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Feijóo considera en su discurso de fin de año las protestas sociales en Galicia como un “síntoma de nuestra salud democrática”

Feijóo, durante el discurso televisado de fin de año

David Reinero

En plena ola de protestas sociales en Galicia en diversos ámbitos, especialmente en la sanidad pública, con numerosos frentes abiertos, el discurso televisado de fin de año del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se ha centrado en elogiar la estabilidad de la comunidad frente a otros lugares del mundo, pero admitiendo que también aquí, a pesar de las mejoras que atribuye a su Gobierno, hay igualmente problemas. “Contamos con mejores hospitales y centros de salud públicos; atendemos a más dependientes; y tenemos una educación pública con más recursos, más idiomas y más tecnología. Pero también es cierto que sigue habiendo gallegos con desvelos para poder resolver problemas, problemas reales”, dice.

El discurso de Feijóo, pronunciado en la Cidade da Cultura frente al cuadro A última leición do mestre, considerado el Guernika gallego y en el que Castelao representó el asesinato tras el golpe del 36 de su amigo Alexandre Bóveda, empleó esa obra como ejemplo de la violencia y de las disensiones de las que Galicia quiere alejarse. Frente a su primera visión amable del cuadro cuando éste llegó a Galicia, que rectificó pocos días después, Feijóo en esta ocasión sí lo ha contextualizado “en el tiempo terrible en el que Galicia, como el resto de España, sufrió la tragedia de la Guerra Civil y de la posterior dictadura”. Y a continuación ha contrapuesto aquella situación con la “libertad y la reconciliación logradas en la Transición”, de la que elogió la Constitución.

De estas últimas décadas de convivencia, dijo Feijóo, “en ese camino del entendimiento que Galicia recorre unida hay problemas que se denuncian, debates y reivindicaciones. Veo en ellos un síntoma de nuestra salud democrática, y avisos que un gobernante no debe nunca menospreciar”. En esa línea, además de citar las reclamaciones sanitarias, educativas o asistenciales, Feijóo se refirió también en general a la “recuperación, que aún tenemos que consolidar” y que “hizo a muchos olvidarse de la crisis pero sabemos que aún no a todos y por eso estamos lejos de conformarnos”.

En clave estatal, Feijóo unió su defensa de la Constitución con la situación en Catalunya, que rechazó que sea denominada “conflicto” como hace, entre otros muchos actores, el Gobierno central. El presidente gallego la considera “una evidente vulneración de la legalidad y busca de situaciones de privilegios que no compartimos” y reclamó “que no se descarte ninguna de las herramientas contempladas en el texto constitucional para garantizar nuestra democracia y nuestro autogobierno”.

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