Prohibido también beber agua del grifo en Puebla del Prior por los problemas del pantano de Los Molinos
- Las algas detectadas en el pantano pueden provocar gastroenteritis
La localidad pacense de Puebla del Prior, de casi 500 habitantes, se ha sumado este jueves a los municipios abastecidos mediante garrafas de agua. Los análisis realizados del agua del pozo que se iba a usar como alternativa a la del pantano de Los Molinos no tiene la suficiente calidad para el consumo humano.
Fuentes de la Diputación de Badajoz informan a la ciudadanía de que podrá retirar botellas gratuitas de agua en el pabellón polideportivo. La Junta de Extremadura decretó este pasado martes la prohibición del consumo del agua procedente del Pantano de Los Molinos en Hornachos, Villafranca de los Barros, Fuente del Maestre y Palomas por la presencia de un alga que puede generar toxinas perjudiciales para el ser humano y que suele ocasionar gastroenteritis.
Ante el decreto de la Dirección General de Salud Pública de la Junta de Extremadura, que establece la alerta de abastecimiento de agua por la proliferación de algas en el embalse de Los Molinos, Puebla del Prior optó por cerrar la red de la Mancomunidad y hacer uso de agua de sondeos con los que cuenta la localidad.
Sin embargo, los estudios constatan una leve superación del límite de nitratos establecidos en la normativa, por lo que desde esta mañana, con la finalización de las reservas que quedaban en el depósito, se procede a su llenado exclusivamente con agua subterránea.
La autoridad sanitaria local ha informado que esta agua no es apta para el consumo humano ni su uso para comida hasta nuevo aviso. Por contra, el sí agua puede utilizarse para inodoros, riego de plantas, ducha u otros usos que no sean su ingesta.
Una semanas de restricciones
El consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, ha explicado que se mantiene el plazo de siete días de la citada prohibición de consumo humano del agua procedentes del citado pantano. “En Salud Pública, la máxima es ponerse en lo peor para obtener lo mejor”.
Ha lamentado que se haya producido esta situación y que los vecinos tengan que utilizar agua embotellada para consumo y elaboración de comidas. Con esta prohibición, “estamos protegiendo su salud”, ha insistido el consejero.
Asimismo ha apuntado que algunos aspectos microbiológicos del agua ya han dado buenos resultados, pero la presencia de toxinas -que pueden derivar en gastroenteritis- obliga a mantener la prohibición. Según Vergeles, no hay registrado ningún caso de gastroenteritis derivado del consumo del agua previo a la prohibición.
