AGE ante sus retos
“AGE es una cultura política por construir y por ampliar. Se apostó por darle más valor a las cosas que nos unían que a las que nos separaban dado el momento de excepcionalidad. Hay un cierto parecido con el Frente Popular del 36. Es un reto de futuro”. Así define Martiño Noriega (Anova) el proyecto político de Alternativa Galega de Esquerda medio año después de su constitución, un proceso acelerado que ya tuvo que superar muchos retos, comenzando por el electoral y por el trabajo conjunto en el Parlamento de diputados de Anova e Esquerda Unida, y que en los próximos meses tendrá que enfrentar otros, sobre todo el fortalecer la convergencia entre las fuerzas que componen AGE y hacer visible un proyecto alternativo que se sume a su capacidad de denuncia. Por el camino, además, esta primavera tendrán lugar las importantes asambleas nacionales de Anova y Esquerda Unida.
Los partidos que integran AGE hacen un “balance positivo” del trabajo desarrollado hasta ahora en el Parlamento. “Queríamos llevar la voz de la calle al Parlamento y creo que lo hicimos a través de un programa de defensa de la mayoría social agredida. Era una apuesta muy arriesgada porque éramos fuerzas muy distintas, un acuerdo transfronterizo que podía no cuajar”, es el balance que realiza Xosé Manuel Beiras. Y en parecidos términos se expresa Xoán Hermida (Espacio Ecosocialista), que destaca que se “superaron tabúes -de unir a la izquierda nacionalista y a la izquierda no nacionalista- y eso se consiguió superando los respectivos paradigmas y reticencias. Y aceptando un planteamiento de izquierda nacional”. Y añade que “no sería bueno que los cantos de sirena que unos u otros puedan recibir fuercen una vuelta a los viejos paradigmas”.
Y también Yolanda Díaz, que destaca que “vivimos en una situación de emergencia y que más que nunca necesitamos el trabajo conjunto de todas las fuerzas de la izquierda” y adelanta que “la propia asamblea de EU va a someter a votación una resolución expresa de apoyo al proceso de constitución de AGE. Por lo tanto la Asamblea de EU va a cerrarse con un llamamiento a reforzar AGE y que vaya más allá del proceso electoral y parlamentario. El objetivo es sumar muchas más voces de izquierda que hay en el pais. Y a ganar fuerza en la calle”. Díaz denuncia que “están arrasando con todo, Galicia está en venta. Debemos sumarnos y organizarnos, o de otro modo esta batalla la van a ganar ellos. Ya están ganando por goleada”. Y llama la atención sobre la necesidad de “repolitizar el conflicto social que ahora está latente” y, citando a Zizek, llama a “uniformizar los conflictos sociales que en la actualidad se expresan de forma individual. La estrategia del neoliberalismo es dividir los conflictos”.
Precisamente la Asamblea Nacional de Esquerda Unida (que tendrá lugar el 27 de abril) y la de Anova (que se celebrará en dos etapas: una primera asamblea, abierta y deliberativa, el 21 de abril, y una segunda con carácter decisorio el 8 y 9 de junio), marcarán en buena medida lo que AGE pueda y quiera ser. Las dos citas tienen una gran importancia: la de Anova desde luego por ser constituyente de la formación, y la de EU por el crecimiento y mayor implantación experimentados por la coalición en los últimos años. Y también porque la manera en que uno y otro definan sus tesis políticas hará más fácil o más difícil el trabajo conjunto en AGE y la superación de los posibles puntos de fricción, por ejemplo la soberanía.
A este respecto Martiño Noriega destaca que “hay buen ambiente institucional, pero también recelos entre las partes. Es importante demostrar que el legitimo comportamiento de las partes por separado no es incompatible con el funcionamiento del todo. Y a veces hay que abandonar los legítimos objetivos de cada uno en beneficio del bien común”. Y todos los actores implicados hacen un llamamiento a ampliar la coalición “para fortalecer la alternativa frente a las políticas del PP y la troika”, en palabras de Díaz. “Ya hicimos esa propuesta en la campaña electoral. Aquí no sobra nadie siempre que se asuman posiciones de izquierda de ruptura con este sistema y que se asuma también el derecho de autodeterminación. Ya lo hicimos y seguimos en esa postura. La oferta estaba y está abierta. Lo que pedimos es que no se excluya a nadie”, dice Beiras.
Un programa alternativo
Son muchos los que advierten que, incluso evaluando positivamente el trabajo de AGE en el Parlamento, Alternativa no ha sido capaz por el momento de oponer una alternativa programática consistente al Gobierno de Alberto Núñez Feijoo. En otras palabras, AGE fue muy eficaz a la hora de denunciar lo que el PP hace mal y para llevar al Parlamento la voz de los colectivos agredidos por sus políticas, pero no ha presentado una alternativa de poder.
