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La larga búsqueda de los restos del último alcalde republicano de Amoeiro se completa con su exhumación

Castor Sánchez Martínez, alcalde socialista de Amoeiro hasta 1936

Marcos Pérez Pena

El 25 de agosto de 1936 un grupo de falangistas asesinó a Castor Sánchez Martínez, alcalde socialista de Amoeiro (Ourense), junto con su amigo Antonio Pérez Gutiérrez, apodado Pinante. Sus cuerpos fueron dejados en una cuneta de la carretera que une Berán (Leiro) y Beade. Nada más se supo nunca del lugar exacto donde podían estar enterrados sus restos. Hasta hace unos meses.

El actual alcalde de Amoeiro, Rafael Rodríguez Villarino (PSdeG-PSOE), ha llevado a cabo en los últimos años varias indagaciones, buscando a Castor Sánchez, que fue homenajeado en 2014 junto con las restantes víctimas de la represión franquista en la localidad. Había constancia de que sus restos estaban en Beade y algunos indicios llevaban a su cementerio parroquial. Allí habían ido, años atrás, el hijo y el nieto del alcalde asesinado, con la intención de encontrarlo, pero el párroco del lugar les indicadó que los huesos estaban ahora debajo de un panteón, imposibilitando la búsqueda. Hijo y nieto llegaron a pensar incluso en comprar esos nichos para derribarlos y excavar debajo.

El pasado mes de julio Rodríguez Villarino visitó el cementerio y allí habló con un vecino, un anciano nacido en 1930 que había sido sacristán en Beade, Antonio Estévez Rodríguez. No sabía quiénes eran Castor Sánchez y Antonio Pérez, pero sí recordaba donde habían sido enterrados “los Amoeiros”. Le contó que en agosto de 1936, cuando tenía seis años, habían traído dos cadáveres sin más identificación que la de ser vecinos de Amoeiro (de ahí que fueran denominados “los Amoeiros”). Los enterraron desnudos y boca abajo en una fosa cavada en el suelo alrededor de la iglesia, que entonces no tenía cementerio, en un lugar que le indicó a Rafael Rodríguez.

“La emoción me acompañó en cada paso de aquel paseo de poco más de 125 metros, y al pasar bajo el arco de entrada al actual camposanto Antonio señaló dos piedras en el suelo y dijo: ahí están enterrados los Amoeiros”, relata el actual alcalde de la localidad.

El próximo miércoles 3 de abril comenzarán, por iniciativa de sus descendientes, los trabajos de exhumación de los restos de Castor Sánchez Martínez y Antonio Pérez Gutiérrez, que serán realizados por la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), en una actuación en la que ha colaborado el Obispado de Ourense. “Muertos los culpables sin castigo, es deber del Ayuntamiento promover los trabajos que posibiliten el retorno de los restos de las víctimas al hogar y abrigo de sus familias en los Chaos de Amoeiro. Puede ser posible que la dignidad de Amoeiro retorne a la luz”, dice Rafael Rodríguez Villarino.

Si las informaciones son correctas y los cuerpos son localizados, serán enviadas muestras para su estudio en un laboratorio especializado y, posteriormente, los restos serían entregados a sus familias. La ARMH tiene programadas otras dos exhumacións en la provincia de Ourense en los próximos meses, una en Xinzo de Limia para encontrar los cuerpos de Salud Torres y María del Valle y otra en Chandrexa de Queixa para recuperar el del guerrillero antifranquista Benigno Fraga Pita O Alejandro.

Un líder agrarista y fundador de la UGT en la localidad

El 19 de abril de 1931 se eligió democráticamente una nueva corporación municipal en Amoeiro, resultando escogidos 8 concejales socialistas y 4 republicanos, y siendo nominado alcalde-presidente por unanimidad Castor Sánchez Martínez. Era cantero, fue representante de los trabajadores en las obras del ferrocarril y luchó por la abolición de los foros (rentas agrarias pagadas a la Iglesia o a la hidalguía), llegando a ser presidente de las sociedades agrarias en Parada de Amoeiro. En 1919 se marchó a Francia para evitar las represalias por su lucha como agrarista, retornando en 1921. Fundó en Amoeiro la UGT y la Agrupación Socialista, de la que fue su primer secretario. Colaboró en La Zarpa, La República y La Lucha, utilizando a veces el seudónimo José del Arroyo.

Tras la victoria electoral de las derechas, en 1934 fue cesado y deportado, regresando al cargo de alcalde en febrero de 1936, después del triunfo del Frente Popular. Tras el Golpe de estado del 18 de julio se refugió en varias casas e intentó huir a Portugal. Sin embargo, fue capturado y asesinado.

La corporación municipal que encabezó, homenajeada en los últimos años en Amoeiro, destacó por la importancia que le concedió a la enseñanza y en ella había varios representantes de la Asociación de Trabajadores de la Enseñanza de Ourense (ATEO), “los mejores maestros, los más innovadores, los que estaban en línea con la Institución Libre de Enseñanza”, destaca el actual regidor. “Antes de su gestión, en Amoeiro no había casi escuelas, y después el nivel educativo de Amoeiro llegó a ser superior incluso al que los chicos podían recibir en Ourense, gracias a maestros como Rafael Alonso, que también fue asesinado”, comenta, añadiendo otros logros como que esa corporación “hizo en cinco años toda la red de carreteras que tenemos hoy en Amoeiro”.

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