Una iniciativa quiere desempolvar el antiguo Hospital Provincial de Badajoz para acoger refugiados
“No podemos quedarnos sin hacer nada”. Este es el mensaje que lanza una de las personas firmantes de una iniciativa ciudadana que reclama que el antiguo hospital provincial de Badajoz abra sus puertas y se convierta en un centro de acogida de refugiados que huyen de la guerra.
Las semanas pasan, mientras los países europeos discuten sobre inventarios, la cuota de personas que tienen que acoger en sus fronteras o las condiciones en que los países tienen que actuar.
Mientras la maquinaria burocrática intenta desempolvarse lo cierto que es que hay muchos edificio vacíos, sin uso, que podrían convertirse en un espacio en el que albergar a personas que huyen del horror de la guerra. Esto fue lo que llevó a Mercedes López ha iniciar una recogida de firmas a través del portal change.org, donde más de medio millar de personas se han unido a la iniciativa que pide un nuevo uso para estas antiguas instalaciones.
Es propiedad de la Diputación de Badajoz
En la actualidad el edificio es propiedad de la Diputación de Badajoz y el manifiesto que lanza Mercedes reclama precisamente a la institución provincial que las ceda para acoger a refugiados. Destaca que se trata de unas instalaciones que cuentan con una estructura ideal para ello, al haber habitaciones, baños, cocinas o despachos… Todo en pleno centro, cerca tanto de la Delegación de Gobierno como de otros edificios de las administraciones locales, provinciales y autonómicas.
Esta mujer, que lleva 10 años residiendo en Badajoz, ha sido usuaria de estas instalaciones, cerradas ante un intento fallido de convertirse en un parador de turismo. Así pone de manifiesto lo sigieuiente: si a las imágenes que vemos ahora en las televisiones les pusiéramos el filtro de blanco y negro parecerían instantáneas tomadas en la Segunda Guerra Mundial.
Pero no, son protagonistas de una guerra que comenzó hace cuatro años, de la que algunos parecen enterarse por imágenes como la del niño Aylan Kurdi, muerto boca abajo en la orilla de una playa.
“No es algo nuevo, llevan huyendo de la guerra desde hace cuatro años, millones de personas afectadas. No son refugiados, sino repudiados”. Es por ello que Mercedes exige más iniciativa, que las administraciones y los políticos adopten medidas de inmediato, con urgencia.
“Al menos, aunque no logremos el objetivo, que sirva para despertar conciencias, para que nuestros políticos comiencen a actuar”, advierte.