Valverde de la Vera se engalana con techo de ganchillo por agosto
A Valverde de La Vera le ponen un techo de ganchillo cada mes de agosto. Ocurre desde 2013, cuando a los jóvenes del pueblo se les ocurrió engalanar la localidad de esta manera a modo de fiesta, de bienvenida a los valverdeños que vuelven a casa por verano, de acogida a los turistas que eligen este destino del norte de Extremadura. Contaron con la ayuda profesional de la arquitecta Marina Fernández Ramos, valverdeña con estudio en Madrid, y entre unos y otros han conseguido implicar cada vez a más vecinos en la tarea de hacer ganchillo para vestir de fiesta el municipio.
La aguja la cogen muchas mujeres mayores, expertas en el arte de hacer ganchillo, pero también otras que no lo son tanto y hasta niños que utilizan hula hoops a modo de bastidores. El proyecto se desarrolla durante todo el año, así que es fácil ver cómo las calles de Valverde se convierten en un taller de ganchillo al aire libre cuando hace buen tiempo. Hay, incluso, gente implicada en Tejiendo la Calle, que es como se llama la iniciativa, que le da a la aguja en sus casas de Madrid o Francia y se vienen con el coche cargado de parasoles de colores cuando vuelven a Extremadura en el verano.
Este año se han incorporado bordados
Más allá del fabuloso resultado estético, ese espíritu de colaboración es una de las características que hacen especial a este proyecto. Tanto, que ha llamado la atención del Instituto Cervantes, que lo ha seleccionado como ejemplo entre otros nueve proyectos de España y Alemania para la convocatoria Architectus Omnibus que promueve junto al Instituto Goethe.Tiene, además, un plus ecológico, ya que para tejer se utilizan también bolsas de plástico que se reciclan con su nueva función.
Tejiendo la Calle es un proyecto que crece de año en año incorporando nuevas vías de Valverde a las que poner techo de ganchillo, con nuevas manos dispuestas a nutrir el catálogo de parasoles e incluso con nuevas ideas, porque este año al ganchillo se le ha sumado algún que otro bordado. Una experiencia que se está haciendo tan internacional como popular, tras compartirse en encuentros como el programa Haciendo Textil del Museo del Traje de Madrid, en el Público Desgin Fest de la Escuela Superior de Diseño o en el Día Internacional de las Mujeres Rurales de Los Santos de Maimona.