos territoriales (de zona de salud, de distrito municipal, de localidad entera, comarcales y de toda la comunidad) se están produciendo continuamente y sin problemas, el conocido como ‘toque de queda’ es novedoso.

Lo que está claro es que doblegar la curva de contagios en esta segunda ola se hará de forma más ‘quirúrgica’ y detallada, con duraciones cortas para no agotar más a la población y la economía.

Salud también mental

“Los confinamientos prolongados”, ha explicado este jueves el vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, “tienen efectos muy positivos sanitarios, pero sobre la salud mental son bastante negativos”, ha dicho en un encuentro con periodistas.

Las autoridades seguirán tomando medidas restrictivas pero “por períodos cortos para evitar efectos mentales y sociales”. La población necesita pausas y alivios.

Así mientras seguirá habiendo cierres o aislamientos perimetrales, confinamientos dentro de una zona pero con libertad de movimiento y actividades interiores, empezarán las reducciones de la movilidad nocturna en España como ya las está habiendo en otras ciudades y países europeos; la Comunidad de Madrid las acaba de anunciar.

Algunas comunidades iniciarán esas experiencias, pero a la vez se busca un encaje legal mediante la aplicación de la Ley General de Sanidad, o mediante un apartado del estado de alarma.