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La hostelería pide cerrar más tarde, a las tres, porque los clientes no llegan hasta las once

Un camarero atiende una terraza en Bilbao, en una fotografía de archivo.

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Una asociación de bares y restaurantes, Fexbares, pide a la Junta que les deje cerrar más tarde por la noche, a las tres en vez de las dos, porque como hace tanto calor la clientela no llega hasta las once de la noche que es cuando “se empieza a estar bien” en la calle y las terrazas, y eso reduce su margen de negocio.

El presidente de la Federación Extremeña de Bares y Restaurantes Fexbares, José Parodi, ha dicho a la agencia Efe que el horario de cierre (2:00 horas) cada vez se queda más corto, pues episodios de calor como el actual hacen que la población no salga de sus casas, en muchos casos, hasta al menos las 23:00 horas.

El objetivo de la solicitud, que el colectivo registrará este lunes, es que el horario de cierre se amplíe “al menos una hora”, para evitar la reducción de ingresos que provocan cada vez más las altas temperaturas.

La actual ola de calor habría provocado ya cancelaciones de algunos eventos el pasado fin de semana, pospuestos al siguiente a la espera de una tregua de las temperaturas, una cuestión que por tanto “preocupa” al ir cada año a más.

Parodi asegura que sería una decisión “positiva” tanto para el sector como para la ciudadanía, y confía en que sea entendida por las asociaciones contra el ruido, pues “si hasta las 2:00 horas no se producen problemas, por qué deberían darse hasta las 3:00”.

“Hay que plantearse ya este tema en la región, pues el clima lo impone”.

A su juicio es necesaria una reflexión en la comunidad y una adaptación al clima actual, que destaca que “resulta chocante” ver en los días con más calor como hay tiendas abiertas a las 17:00 horas cuando “nadie puede salir a esas horas”.

Más allá de instalar sistemas de climatización en el interior de los establecimientos, el problema es que “la ciudadanía ya no sale hasta las 23:00 horas, que es cuando se empieza a estar bien” y más ahora con la llegada de las vacaciones estivales.

Parodi alega que muchos establecimientos basan sus ingresos en el fin de semana y en los periodos festivos y vacacionales, pero el aumento del calor hace que las horas de más clientes se reduzcan.

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