A este respecto el economista Manuel Lago señala que “esta es una fase inicial de un trabajo de legislatura en el escenario complejo de una mayoría absoluta del PP en todas las instituciones. Es difícil elaborar una propuesta alternativa. Por mucho que te esfuerces por ofrecer tu propuesta la mayoría absoluta se va a imponer”. Y añade que “creo que ellos están en la fase de dar un paso adelante. Tienen que hacer un esfuerzo por hacer más visible su capacidad de crear una alternativa. De otro modo pueden aparecer como un grupo que lucha bien pero que le cuesta presentar alternativas”. También Xoán Hermida piensa que ese labor “es parte del proceso de maduración de AGE” y alerta de los peligros de quedar en el “resistencialismo”. Sin embargo añade que “con el tiempo Anova e EU harán un trabajo propositivo más importante. Creo que la propia dinámica llevará a eso”.
A este respecto Beiras señala que “somos un grupo parlamentar de novicios. Yo era el único que tenía experiencia parlamentaria” y destaca que “salimos airosos de muchas pruebas: comenzando por las enmiendas a los presupuestos, que es el trabajo más complejo. Hay una ósmosis muy grande”. Beiras destaca que “por ahora conseguimos uno de nuestros objetivos: llevar la voz de la calle al Parlamento, aunque desde luego no somos los únicos que lo hacemos”, pero reconoce que por ahora AGE no ha sido capaz de cumplir otro de los grandes objetivos de la coalición: “Queríamos llevar la iniciativa y no estar respondiendo a las iniciativas del PP”. “Ahora que pasó el debate de los presupuestos entramos en una nueva fase. Tenemos que llevar la iniciativa y tenemos otro reto que es llevar el parlamento fuera”, dice.
Por su parte, Martiño Noriega destaca que “hay que marcar un programa de mínimos que demuestre que se pueden hacer las cosas de forma diferente y que marque nuevos caminos, como se marcaron en América Latina para salir de la crisis económica de los años 90, salvando todas las diferencias”. Y añade que “la retroalimentación de ese proceso tiene que tener en cuenta a los colectivos sociales. Esa propuesta alternativa hay que hacerla en conjunto con la sociedad civil y con la izquierda social. Y ese es un reto que tenemos por delante”.
El futuro
El filósofo Antón Baamonde destaca que “AGE demostró que había una oferta política que no estaba en las otras opciones. Demostró que había un espacio sin cubrir” y que “hay muchos motivos por los que AGE tiene futuro. Por la situación de crisis económica y polarización política y porque en Galicia hay un espacio de izquierda real y de nacionalismo constructivo que PSOE y BNG no cubren”. Para Baamonde, “AGE puede gobernar las ciudades e incluso la Xunta. Eso depende de que se presente con un proyecto convincente y de que encuentre buenos equipos para presentarse a las municipales. Y ese será el primer paso para disputar la Xunta. Feijoo es una anomalía que tiene más que ver con la debilidad de la izquierda”.
También Xoán Hermida hace hincapié en las elecciones municipales de 2015: “las municipales deberían interpretarse con una clave que fuera más allá del ámbito local. El poder del PP en Galicia se consolidó en buena manera en las municipales del 2011. Y también fue el inicio del 15M. Seria un buen momento para provocar un cambio del poder político en Galicia”.
Sin embargo, antes de eso AGE debe enfrentar varios retos y desafíos que pueden convertir su éxito en “fugaz”, señala Antón Baamonde. Manolo Lago cree que en algún momento AGE deberá “definir su estrategia política para que esas políticas alternativas se puedan llevar adelante. Por mucho que elabores un documento sobre el naval tienes que llegar a alianzas con fuerzas para difundirlo”.
Baamonde señala que “el bipartito no contestó el poder de la derecha. No la retaron, sino que buscaron cooptarse buscaban hacer el fraguismo sin Fraga”. Y se pregunta: “¿AGE retará y no cooptará? ¿Impondrá una cierta moderación en las formas pero irá al fondo de los temas?”. Para concluir: “Yo pediría menos sobreactuación y sí una apuesta por una transformación real del país. Hay muchas cuestiones: transparencia, subvenciones o evitar el capitalismo de amiguetes que se vino dando en Galicia nos últimos años con Pescanova o las cajas”.
De igual manera, David Rodríguez advierte de que “si Anova o AGE no asumen que la gente mira para ellos con mucho detenimiento para que cumplan lo que dicen, pueden tirar abajo todo su capital político. Tienen que cumplir las expectativas”. Y añade “tenemos derecho a ser exigentes con los partidos. Son herramientas y si no sirven hay que descartarlos”.
Martiño Noriega afirma que “hay que ser porosos. Esto es un movimiento en marcha” y le hace una exigencia a Anova en su proceso de constitución: “Las organizaciones tienen que ser operativas, pero tienen que serlo de abajo a arriba y no de arriba a abajo. Son momentos de una nueva cultura política y de liderazgos compartidos. Si esta organización no trabaja con esta nueva cultura política yo no voy a estar. Yo creo en el proyecto de Anova. Pero mi participación en primera fila va a depender de que se cumplan esos parámetros y de que Anova sea diferente de los otros partidos?. Finalmente, Beiras llama a las fuerzas de izquierda a ”colaborar“ pues ”no se trata de disputarse espacios. Se trata de articular un espacio plural no sólo para desplazar al PP en Galicia sino en todo el Estado y para provocar una ruptura democrática“.