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¿Han bajado los impuestos con Feijóo?

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David Lombao

“La responsabilidad con la que se está gestionando permite dar continuidad a la política de reducción de impuestos”. El pasado miércoles el servicio de comunicación de la Xunta resumía de este modo un extracto de la sesión de control al presidente, en la que Alberto Núñez Feijóo puso el acento en sus “rebajas selectivas de impuestos” y anunció “nuevas reducciones en el impuesto de sucesiones y donaciones cuando se trate de fincas rústicas”. Las rebajas tributarias son, según el Ejecutivo gallego, uno de los pilares de su política fiscal y presupuestaria, que en este 2014 viene ilustrada por una gráfica flecha descendiente acompañada por la palabra “impuestos”. Si bien es cierto que el Gobierno ha tocado a la baja determinados tributos, no lo es menos que, globalmente, las cifras dicen que la recaudación por impuestos ha subido desde el retorno del PP a San Caetano.

En la presentación de cada Presupuesto, la Xunta ofrece, como corresponde, una estimación de gastos e ingresos, especificando que parte de los segundos corresponde a impuestos. Un vistazo retrospectivo a estas cifras permite concluir que, lejos de disminuir, entre las primeras cuentas públicas de Feijóo, las de 2010, y las últimas hasta el momento, las de 2014, existe un incremento de la recaudación tributaria de casi un 55%, un montante en el que, además, los impuestos indirectos, que graban a toda la población con independencia de sus recursos económicos, preponderan sobre los directos, con un 61% del total.

El único proyecto presupuestario de Feijóo en el que la recaudación tributaria cayó significativamente fue el primero, elaborado en plenas turbulencias financieras a nivel estatal, europeo y casi global. Entonces, la suma total de impuestos se situaba en 3.271 millones de euros, mientras que el gabinete de PSdeG y BNG había previsto un año antes ingresar 3.916 millones. En el año siguiente, 2011, la cifra ya crecía hasta 4.814 millones de euros y, después de una leve bajada hasta los 4.426 en 2012, el año 2013 llegó a 4.855 millones de euros por recaudación estimada de impuestos. En el próximo 2014, la previsión se incrementa en un 4,4%, hasta llegar a los 5.070 millones de euros.

Dentro de ese montante global, la aportación más cuantiosa es la correspondiente al impuesto sobre el valor añadido (IVA), que asciende a 1.834,2 millones, seguida del IRPF, con 1.717,2 millones. A continuación están los impuestos especiales, que graban el alcohol o los carburantes, con una recaudación prevista de 970,6 millones de euros. Por encima de los 100 millones de euros están también el impuesto de sucesiones y donaciones (173,07) y el de transmisiones (138,5). En total, los impuestos directos sumarán 1.937 millones en 2014 y los indirectos, 3.133, según las previsiones de la Consellería de Hacienda.

Más recaudación tributaria para una economía a la baja

El incremento de la recaudación tributaria que reflejan los Presupuestos Generales de la Xunta se viene produciendo mientras la práctica totalidad de los indicadores económicos reflejan la imagen de un país en crisis. Además de la recesión económica, que según las cuentas públicas va a ser sustituida en 2014 por un levísimo crecimiento, la población ocupada ha descendido por encima del 4% todos los años excepto en 2011, según el Instituto Galego de Estatística, y la tasa de paro ha pasado del 12,6% a finales de 2009 al 21,6% en el tercer trimestre de 2013.

La subida de los ingresos por impuestos se ha producido mientras también ha venido cayendo, trimestre a trimestre, el consumo de los hogares –la última caída ronda el 3%– y también la confianza de los consumidores y consumidoras y la confianza empresarial.

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