El riesgo de incendios en Galicia por el cambio climático aumentará hasta niveles críticos en este siglo
El riesgo de incendios seguirá aumentando en Galicia durante este siglo debido al cambio climático. Los cambios meteorológicos obligan a modificar la estrategia contra las llamas, tal y como advierte el informe de expertos encargado por Portugal y como ha asumido también la Xunta. El nuevo fuego --más incontrolable, más peligroso y más dañino-- ha afectado con especial virulencia al país y a todo el noroeste de la Península en este año, en buena parte por un tiempo cambiante, anómalo y extremo que agrava las propicias condiciones de los montes, desordenados, con mucho combustible y vegetación cercana a núcleos de población.
Las previsiones no cambian. “Las proyecciones climáticas apuntan a un aumento del riesgo meteorológico de incendios en Galicia a lo largo del siglo XXI”, advierte MeteoGalicia en el Informe sobre la incidencia del cambio climático en los incendios forestales elaborado a petición de la comisión de estudio de la política forestal y de los incendios que se ha llevado a cabo en el Parlamento durante los últimos meses. Y esto, “asumiendo un escenario de emisiones ni demasiado optimista ni pesimista”.
Así, el informe destaca que “de no producirse cambios, las proyecciones indican que a finales del siglo este riesgo estará cerca o por encima del valor considerado crítico” y tan sólo hay dos zonas que no alcanzarán estos valores: “la costa de las Rías Altas y la Mariña lucense”.
El documento se basa en el FWI (Fire Weather Index), índice empleado por la Consellería de Medio Rural y habitualmente en el mundo para medir el grado de riesgo de los incendios. Tiene en cuenta la temperatura, la humedad, las precipitaciones, la velocidad del viento, la sequía o el combustible disponible en las áreas estudiadas. En este caso, MeteoGalicia ha realizado un análisis adicional respecto de las proyecciones de temperatura máxima y de las lluvias en verano, al ser “las dos variables meteorológicas que afectan de manera más significativa al FWI”.
Los resultados de los análisis concluyen que en Galicia “el patrón especial del incremento de riesgo es similar al patrón de su valor absoluto en clima presente”, es decir, que se prevé “el mayor incremento en Rías Baixas y el menor en la Mariña lucense”. Es una conclusión coherente con otros informes sobre la evolución futura del anticiclón de las Azores y que advierten de la mayor frecuencia de situaciones “cuña” en los veranos gallegos debido a los vientos de nordés: una humedad relativa alta en la costa norte y baja en la sur para la época.
Analizando la evolución climática, el informe destaca que se llegará a valores FWI “por encima o muy cerca del valor crítico de 50 a finales de siglo” en todo el país, excepto en las Rías Altas y en la Mariña, lo que “de ningún modo quiere decir que no se puedan producir incendios individuales” en la costa lucense, “donde el riesgo con situaciones de viento sur seguirá siendo muy elevado” aunque menos frecuente.
Lo que se analiza es el incremento del valor climatológico observado del riesgo meteorológico de incendios en el período 2071-2100 respecto al valor observado en el análisis del clima presente, el del período entre 1971 y el año 2000.
El informe elaborado por MeteoGalicia destaca que los resultados del incremento del riesgo de incedio en Galicia y el norte de Estado en general, excepto la costa cantábrica, “es uno de los más elevados de toda Europa del Sur”, ya que el riesgo en las zonas más áridas en la actualidad se acerca al valor máximo posible “y no puede ser mucho más elevado en el futuro”.
Xunta y Gobierno portugués asumen ya la necesidad de cambiar la estrategia contra el fuego por la incidencia del cambio climático. Los riesgos de los que advierte el informe fueron advertidos ya por el documento elaborado por la comisión de expertos encargada por el Parlamento de Portugal tras la tragedia de Pedrógão Grande. “Los sistemas actuales de combate de incendios noán preparados para enfrentar un nuevo problema con raízo en las alteraciones climáticas”, advertía.
En su intervención en la comisión de estudio de la Cámara gallega, el director xeral de Ordenación Forestal, Tomás Fernández-Couto, asumía también la necesidad de variar la estrategia contra el fuego. Así, desde la Xunta se reconoce que esta “nueva situación” derivada del cambio climático implica que el Gobierno “tenga que ver si el actual operativo” es el que se debe dedicar a unas condiciones “extremas”, además de requerir una “reflexión” de cara al futuro.