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La crisis del agua en Ferrol lleva al primer plano el debate sobre la remunicipalización

Las restricciones al consumo se extendieron del jueves al domingo

Desde la tarde de este domingo (desde la noche del sábado en el resto de los ayuntamientos afectados) los ferrolanos y ferrolanas ya pueden consumir agua del grifo. “Una vez pase esta crisis será hora de dirimir responsabilidades”. En una de las primeras comunicaciones que el alcalde de Ferrol, Jorge Suárez, realizó a través de las redes sociales para informar de las restricciones decretadas, apuntaba que aún no era ese el momento de entrar en debates sobre la gestión realizada por Xunta, Ayuntamiento y Emafesa (empresa mixta concesionaria del servicio). Sin embargo, una vez restablecida la normalidad en el suministro, este lunes se analiza la cadena de decisiones de cada parte, una tarea que ya está realizando en paralelo la Fiscalía y una investigación a cargo del propio Ayuntamiento, a la espera de que se pueda incluso crear una comisión ad hoc en el Parlamento.

Sin embargo, al margen de esta investigación sobre las causas de la contaminación y del retraso en su comunicación, la crisis vivida en los últimos días en Ferrolterra ha puesto de máxima actualidad un debate que en Ferrol lleva meses encima de la mesa: la remunicipalización del servicio de agua, en la actualidad en manos de Emafesa, una empresa mixta participada por el Ayuntamiento y por Urbaser. El regidor manifestaba este domingo su apuesta por la “remunicipalización de servicios, para una mejor prestación en beneficio del interés social y no empresarial”, una de las medidas centrales del programa con el que Ferrol en Común llegó a la alcaldía el pasado 24 de mayo.

La recuperación de la gestión directa del servicio de agua y saneamiento lleva meses en el debate político en Ferrol, en buena medida debido a la imposición de la nueva tasa de saneamiento. En febrero, Alexandre Carrodeguas, portavoz de la comisión de seguimiento para el saneamiento integral de la ría de Ferrol, abogaba por la “remunicipalización del servicio de aguas” porque -decía- “sólo desde la gestión pública e integral del ciclo del agua podremos garantizar la necesaria transparencia y eficiencia en el servicio y evitar este tipo de abusos donde se ponen los intereses empresariales por encima de los intereses de todos y todas”. A finales de junio se entregaron en el Ayuntamiento 3.100 firmas recogidas en demanda de esta remunicipalización.

Y este mismo domingo La Voz de Galicia publicaba una encuesta que mostraba que una amplia mayoría de los habitantes de Ferrol (el 67%) apostaba por la recuperación para la gestión municipal de los servicios que habían sido privatizados o externalizados. Tan sólo el 17,7% se manifestaba en contra. Además, según el sondeo, la mitad de los entrevistados considera que la remunicipalización implicaría un abaratamiento de los servicios, frente a un 21% que piensa que se encarecerían. Un 53% cree que serían más eficientes si fueran gestionados directamente por la administración pública, mientras que un 27% piensa el contrario.

Un problema de salud pública convertido en reyerta política

Desde el mismo jueves en el que se informó de los elevados niveles de trihalometanos en el agua, superiores a los máximos recomendados por la OMS, la crisis se convirtió también en una reyerta política entre la Xunta y el Ayuntamiento, con Emafesa de por medio, con acusaciones cruzadas y una completa falta de comunicación entre las partes. El Ayuntamiento le criticó al Gobierno gallego el retraso en la comunicación del problema (conocía los niveles desde el día 14 y no se lo hizo saber a los ayuntamientos hasta el 16), la negativa a activar un plan de emergencia, el haberse “desentendido” de un problema de salud pública que es de su competencia, o el hecho de no haber realizado más que un análisis aislado el sábado, produciendo un sesgo en los resultados que retrasó la resolución del problema en Ferrol un día más.

Por su parte, la Xunta, bien a través de la consejera Ethel Vázquez, bien a través de la delegada territorial Belén do Campo, señaló que la responsabilidad le correspondía al alcalde de Ferrol, puesto que -nominalmente- figura como presidente de la empresa mixta Emafesa. El diputado popular Miguel Tejado llegó a acusar al gobierno local a través de las redes sociales de dar agua “envenenada” durante diez días, conociendo el problema. Y la Xunta difundió un comunicado criticando “la postura de enfrentamiento del alcalde de Ferrol”.

Desde el Ayuntamiento siempre se reiteró que aunque la administración local posee el 51% de la empresa Emafesa, “la parte técnica es llevada por Urbaser que no comunicó absolutamente nada”. Por su parte, el gerente de Emafesa, Alejandro Pisa, justificó parte del retraso de la detección del problema en que las muestras no fueron marcadas cómo “urgentes” para su análisis.

Cronología de una crisis

  • 29 de junio: Emafesa envía para su análisis en un laboratorio de Castellón una muestra de agua.
  • 6 de julio: Se reciben los resultados, que muestran niveles de hasta 180 microgramos de trihalometanos por litro. Emafesa remite una nueva muestra para su análisis. 
  • 8 de julio: Este día debería haber llegado la confirmación del problema. Pero el laboratorio alega que las muestras no habían sido marcadas como urgentes.
  • 13 de julio: El fin de semana (del 11 y 12 de julio) retrasa los resultados que confirman la contaminación. Emafesa se pone en contacto con la Xunta para informar del problema. Sanidad pide más pruebas.
  • 16 de julio: La Xunta decreta las restricciones del consumo de agua en Ferrol, Narón, Fene, Ares y Mugardos e informa por vez primera a los ayuntamientos. Se agota el agua embotellada en los supermercados de la comarca. Los niveles de trihalometanos son ya más bajos, rondando el máximo permitido (superando por poco los 100 microgramos por litro)
  • 17 de julio: Por la tarde llegan a Ferrol camiones con miles de litros de agua embotellada para su distribución gratuita. La Fiscalía abre diligencias por la contaminación del agua y la gestión de la crisis. Y también el Valedor do Pueblo abre de oficio una investigación.
  • 18 de julio: El alcalde de Ferrol, Jorge Suárez, le pide a la Xunta que active un plan de emergencia para la comarca; el vicepresidente Alfonso Rueda le responde a través de la prensa que “no se trata de activar emergencias alegremente”. La jefa territorial de Sanidad se reúne en Ferrol con los alcaldes de los ayuntamientos afectados, en un tenso encuentro en el que le recriminan que tardara tres días en acudir a la comarca. La Xunta levanta la restricción de consumo de agua en todos los ayuntamientos afectados, excepto Ferrol, aduciendo que los niveles en la ciudad son aún de 130 microgramos por litro (frente a los 87 de Narón o los 54 de Fene); el Ayuntamiento asegura que sus análisis muestran niveles inferiores a 100 en la ciudad, y critica que la Xunta basara su decisión en un único análisis realizado en un lugar de escaso movimiento de agua.
  • 19 de julio: Se levantan las restricciones también en Ferrol, al anunciar el Gobierno gallego que las analíticas mostraban unos niveles de 33 microgramos por litro. La Xunta y los Gobiernos municipales de los ayuntamientos afectados acuerdan crear una comisión técnica de seguimiento.
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