Los grupos de la oposición en el Parlamento de Galicia van a pedir explicaciones a la Xunta por la cesión de máquinas de la sanidad pública a una clínica que está gestionada por una fundación privada. Entre las máquinas que se emplean en los tratamientos contra el cáncer en el Centro Oncolóxico de Galicia, ubicado en la ciudad de A Coruña, están dos de las que donó el empresario Amancio Ortega al sistema sanitario público. Por las instalaciones pasan y son atendidos con los mismos medios pacientes derivados del Servizo Galego de Saúde (Sergas), pero también otros que pagan a aseguradoras, según recoge el propio centro en sus memorias anuales.
Después de que elDiario.es publicase que algunas máquinas donadas han sido cedidas por el Sergas, el BNG ha anunciado que va a solicitar la comparecencia del conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, en el pleno del Parlamento para que explique “este nuevo caso de conflicto de intereses” en el que “pone la sanidad pública al servicio de la privada”. La formación recalca que se trata de aparatos de última tecnología que fueron aportados por el Sergas a un centro privado. La relación entre el Gobierno gallego y el Centro Oncolóxico está regulada por un concierto singular que supone que las arcas públicas aportan fondos para su funcionamiento a cambio de que atienda a sus pacientes.
Para la formación liderada por Ana Pontón, la hoja de ruta del PP es “clara” en su intención de “desmantelar la sanidad pública a base de recortes para favorecer el negocio de la privada”. Critica también lo que califica de “total opacidad del Gobierno del PP en la gestión de los fondos de la sanidad pública”, un punto sobre el que señala que advirtió el Consello de Contas en un informe en el que indicaba que el Sergas destinó cientos de millones de euros a contratos menores sin publicidad en los últimos años.
El PSdeG también cuestiona que aparatos tecnológicos que son de la sanidad pública hayan acabado en un centro que gestiona una entidad privada. Julio Torrado, portavoz parlamentario para asuntos de sanidad de los socialistas gallegos considera que es “muy forzado” que las máquinas estén en estas instalaciones si la donación fue al Sergas. Considera que “no parece ilegal”, pero sí “cogido por los pelos”.
Su crítica fundamental es que el sistema público derive una tecnología propia a un centro con el que luego concierta la atención pagando por ella: “El Sergas paga a un centro privado por el uso concesionado de una máquina que es suya”. Los socialistas, indica, estudian registrar también iniciativas en el Parlamento relacionadas con este caso, orientadas a que la tecnología del sistema público se use dentro de este.