El auge de la agricultura ecológica en plena crisis
En la crisis no todos los sectores caen. La agricultura ecológica continúa en alza en Galicia, incluso en estos últimos años en los que la crisis económica parece llevarse por delante todo lo que se encuentra. Desde que en 1997 se creó el Consejo Regulador de Agricultura Ecológica de Galicia (Craega), la evolución del sector no ha dejado de ser positiva. La publicación de la última memoria, del pasado año 2012, así lo confirma de nuevo.
La facturación de la agricultura ecológica en el pasado ejercicio se incrementó en casi un 4% (un 3,8%) con respecto al año 2011 y alcanzó los 22,7 millones de euros, unos datos que son aún más reveladores de tener en cuenta la evolución del sector desde el inicio de la tormenta económica. Desde 2008, fecha en la que se sitúa el comienzo de la crisis, la facturación se ha duplicado. De aquellos casi 11 millones de hace cuatro años a los casi 23 de ahora.
José Antonio Fernández, presidente de Craega, cree que la clave no es solo gallego “sino a nivel estatal y mundial”. “En todo el mundo la agricultura ecológica tiene un valor por ser una producción certificada que ofrece garantías de calidad y sanitarias y que viene avalada por la legislación europea”, asegura, antes de advertir que la evolución positiva “seguirá” en los próximos años.
De hecho, la aprobación de una Política Agraria Común (PAC) verde, como se denomina a la nueva propuesta europea, no puede más que seguir beneficiando a una producción agrícola “que se adapta como ninguna a esos parámetros”. Fernández sospecha que el crecimiento será “algo austero” en este presente año, pero que “irá a más” en los siguientes.
La propia Xunta califica los datos de la última memoria de Craega como “espectaculares” y confía en un sector que Juan Antonio Fernández también ve en auge. También en cuanto al aumento de número de productores, que en Galicia viene reforzado por la llegada de mucha gente joven que apuesta por el rural y, además, por la agricultura ecológica. “Cada vez se nota más que hay mucha gente joven que decide incorporarse a la agricultura y que valora todas las opciones posibles para acabar decidiéndose por inscribirse en Craega y apostar por un sector que le proporciona un mercado estable y seguro”, resume el presidente de un organismo encargado de controlar que la producción se ajuste a las normas ecológicas marcadas.
Si nos fijamos en los datos, vemos como el número de productores inscritos en el Consejo Regulador aumentó casi un 20% desde 2008, mientras que las hectáreas cultivadas también aumentaron en un 7%, alcanzando ya en Galicia más de 15.000.
A pesar de todas estas cifras positivas, José Antonio Fernández lamenta que la mayoría de los productos ecológicos gallegos acaben siendo vendidos fuera de España, para acabar principalmente en consumidores europeos. “Es triste”, dice, después de intentar explicar las causas que motivan esta paradoja. “En Galicia la gente aún no es consciente de lo que deja de comer prescindiendo de la agricultura ecológica; además, también hace falta que se sigan introduciendo productos que aún no están bien insertados en el mercado”, asegura.
Aun así, las previsiones siguen siendo muy buenas. Tal y como fueron los datos de la última década. Desde 2002, el negocio de la agricultura ecológica se ha multiplicado por 40, mientras que la superficie inscrita en Galicia es casi cinco veces superior a la de hace diez años.
