Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Las dudas de la campaña de la crisis: de Pemex a Alcoa

David Lombao

En tiempos de crisis y de angustia para los trabajadores y trabajadoras de múltiples sectores económicos y productivos del país una campaña electoral es un terreno tan propicio a las promesas como resbaladizo. Están en juego elementos esenciales y donde antes había compromisos en forma de autovías, trenes rápidos y centros comarcales ahora hay intenciones para intentar proyectar un poco de luz sobre la negrura del desempleo. En este contexto es en el que se enmarcan algunos de los elementos más controvertidos de la presente carrera electoral gallega, llegados en forma de promesas de inversión por parte del candidato a la reelección, Alberto Núñez Feijóo. De los contratos de Pemex a la nueva tarifa eléctrica para Alcoa, pasando por el informe del Consello de Contas sobre el déficit de 2010, las incertidumbres alimentan el debate político, hacen incrementar los mensajes del resto de fuerzas políticas a respecto de lo que consideran “mentiras y engaños” del PP e irritan sobremanera al líder conservador.

La primera y gran duda de la campaña fue la vinculada a los supuestos contratos de la petrolera mexicana Pemex con astilleros gallegos. Firmados con solemnidad a pocos días del inicio de la campaña electoral en el salón noble del Pazo de Raxoi y apadrinados por el propio Feijóo, estos documentos -cuyo contenido es desconocido- garantizaban, según la Xunta y el PP, la construcción de sendos buques hoteles en el astillero privado Barreras y en el público Navantia. Tal y como relató Praza Pública, el 27 de septiembre la cúpula de la compañía estatal mexicana aseguraba que “no hay contrato ninguno”, abriendo todo un espiral de interrogantes que llevó, por ejemplo, a descubrir que, de formalizarse, las contrataciones no se formalizarían con Pemex, sino con su subsidiaria PMI.

Mientras la Xunta Electoral constababa que Feijóo había infringido las leyes al presentarse como conseguidor de los contratos en plena precampaña PSdeG y BNG aumentaban el tono de sus críticas y también sus exigencias. Tanto el candidato socialista, Pachi Vázquez, como el nacionalista, Francisco Jorquera, insistían en que las dudas se disiparían si los conservadores accedían a mostrar el contenido de los contratos. “Si fueron firmados con la TVG en directo, muy secretos no serán”, ironiza el líder del PSdeG. Jorquera, al tiempo que reclamaba la comparecencia inmediata de Feijóo en el Parlamento, subrayaba que, a la luz de las informaciones llegadas desde México, cabe concluir que “lo único que hubo fue un pacto para que estuvieran disponibles las instalaciones de Barreras y Navantia si al final se optaba por estos astilleros para construir los floteles”. Por el lado conservador la respuesta fue una constante: “El PSOE no quiere el acuerdo con Pemex” para “buscar réditos electorales”, resume su portavoz, Antonio Rodríguez Miranda.

La tarifa de Alcoa, en un mitin

Y del naval, a la metalurgia. Cuando las incertidumbres sobre Pemex se siguen sin despejar el pasado jueves Feijóo llegaba a la localidad mariñana de Foz con una noticia bajo el brazo. En calidad de candidato del PP -que no de presidente de la Xunta- el popular aprovechaba un mitin para asegurar que las reivindicaciones del personal de Alcoa para lograr una tarifa eléctrica que permita la continuidad de la fábrica metalúrgica están solventadas. El ministro de Industria, afirma, ya “firmó” la orden que mantiene los precios de la electricidad para empresas como esta. Tras meses de protestas los trabajadores y trabajadoras de la factoría se muestran relativamente aliviados pero contienen aún la respiración: la solución, de concretarse, aún deberá pasar “lo filtro” de las autoridades de la competencia, estatales y europeas.

Para PSdeG y BNG lo de Alcoa es una segunda parte del episodio de Pemex. “Que casualidad”, dice Pachi Vázquez, “que Feijóo da un mitin en Foz y llega la solución”. “Hay que jugar de esa manera con el sufrimiento de la gente? Cree que somos tontos?” se pregunta. Jorquera también desconfía porque Feijóo, asegura, ha acreditado de sobra que es un “mentiroso”. Mientras, desde el PP, se repite la respuesta: socialistas y nacionalistas “lamentan la solución para Alcoa” que llega, asegura, “gracias a la intermediación” del candidato a la reelección.

Es en este escenario en el que Galicia llega al ecuador de la campaña. Feijóo se muestra como el único representante de la “solvencia” que permite atraer inversiones a Galicia. PSdeG y BNG se remiten a antecedentes como las malogradas operaciones industriales para, por ejemplo, instalar una planta de coches eléctricos en Melón o una fábrica de baterías de Mitsubishi en el entorno de Vigo. Feijóo “mente y engaña”, reiteran, argumento que acompañan además con la referencia a el supuesto “desplazamiento” de 400 millones de euros en facturas de 2010 a 2011 para así cuadrar el déficit. En el PP retrucan con suma dureza en público y en personal. “Allá cada cual”, insisten, al tiempo que reiteran que las críticas y las dudas, políticas y en la prensa, pueden llegar a “cargarse” inversiones en marcha.

Etiquetas
stats